Atacante suicida del BCV

En días recientes, el compatriota José Vicente Rangel decía una gran verdad al caracterizar lo que ha sido la actuación de la oposición en contra del Gobierno del camarada Presidente Nicolás Maduro, señalaba: “No existió en Venezuela, ni en otras naciones, una oposición más divorciada del concepto de Patria, más dispuesta a venderse al mejor postor, que la que hoy tiene al país”. Los venezolanos y venezolanas de estos tiempos de Chávez y Maduro, hemos sido testigos de muchísimas atrocidades cometidas por esa oposición que, tiempos atrás, se llamó Coordinadora Democrática y, hoy se llama MUD. Paramilitarismo y asociación con el capo Álvaro Uribe Vélez, para desde Colombia, desestabilizar la Democracia venezolana. Dar protección y amplia cobertura mediática a la delincuencia nacional, elevar a la categoría de casi “héroes”, ejemplo: “el picure”,  en estrecha asociación con el hampa, en función de la actuación conjunta contra el Gobierno Nacional, y generar por intermedio de la inseguridad inducida, descontento en la población. Crear, como novedad, el hamponismo  comercial, mediante el bachaqueo y los bachaqueros, como instrumentos de choque contra el pueblo y Gobierno, con fines desestabilizadores. Propiciar las colas, el desabastecimiento, la especulación y la inflación, como armas de destrucción masiva de la estabilidad emocional de la población venezolana, con fines desestabilizadores. En fin, la Venezuela de nuestros tiempos, es fiel testigo de cuánta marramucia  han realizado los oposicionistas, con la única intención, de propiciar descontento en la población y colocar al Gobierno del Presidente Maduro, en desgracia con el pueblo Bolivariano. Dicha actuación; por cierto, no es novedosa, pues en tiempos de nuestro Comandante Chávez, se hizo famoso el lema aquel de que nuestro Comandante era como el Guaire, pues “mientras más mierda le echaban, más se crecía”. No ha corrido igual camino, el camarada Maduro. La guerra, si bien presenta similitudes; en esta oportunidad, es de mayor concentración de fuego mediático y las armas empleadas, son más sofisticadas e incluso mejores, que las empleadas contra el Comandante Chávez, pues han refinado los errores que cometieron años antes. Por lo demás, la debilidad mediática actual, se ha hecho más que evidente, pues el camarada Maduro no cuenta con las dotes de “gran comunicador” y estratega militar con las que contaba, nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez.

  Y, si creíamos que habíamos visto todo el arsenal de maldad contra su patria, que es capaz de emplear esa oposición apátrida, nos equivocamos. El pasado 23 de junio, ocurrió un hecho que la mediática burguesa sepultó entre el cumulo de mentiras con las cuales atacan al Gobierno del Presidente Maduro. Ese día, un atacante solitario ingresó armado a la sede del BCV y amenazó a los presentes allí, con explotar una bomba. El hecho, tal cual si se tratara del Medio Oriente, ocurría en momentos que la campaña de firmas por el revocatorio, estaba próximo a llegar a su fracasado fin, con apenas unas 400 mil firmas de los tres millones, luego dos y finalmente 1 millón 300 mil,  que según sus convocantes habían recolectado y debían validar. Por otro lado, en la OEA, la diplomacia bolivariana de paz, derrotaba a los adalides de la doctrina Monroe, aquella que nos considera como su patio trasero, una estrella más de su bandera. Un escándalo tapa otro escándalo. Tras los hechos del BCV intentaron ocultar –mediáticamente- las derrotas que sufrían  solo que, no contaron con la labor eficientísima de los cuerpos de seguridad, quienes logran abatir al supuesto agresor, un joven estudiante de una universidad privada que apenas dejó, un video grabado declarando que hacía su supuesta prueba de heroicidad por la sencilla razón de que el pueblo venezolano “está pasando hambre”. Si, un hecho tan igual nos hemos acostumbrado observar en los comandos suicidas de pueblos tan lejanos como Irak, Libia, Palestina o Siria, más recientemente, en los propios EEUU. Incluso, cuando ocurre el hecho del BCV, aún estaba fresca en la memoria nuestra, lo ocurrido en Orlando, EEUU, en que un presunto atacante solitario asesinó en un bar cerca de 50 personas y 53 heridos, caso que tendió a la toma de rehenes solo que, la eficiente actuación policial lo impidió. El atacante estadounidense de origen afgano, Omar Mateen, fue –mediáticamente- asociado a ISIS para darle mayor connotación a la noticia y, de inmediato, se activaron cualquier tipo de conjeturas mediáticas que permitieran centrar la atención del público, en tan desafortunados hechos, ocurridos en una sociedad en que las armas y su uso indiscriminado, centran la atención de su población. Los hechos del BCV, sin duda, intentaron replicar los hechos de Orlando en una Venezuela convulsionada, producto de una guerra de tipo no convencional llevada a cabo por el imperialismo de los EEUU y sus agentes en nuestro territorio, en la que parecieran servir todas las armas de la maldad, en función de satisfacer el voraz apetito imperialista de derrocar al Gobierno del Presidente Maduro, cual si fuera el Bashar al-Assad suramericano.

