Yo creo que con esto de la candidatura del conde del guácharo los únicos que deben estar muy preocupados son los precandidatos de la ¡y que oposición! ya que de entrada se ha visto que la popularidad o aceptación del nuevo payaso supera la de todos ellos juntos, algo por lo demás nada difícil teniendo en cuenta los bajísimos porcentajes que reflejan todas las encuestas, con la diferencia de que esa popularidad o aceptación se da, fundamentalmente, entre los mismos componentes de esa ¡y que oposición! disociada que con tal de salir de Chávez serían capaces de votar hasta por el mismo Satanás si se presentara como candidato y seguramente que se aferrarán, o aferrarían, a este clavo ardiente que consideran su salvación, reafirmando aquello que todos conocemos desde hace tiempo, es decir, que “Chávez los tiene locos”.
A mí nunca me ha gustado dar consejos y me cuesta hacerlo aun cuando me lo pidan pero este es un caso que, a mi modo de ver, no afecta para nada a quienes respaldamos el Proceso que lidera el Presidente Chávez y, en consecuencia, no deberíamos inmiscuirnos, ni siquiera haciendo alusión al mismo. En verdad que es un problema muy serio, para la ¡y que oposición!, entonces dejemos que sea ella misma la que lo resuelva.
En cuanto a mí concierne no pienso volver sobre este tema que me parece absolutamente irrelevante, aunque no insignificante porque es otra forma más de tratar de minar las bases del “Rrrrégimen”, que piensan que es más inteligente que las otras formas que han utilizado anteriormente en las cuales cada vez les ha salido el tiro por la culata. Y si no, recordemos el golpe de estado, el paro petrolero, el show de la Plaza Altamira, las guarimbas, etc., En cada una de esas oportunidades el pueblo fue el protagonista al no hacerle el juego a la ¡y que!, pero como son brutos y no hay más remedio que decirlo, seguirán adelante en su proyecto de convertir las elecciones en un espectáculo en el cual contendores serían el Presidente Chávez y un payaso, si es que ese payaso no se retira.