Hay mucho dinero y muchos intereses detrás de la caída de la revolución para volver al control de nuestras fuentes de energía, materia prima y demás riquezas de nuestro país.

Los interesados son dueños del capital económico internacional y de las grandes corporaciones que en otrora estuvieron saqueando nuestra madre tierra.

Incluso el propio Comandante les expropió los grandes negocios donde se cumplía la lógica del sistema capitalista; "de una minoría acumulando capital económico sobre el infortunio de las mayorías".

Por eso odiaban a Chávez y odian la revolución, porque la Constitución y las leyes establecieron el nuevo sistema de distribución del ingreso para favorecer al pueblo, estableció la protección de trabajadoras, trabajadores, jubilados y pensionados, además del carácter estratégico de tener en manos del Estado la prestación de bienes y servicios esenciales para la vida como el agua, la energía y gas.

El Estado como tal era un gran conuco de quienes ostentaban el poder y aspiran volver, el negocio sólo era para satisfacer las elites del poder económico internacional y nacional, al perder estos privilegios "por culpa de Chávez" comenzaron a trabajar por su derrocamiento que hoy continúan contra el compañero Presidente Nicolás Maduro.

Así se fue convirtiendo en negocio la condición de opositor "pero el de jerarquía", los del barrio, la universidad y la calle son catalogados y asumidos por esta dirigencia como "el lumpen".

En las universidades se hizo tradición que la mayoría de los dirigentes fueran malos estudiantes, hasta el punto de dejarse raspar o perder años de estudio para no perder los negocios que han convertido en algo así como un pram, con esta clase dirigente es que se apoya la moribunda oposición para crear focos de violencia y operativizar el bachaqueo, hemos visto como estudiantes fracasados se han convertido en grandes comerciantes apoyados por "empresarios" vinculados a la oposición y al interés del incremento de su margen de ganancia.

Por otro lado están los guarimberos, estos son los más pendejos de la película porque son los que tienen que enfrentar la fuerza pública, ellos lo hacen por un pago pero son liderizados por "los dirigentes estudiantiles" antes mencionados.

En otro nivel están "los jefes" del archipiélago de partidos de la MUD en todos sus niveles: municipal, regional y nacional.

Cada uno de ellos jala para sus intereses, solo los une el odio visceral contra Chávez, el Chavismo y el Presidente Maduro pero no tienen proyecto alternativo, no ejercen la oposición que el país necesita y lógicamente, viven de la mentira y manipulación de las mentes que logran controlar con el apoyo de grandes aparatos propagandísticos del sionismo y el imperio.

Esos intereses se reflejan en la composición de grupos exclusivos y excluidos porque como dije al principio, hay mucho dinero de las corporaciones y de las mafias del narcotráfico subordinadas a los servicios secretos del imperio.

Esa fuente de ingreso es la manzana de la discordia, además de las aspiraciones candidaturales a todos los cargos de elección popular.

Resulta que nunca antes en la historia habían manejado tanta plata junta, los cínicos líderes de oposición hablan del hambre del pueblo mientras ellos se dan grandes banquetes y viajan por el mundo, pero del cinismo degeneran en apátridas que han sido capaces de pedir una invasión extranjera que les permita llegar al gobierno por la fuerza de la pólvora porque saben que con votos nunca volverán.

En todos sus niveles, estos "lideres" de oposición son muy machos para ofender en las redes sociales y en los medios de la derecha, donde curiosamente denuncian que aquí no hay libertad de expresión, pero cuando les cae la justicia comienzan a declararse perseguidos políticos y victimizarse ante la opinión pública, otros evaden la justicia y se van a Estados Unidos o cualquier país hostil a la revolución para pedir asilo político.

Por eso se hundió ese barco de papel mal llamado la MUD, ya los dirigidos están a punto de pasarle por encima a sus dirigentes quienes a su vez han comenzado una gira nacional para reafirmar su posición ante la alta jerarquía de algo que ya murió.

No sólo es la una patada de ahogados para tratar de salvar su pellejo sino para animar las corrientes radicales para dar el salto insurreccional que sera la nueva aventura de esta oposición mercenaria que sólo ve un negocio detrás de la condición de "jefes" de una oposición envenenada por la guerra psicológica.