El mundo al revés, ahora el salario es el culpable de la especulación

Justo y necesario son las dos palabras que caracterizan el aumento salarial anunciado por el Gobierno Bolivariano. A pesar de las dificultades, el Presidente Obrero Nicolás Maduro defiende el poder adquisitivo de las grandes mayorías que con su sudor y esfuerzo construyen la Venezuela que se levanta por encima de la guerra no convencional y del más brutal ataque contra el noble pueblo venezolano. No es así en todo el mundo, donde las burguesías ponen sobre las espaldas de las y los trabajadores los costos de la crisis. La Argentina de Macri es un ejemplo, donde se ha duplicado la inflación a pesar de la reducción de salarios y los despidos masivos. Es un espejo en el que indefectiblemente debe verse la clase trabajadora venezolana, consciente de su papel en la mejora de sus condiciones materiales y espirituales de vida a través del trabajo y el esfuerzo común.

De tal manera, que el aumento salarial es una medida que mejora las condiciones de las familias venezolanas al acceso a los bienes y servicios, es decir, garantiza una mejor posición de combate a las y los trabajadores frente a los comerciantes e importadores en el medio de la puja redistributiva por las riquezas nacionales.

Sin embargo, han resurgido los argumentos más absurdos en la opinión pública contra las medidas salariales, infiltrados en el sentido común popular por la mediática y los opinadores a sueldo, sobre los aumentos de salarios como causa del alza especulativa de los precios y la quiebra de las empresas.

El primero de ellos, y el más nocivo, establece que los aumentos salariales incrementan la inflación. El correlato de este argumento es que las y los trabajadores para evitar que los especulen, deben conformarse con salarios de miseria. Es toda una falacia. La verdad es que existe una tendencia al alza especulativa de los precios por la naturaleza parasitaria del empresariado nacional. Con o sin aumentos salariales, los comerciantes e importadores arreciarían el despojo de las riquezas de las familias venezolanas a través de los precios.

Los formadores de precios -comerciantes e importadores- trasladan el aumento salarial a sus costos pero incrementado exponencialmente como están acostumbrados, a pesar de que la mano de obra es un componente realmente bajo en la estructura de costos. De allí que el argumento de la quiebra de las empresas sea una mentira mayúscula, debido a que éstos no sacrifican sus márgenes de ganancia sino que le cargan el peso a las y los trabajadores.

Es por ello que es necesario pero no suficiente un aumento salarial para restablecer el poder adquisitivo de las familias venezolanas. Es imperativo gobernar la economía, hacer respetar la constitución y las leyes, ejercer el poder del Estado para contener el alza especulativa, estabilizar el sistema de precios, regular las cadenas de distribución y comercialización y generar un ambiente de confianza propicio para transitar de la resistencia a la esperanza.

@JChavezcarora



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Julio Chávez

Diputado de la Asamblea Nacional e integrante d la comision permanente d energia y petroleo

 @JChavezcarora

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