El miedo sobre el tapete

Sobre el tapete se me ocurre por aquello de a buen entendedor pocas palabras, pero ese miedo que le quieren meter a la gente, en primer lugar puede que esté sobre cualquier otra cosa como por ejemplo en la guantera de los muchos compradores de vehículos en el último año, o sobre las cenizas de los cigarrillos que dejan en los restaurantes del país miles de personas o en la mesita de la sala que en forma de pasapalos como restos de un apasionado disfrute del mundial de futbol , pero de cual miedo hablan, no es otra cosa que el miedo que experimentan porque Chávez no tiene miedo de enfrentarse a la dictadura más omnímoda que ha pululado sobre la faz de la tierra, el imperio de las transnacionales del dominio, de la mentira sin escrúpulos, del asesinato sin medida, de los fraudes electorales sin vergüenza ni apremio, en fin, un miedo que los tiene locos.

Nos preguntamos una y otra vez, puede haber miedo con libertinaje, indudablemente que no, por el contrario, si en alguna época los venezolanos y venezolanas discurren en el día a día, de cualquier manera en calles y avenidas, en los centros comerciales, en las universidades o en cualquier sitio, es precisamente la que estamos viviendo, donde muchos más bien se quejan que hay excesos incontrolados, la impunidad producto de un poder judicial que aún le falta mucho para administrar justicia en forma equilibrada, que la autoridad no se ejerce en materia como el tránsito, en el combate al delito y si nos vamos a la materia mediática e informativa la cosa es más evidente y concluyente. Miedo al poder electoral no que va, el miedo es a las elecciones.

Hay muchos miedos, como por ejemplo el temor y miedo de cierta clase media en si misma, miedo a que descubran su verdadera clase y trascendencia social que como complejo de inferioridad los convierte en esclavos de su propio marco de vida en la loca carrera por un éxito cuyo contenido conceptual está inducido por el capitalismo depredador de la gente. Si algún miedo se le podría entender, es el de que saben que electoralmente no volverán, espero que sientan algo de miedo ante la inminencia de una invasión, o serán tan miedosos que no tienen tiempo de pensar en ello como tragedia no para el chavismo sino para todo el país y su gente.

Que la estrategia electoral esté basada en un eslogan acerca del miedo que siente la gente porque está mandando Chávez, me parece la estupidez más grande que político alguno se haya impuesto, porqué no le preguntan a sus amigos de Datanalisis a ver si en alguna de sus encuestas este factor aparece por alguna parte.

Dicho lo anterior concluímos que el miedo de la Oposición y en particular de Petkoff, es el de la perdida de lo que ganó en el gobierno de Caldera, que no es otra cosa que el gustico por el poder mismo, que disfrutó por primera vez, luego de haberlo combatido. Pero es que este señor está tan mal, que culpa a Guillermo Garcia Ponce de lo del tren del Encanto, cuando todos sabemos que Guillermo estuvo siempre en contra de la lucha armada.

El desquiciamiento en política es signo de derrota, y no hay nada tan peligroso que un político y sus circunstancias, cuando estas no le permiten ver más allá de sus narices, el miedo se apodera de ellos. Pobre el miedo que siente Teodoro, en el tapete o la alfombra que es lo mismo, como una carta el miedo se convierte en banalidad y de estas está llena la oposición.



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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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