Cuando todos, quizás hasta el Vaticano y la Unión Europea, suponíamos que estaba abierta una vía para que Gobierno y oposición examinaran la crítica situación del país y se encontraran soluciones y respuestas a muchas interrogantes, una de las partes, la oposición, sorprendentemente y sin ninguna explicación razonable, anuncia que no participará en ese encuentro programado para Margarita el domingo.
Echar a un lado esa vía negociadora y democrática, y vistos los antecedentes mas recientes, desde la resolución de la Asamblea el pasado domingo, el agresivo y grosero discurso del presidente de la AN contra el ministro de la Defensa, el llamamiento a un paro en todo el país, la decisión anunciada de suspender en la Asamblea Nacional al Presidente de sus funciones por un supuesto negado de abandono del cargo y su llamado a la OEA a aplicar la
Carta Democrática a Venezuela, para finalmente pretender anunciar en Miraflores las medidas contra el Presidente, significan que lo que buscan es una salida violenta, o un intento de golpe parlamentario, como ha sido denunciado.
Ante esa situación, lo que dejan planteado es el camino de la violencia, que seguramente tendrá diversas expresiones y eventualmente el concurso de factores externos. Frente a esa política, el Gobierno, con los sectores populares y la Fanb, sabrán dar la respuesta oportuna y disuasiva que preserve la democracia.