Es conocidos por todos la lucha bíblica entre David y Goliat, de esa enseñanza religiosa quedó para la posteridad y en el imaginario popular, que no hay enemigo pequeño; por ello vemos como el chavismo y la dirigencia del PSUV desestima las acciones belicistas de la Mesa de la Ultra Derecha y sus connotados dirigentes, recuerdan a Capriles asaltando la embajada de Cuba, a Leopoldo López llamando a incendiar los CDI y las sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela que dejó como resultado 43 muertos; María Corina Machado, pidiendo violar la carta magna con la aplicación del artículo 350 -por decir menos- y el más notable de los notables, Ramos Aúpalo, manifestando que “hay que salir de estos coños e' madre del gobierno”, por suerte Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez, Mario Silva y claro está Nicolás Maduro, han alertado y dicho a los patriotas bolivarianos agrupados en el pensamiento de nuestro comandante Hugo Chávez, que debemos defender el suelo patrio. No estoy haciendo apología al delito, como tampoco lo hacen los antes mencionados, en solo que estamos obligados a defender la República, la nación el Estado, la constitucionalidad y la paz de los venezolanos.
Nos amenazan y nos asedian fuerzas nacionales y extranjeras: cuando Kerry manifiesta que le “preocupa que el Gobierno de Venezuela no tiende puentes para el entendimiento y el diálogo”, cuando Ramos Allup se hace el desentendido sobre el llamado del presidente obrerista: Nicolás Maduro, sobre la necesidad de dirimir las diferencias en una mesa de diálogo y cuando el bachaqueo o la corrupción de la quinta columna, estamos obligados a ver el tamaño del enemigo, enfrentarlo y neutralizarlo.
Insisto no estoy llamando a la violencia, pero lo ocurrido en la Asamblea Nacional el domingo 23 del presente mes, así como el mensaje de Gabi Arellana para generar violencia los días 26, 27 y 28 y por supuesto, toda la agenda gurimbera-terrorista del oposicionismo da cuenta que ellos quieren ver correr sangre y ese deseo no se diferenciará entre la sangre de un chavista o un oposicionista, más entre la sangre de los altos dirigentes de la MUD, sus acólitos y derivados quienes al ver la candela se irán a sus casas a ver el problema que originaron por televisión y redes sociales, esa diferencia de tonalidad rojiza si se diferenciará.
Ellos están claritos que ven a sus enemigos políticos desde otra perspectiva, no es casualidad que CNN, FOX, New York Time, El País de España, El Mercurio de Chile, el gobierno de Mariano Rajoy, el de Obama, Macri, Temer y otros tantos, mantienen una campaña de descrédito a todo que huela a bolivarianismo y el nombramiento de Cardenal al simpático de Baltazar Porras adereza el coctel molotov de la MUD, ellos saben que la administración chavista, la de Nicolás Maduro debe ser bombardeada desde diferentes flancos, sin misericordia, mas cuando Chávez aquel glorioso 13 de abril de 2002, dijo con el Cristo Redentor en las manos: “Por favor este país es de todos”, la oposición nunca, pero nunca entendió que Chávez hablaba de amor, de paz, de armonía, de encuentro entre hermanos; lo que el oposicionismo entendió fue que Chávez y todos sus seguidores son una cuerda de mareaos, miedosos, que no quieren pelear. ¡Ah! Pero Chávez ya no está físicamente y es a lo que se refiere Diosdado, Mario y Jorge. La pelea es peleando camaradas.
