El 7 de junio de este año, en la madrileña Plaza del Sol, se realizó una jornada de “ayuda humanitaria” para recoger medicamentos para Venezuela, donde estuvo Lilian Tintori y algunos políticos españoles en campaña. Hoy Venezuela requiere de medicamentes sin duda alguna, ya que simplemente desaparecieron de los anaqueles de las farmacias, así que este llamado conmovió a Madrid, que se desbordó en solidaridad, llegando a acumular, algunos dicen que 7, otros que sólo 1 tonelada, pero seguro lo suficiente para expresar tan inmensa solidaridad ante un problema real: no hay divisas en Venezuela para comprar medicinas, pero si para montar una cumbre de los Países No Alineados o para seguir pagando la deuda externa a los tenedores de bonos.
Hoy, casi un tercio de lo recogido se venció, y todo reposa en un depósito, sin que se haya podido enviar esa expresión de amor y solidaridad a un país afectado por el desgobierno de Nicolás Maduro. Pero la desgracia de Venezuela no sólo es su gobierno, sino su oposición, que monta un show en nombre de la solidaridad, para después incumplir, llegando al nivel de que según informaciones de medios de comunicación locales, los pañales para niños fueron vueltos a donar para ser distribuidos en Madrid.
Los que organizaron la recolecta, Aseved, que tiene como origen un movimiento “antipodemos”, son los responsables directos de lo que sucede, porque no previeron el costo del flete de las medicinas, y hasta la fecha no han podido resolverlo, lo que indica el nivel de organización y responsabilidad de dicha organización que se asocia con la señora Tintori para estafar a Madrid, en su extraordinaria nobleza, y a los venezolanos en su eterna desgracia de una polarización entre un gobierno mentiros e inepto, y una oposición a la que le encaja perfectamente los mismos adjetivos.
