Las Falsedades de Juan Carlos Fernández

Hace ya algún tiempo, escribí un artículo respecto a las mentiras, exageraciones o barbaridades que escuchaba en el programa A PUNTO, de un personaje que conocí en las reuniones que hacíamos, en la campaña presidencial de Chávez, en algunas casas de una urbanización cercana a mi domicilio, especialmente en la casa de Tamara Leal, donde recuerdo bien las actitudes, poses i palabras de Juan Carlos Fernández a quien me presentaron como capitán retirado del ejército. Al menos así me lo presentaron i no objetó nada. Empero lo que más me llamó la atención de este señor que ahora, me dicen es periodista i recientemente se graduó de abogado (no lo sé con certeza) era su fanatismo por el candidato Hugo Rafael, con un entusiasmo tan notorio que me llevó a pensar otras cosas, por su hablar i vestir una tanto finos o fingidos. Chávez era una maravilla que debíamos llevar a la presidencia. Una vez lograda la presidencia para este candidato, JCF reapareció para mí como animador de un programa televisivo al cual me invitó para hablar sobre la vida i obra del científico Humberto Fernández Morán. Hasta allí todo era cortesía conmigo i creo que tenía algún cargo en el gobierno de Arias Cárdenas, quien fue el gobernador que me nombró para presidir una Junta Pro Homenaje al científico que, lamentablemente ya estaba enfermo i no lo pudimos traer a Venezuela, concretamente a Maracaibo, donde le teníamos proyectado un grandioso i merecido homenaje. Murió antes de este logro i apenas, cuando presidí la Comisión Legislativa, pudimos los zulianos rendir honor a sus cenizas.

Desde aquel programa, no volví a saber de JCF; supe que había tratado de ir a la Constituyente, igual que otros conocidos con rabo de paja que vieron frustrados sus anhelos. De pronto, de un tiempo hacia el presente, encuentro a JCF como conductor del programa A Punto que comencé a ver, pero al percatarme de su furibundo antichavismo, me dije: Este no logró algún cargo apetecido, no le “pararon” en algún proyecto o negocio i como muchos otros admiradores de Chávez en el ayer, se pasó a la podrida oposición, con un odio concentrado i un lenguaje difamador e insultante que, no le deja ver una sola cualidad en el Presidente, i cree que el proceso revolucionario bolivariano, es una farsa o un bochinche corrupto i corruptor. Valoró la Revolución como un simple cambio de gobierno cual sucedía en la IV República, donde la norma era, ahora me toca mí: quítate tú para ponerme yo. O como aquel célebre dicho adeco: “Pónganme donde haiga” (según conjugación del Caudillo Alfaro Ucero). Sin embargo, el artículo no se publicó en APORREA (que es el único sitio que tengo para escribir por la restricción o negación de mi libertad de expresión en la prensa marabina) i resolví no insistir, porque como me lo dijeron muchos amigos escritores, JCF es un personaje que no merece ocuparse de él.

Por ello jamás he vuelto a escuchar ese “punto” negro o falso en la televisión, pero ahora, cuando sintonizo por las tardes el programa LA RED, me encuentro con videos en los que este personaje (que todavía no sé si es militar retirado, periodista o abogado) proclama sus mentiras con una carota seria como de autoridad, i refrenda con barbaridades que no puedo tolerar, tal como meterse con el Libertador Simón Bolívar, i distorsionar sus palabras, su pensamiento, su obra i la gloria inmarcesible que conservará por los siglos, mientras exista este planeta i no lo destrocen prematuramente, los terroristas verdaderos del Imperio del Norte. El colmo del fanatismo dogmático i de la irreverencia histórica i biográfica sobre Bolívar, la ha expresado este gaznápiro que tal parece se presenta como cristiano, pero no pasa de ser un mediocre o de los que ni siquiera pueden llegar a mediocres, pero se cree, además, un analista político.

Este difamador i deformador de la verdad i de la historia, ha dicho que la metáfora de caminar por América Latina, la espada del Primer Ciudadano del mundo (¡Búscame en la historia otro más grande i universal!) es una falacia, porque las luces, la cultura i la ciencia que debemos seguir son de origen europeos antes, i hoi ¡norteamericanos! Verdad es que la cultura occidental se inició con el pensamiento griego desde Parménides; que corrió por las calles de Roma i que Jorge Luis Borges llegó a decir que los hombres cultos de América, somos griegos en el exilio, pero JCF, a quien creo de mui poca cultura inmaterial, debe saber que los norteamericanos son descendientes de guerreros anglosajones o de vikingos, por lo cual la guerra, el asalto i el robo de riquezas ajenas, es su principal cultura (i lo tecnológico i científico es herencia europea, especialmente alemana) pero que en lo cultural en las letras, en el arte i en el humanismo, están “bolos”, retrasados ante la cultura de los americanos por debajo del Río Grande, límites que impusieron robando por la guerra i las trampas, a su vecino México, “tan lejos de Dios i tan cerca de los Estados Unidos”. A un amigo mío, un ingeniero norteamericano le preguntó si Venezuela quedaba en África; a otros pregunta la gente de pueblo si vestimos igual a ellos o dormimos en camas, o el común o la gran mayoría, identificaban al país como “la tierra de Carrasquelito, de Luis Aparicio o del gran reservorio de petróleo”. Por eso, si no crees, además, lo que es Cuba actualmente, pese a más de 45 años de bloqueo (i yo la he visitado i tengo películas i fotos suficientes) i estimas que la cultura norteamericana es lo ideal, deberías irte a Miami i allá prueba si puedes hablar de Bush como aquí lo haces de Chávez, o no sé si recuerdas que una vez salió la noticia respecto a una hija de Bush, encontrada en un automóvil haciendo el amor i con drogas, por lo cual la orden de ese presidente esquizoide fue tajante: ¡Ni una sola palabra más sobre el asunto! I los medios de comunicación callaron para siempre. Para que sepas, creo que eres un ignorante sobre el Libertador i eso podría probártelo, demuestráme los libros que tienes en tu biblioteca i si son leídos. I si eres abogado, cuando escucho lo que opinas sobre cuestiones de derecho, de legalidades o ilegalidades, de justicia o de injusticia o sobre la Constitución Bolivariana (sobre todo cuando traes dinosaurios para entrevistar como aquel que alardeaba sobre la planificación del golpe de estado en un programa del “indefinido” Napoleón Bravo) creo que, como expresa el trajinado dicho, “pasaste por la universidad, pero la universidad no pasó por ti”. Ya sabía desde hace tiempo que tu entusiasmo por Chávez fue pasajero pensando en privilegios, cargos i dinero; pero que le metas con la figura del Libertador, es algo que no puedo tolerar i por eso te expreso mi indignación i combato tus mentiras i mediocridad, en este artículo.



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Roberto Jiménez Maggiolo


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