Yo me creía curado en salud con esta alocada oposición. Nada de lo que hagan me puede sorprender, he afirmado en reiteradas oportunidades; pero me equivoqué y de que manera.
Increíble me resulta la actitud que a través de sus medios de comunicación ha asumido esa oposición que siempre he considerado irresponsable, pero que ahora se me antoja horrorosamente desquiciada.
Me refiero al placer y la felicidad con que se comenta en dichos medios la matanza de civiles que ejecuta el ejército israelí en Gaza y el Líbano.
Tengo que reconocer que nunca llegué a imaginar que el odio a Chávez los llevara a festejar un genocidio como el que ocurre en el Medio Oriente.
Ya los había visto celebrar el triunfo de un delincuente como Álan García en el Perú y respaldar el fraude electoral cometido en México, sólo por estar en contra de la posición del gobierno venezolano. También los había visto luchar para que no le dieran clases a sus hijos y hasta respaldar las intromisiones del gobierno norteamericano en nuestros asuntos internos; pero celebrar la matanza de niños, mujeres y ancianos sólo porque Chávez la rechazó es no solo asqueroso, sino que ya raya con una insanía mental de proporciones descomunales.
Puedo entender que el odio que los medios han sembrado en el alma de muchos, haya contribuido a que algunos admiradores de Fidel hoy sean enemigos de la revolución cubana; que otros hayan destruidos los discos de Silvio Rodríguez y Alí Primera porque Chávez se ha declarado admirador de ambos e incluso que sientan admiración por un tipejo como George Bush; pero dejarse corromper el alma hasta el punto de rebuscar argumentos para justificar los asesinatos ya mencionados, es algo que de verdad no esperaba de esa gente.
Definitivamente el veneno que llevan en el alma los está convirtiendo en monstruos. Odian a muerte a todo aquel que le brinde respaldo al gobierno de Chávez y adoran a cualquier idiota que como Pat Robertson u Orlando Urdaneta sugieran que hay que asesinarlo. LLegan hasta el extremo de negarle los primeros auxilios a un ser humano, simplemente por ser chavista.
Supongo que si el Papa llegara a afirmar que el gobierno venezolano es un gobierno democrático y preocupado por los humildes, de inmediato se convertirán en ateos.
Dios libre a la pobre madre de alguno de estas bestias, si llega a declararse chavista.