  Estos hechos del BCV, confirman la hipótesis que la CIA existe y está operando en Venezuela. Años atrás, un hecho similar ocurrió en la Plaza Altamira de Chacao. Un grupo de 135 altos oficiales militares, se habían rebelado contra el mandato del Presidente Hugo Chávez y se refugiaron en esa plaza, para manifestarle su descontento y aspiración a que abandone el poder. Es así, que el 06 de diciembre de 2002, irrumpe armado Joao Gouveia en la plaza, asesinando a tiros a 3 civiles que se encontraban manifestándoles a los militares rebeldes su apoyo,  un cuarto herido moriría años después, y 22 heridos contabilizados ese día. Los medios, hacen su papel a favor de la desestabilización y, a los pocos minutos, Globovisión hace público un supuesto “video aficionado”, que intenta asociar al atacante suicida con el camarada Freddy Bernal, al vérsele (en imagen borrosa) bajarse de una camioneta negra en la que presuntamente se trasladaba el camarada Bernal. La intención de los medios de la burguesía sí que era nítida, asociar al atacante con el Gobierno del Presidente Chávez y, por ende, responsabilizarlo de las muertes ocurridas, con ello, reflotar el hundido barco de la Plaza Altamira. El contexto en que ocurren aquellos dramáticos hechos, es fundamental para comprenderlos. Gouveia, de origen portugués, recién había ingresado al país. Días antes de ocurrir aquellos sangrientos hechos, militares complotados en Plaza Altamira se ven envueltos en un hecho lamentable. “El cuervo”, uno de los líderes de los militares rebeldes, se ve incurso en el asesinato del soldado activo Félix Pinto y su novia, Zaida Peroza, cuyos cadáveres aparecieron en el sector parque Caiza de la autopista Caracas-Guatire. En el mismo sector, también aparece el cadáver del cabo segundo de la Armada, Ángel José Salas Lozano y el cabo primero del Ejército, Darwin Enrique Isturiz Argüello. La investigación criminalística realizada por el CICPC, logra determinar que los crímenes fueron ejecutados con la misma arma de fuego, una escopeta. Por lo demás, cuando ocurren los primeros crímenes, en el sitio se encontraba una menor que acompañaba a la novia del soldado Pinto, quien se hizo por muerta y no murió en el acto, por lo cual los hechos y sus autores quedaban al descubierto, apuntando sobre los militares complotados. Un escándalo tapa otro escándalo. Fue, en medio de tal escandalazo, que ocurren los hechos en que aparece involucrado Joao Gouveia. Los asesinatos previos al ataque en la Plaza, causaron tal conmoción en la opinión pública, que los militares de Plaza Altamira fueron vistos como lo que eran: criminales, al servicio de una potencia extranjera, vendidos al mejor postor. Incluso, en la misma plaza, el ex general  golpista González González, instruía a los asistentes a la plaza sobre qué hacer, si los atacaban militarmente, valga decir, si les disparaban, como en efecto les ocurrió. Esos hechos, dejaron al descubierto el uso de los atacantes solitarios por parte de los sectores oposicionistas, como parte de su arsenal de armas de desestabilización. Otro hecho colateral ocurrido en esos días, pero no menos importante, fue la agresión informática realizada por Intesa, empresa de la CIA, contra el cerebro operativo de PDVSA, punto que marca la partida del paro-sabotaje petrolero. La CIA existe y está actuando, antes con la Coordinadora Democrática,  y ahora con la MUD.

