Los méritos de Manuel Rosales

Al fin la oposición tiene candidato y como les adelanté no fue escogido en elecciones primarias. Es que sólo a unos gafos como los que militan en Súmate, se les podía ocurrir que una elecciones primarias, al más puro estilo del Partido Republicano gringo, podía beneficiar a una oposición dispersa, sin liderazgo y sin poder de convocatoria. Triste, por cierto, el papel desempeñado por el cura Calderón, Vicente Brito, Froilán Barrios y otros. Sólo la falta de dignidad puede justificar el ridículo que a conciencia hicieron.

El hecho es que Manuel Rosales es el candidato de la oposición y aunque les aseguro que no llegará a diciembre, no es ese el tema que en esta nota hoy quiero tratar. Voy a dedicar el poco espacio del que dispongo, para intentar demostrar a aquellos que piensan que Rosales no tiene méritos para ser el candidato de la oposición, que están equivocados.
Antes, sin embargo, debo dejar en claro que comparto la opinión de quienes piensan que Manuelito no calzaría nunca los puntos para ser candidato de ningún sector progresista o revolucionario y mucho menos para ser presidente de la República Bolivariana de Venezuela; pero para ser candidato de la oposición venezolana le sobran méritos. Veamos por qué afirmo esto.

A pesar de haber sido diputado de la extinta Asamblea Legislativa del Estado Zulia por un solo periodo, Manuelito se las arreglo para que esa institución la otorgara una jugosa jubilación. ¿No es ésta una actitud que lo hace un digno representante de la Cuarta y un mérito que pocos precandidatos podían exhibir? Claro, estoy conciente que este mérito no es suficiente, pero no negará usted que puntos a su favor le suma.
Fue Manuel, quien en representación de todos los gobernadores, firmó el acta aquella que mandaba al mismísimo demonio nuestra democracia y otorgaba poderes faraónicos a Pedro el breve. En esos días, para completar la faena, ordenó el allanamiento de instituciones del estado como Corpozulia y desató una persecución política pocas veces vista en el estado.
¿Qué me dice ahora? ¿Es o no el candidato ideal de la oposición? Creo que aún duda, por lo que me permito seguir mostrando su currículo.

Manuel se atreve, claro que se atreve. En occidente, se atrevió a ser él líder de aquel sabotaje petrolero que costo varias vidas de inocentes; causó un daño irreparable al Lago de Maracaibo, gracias a los derrames que provocaron; ocasionó perdidas al país, superiores a las reservas internacionales que teníamos para ese momento; sometió a un grave riesgo a miles de ciudadanos con la salvajada del Pilín y León; quebró centenares de pequeñas empresas y trajo grandes penurias a la población en general.
Pero hay más, Manuelito es el jefe de una policía que en lugar de velar por el orden público se dedica a la extorsión, el secuestro, al robo de vehículos y al cobro de vacuna. En esa policía, aunque usted no lo crea, se condecora a los funcionarios en función del aporte económico que sus delitos le den a la mafia. No podía ser de otra manera, si López Sisco es el jefe de seguridad de Rosales. Si usted recuerda la matanzas del Amparo y Yumare y el grupo que dirigía Posada Carriles, usted recuerda a López Sisco.

¿Convencido? No se preocupe, su historial es largo y puedo escribir diez notas como esta.
Es público y notorio que al gobierno norteamericano no le agrada la política que en defensa de los precios del petróleo ha impulsado el presidente Chávez, menos puede agradarles el aumento de las regalías y la eliminación de concesiones disfrazadas de convenios operativos. El golpe, las guarimbas, el sabotaje petrolero, el sainete de Altamira, la campaña internacional y el bloqueo han sido intentos infructuosos para salir de Chávez; pero el más ruin de todos fue aquel que intentaba crear una república independiente en el Zulia, dividiendo el país sólo para garantizarse el control de los yacimientos petrolíferos. ¿Adivina quien promovió y financió ese movimiento separatista?

¿Sé da cuenta? Pocos podían competir en méritos con Rosales dentro de esa oposición.
Lamentablemente se me acaba el espacio, pero lo invito a que visite las principales ciudades del Zulia (San Francisco, Cabimas, La Concepción, Ciudad Ojeda, Lagunillas, La Villa del Rosario y otras) para que conozca la gran obra de Manuel y si aún le sobra tiempo, deténgase una mañana frente a su gobernación y cuente las protestas que los maestros y policías jubilados, los bomberos, las enfermeras y los empleados de la gobernación hacen para pedir que les paguen.
Amigo, la oposición no necesita un candidato preocupado por la democracia, ni por el futuro del país; mucho menos por el destino de los humildes. Ellos necesitan un hombre con los méritos de Rosales.


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Alexis Arellano


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