  Esta forma sofisticada de desestabilizar, no es nueva. Los organismos de inteligencia imperialista, la han ido perfeccionando a través del tiempo. Un caso que nos da luces, fue el ocurrido la llamada mediáticamente “masacre de Batman”, ocurrida en 2012, ejecutada por James Holmes. ¿Quién era el ejecutante? Pues, el hijo de Robert Holmes, un científico senior de FICO, empresa calificadora de crédito de EEUU, cuyo testimonio ante el panel del Senado que investiga el escándalo de fraude bancario más grande en la historia de los EEUU, estaba por celebrarse días después que ocurrieron aquellos sangrientos hechos. Holmes, no solo descubrió la intención del fraude bancario masivo de LIBOR, sino también su “modelo de algoritmo predictivo”, rastreó billones de dólares “ocultos” y las cuentas de quienes los robaron, pertenecientes a las élites de poder imperial. Las expectativas, sobre la intervención de Holmes ante el Senado, eran más que ansiadas por los medios. Los nombres de funcionarios del gobierno de EEUU, del propio Congreso, Wall Street, Reserva Federal, ejecutivos de la UE e incluso, eventuales candidatos y candidatas presidenciales. No poca cosa tenía entre sus manos Holmes. Colateralmente, en la ONU se preparaba la votación sobre el Tratado Global de Armas Pequeñas que, de aprobarse, podría resultar en la confiscación de armas y el desarme de los ciudadanos y ciudadanas del planeta, valga decir, un golpe mortal a la poderosa industria armamentística estadounidense. Fue en ese contexto, que aparece James Holmes, hijo de Robert; quien, según cierta prensa independiente, dos meses antes de los hechos, fue secuestrado y programado para realizar los crímenes mediante el uso de la escopolamina, la famosa “burrundanga”. Los secuestradores, mantienen drogado a James durante semanas, sometido a sus voluntades, ingresan y manipulan sus redes sociales y correos, además de sus tarjetas de créditos y débito, con las cuales adquieren armas y explosivos. Sometido a la voluntad de sus secuestradores, James parece un robot, cual Gouveia recién ocurridos los hechos de Altamira y declarando a Globovisión. Después de la masacre, fue detenido sin oponer resistencia, tras 12 muertos y 58 heridos, un Holmes que apenas podía mantenerse en pie y con los ojos desorbitados, no recordaba absolutamente nada de lo ocurrido, su memoria parecía haber sido reseteada cual computadora cualquiera, preguntándose: “¿Por qué estoy aquí?”. El silencio de su padre sobre los delitos financieros, por ahora ocultados, expresan de lo que son capaces los poderes fácticos, todo con tal de ocultar sus crímenes y delitos. La CIA existe y está actuando en Venezuela. Este caso del atacante solitario del BCV, no podemos dejarlo pasar desapercibido, pudiera continuar ocurriendo. Cuando Smolanski compara la situación venezolana con la actual transitada por el pueblo y gobierno Sirio, intenciones trae…



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Henry Escalante


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