Durante un siglo o más Venezuela fue tomada por las mafias empresariales, las mafias dependiente del petróleo, aquellas parasitarias del petróleo, los capitalistas, se puede decir sin temor a equivocarnos, que ellas son responsables principales conjuntamente con el Estado burgués, de la cultura del rentísmo petrolero, la corrupción del Estado fue su producto, la usurpación del poder soberano, de los recursos petroleros, todo lo manejaban como "La Cosa Nostra", crearon en el país un pueblo dependiente de las importaciones, diezmaron sus fuerzas creativas, y ahora pretenden después de Chávez, arremeter de nuevo contra los poderes públicos, debilitar la sociedad, la cohesión social, desmantelar el estado nación, acabar con los símbolos patrios, los valores fundados por Bolívar, la independencia, la soberanía, el derecho de la autodeterminación. Esa mafia de la burguesía resentida por la distribución de la renta petrolera que en el pasado la beneficiaba absolutamente, ahora se alza contra la revolución bolivariana, irrespeta las leyes de la República, financia la contrarrevolución, la guarimba fascista, ataca los bienes públicos, se comporta como terrorista, comete todo tipo de crímenes, violenta todo el orden constitucional, su meta es reapoderarse de nuevo de la distribución de la renta petrolera, del Estado.
Esas mafias han activado de nuevo su poder mediático, su poder económico y político, es por eso que vemos desde hace dos meses de nuevo la guarimba fascista, a lo largo de estos casi dos meses de protestas. Desde comienzos de abril hasta los días que llevamos del mes de mayo el saldo de víctimas –nos declara el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social– ha sido de 44 muertos y se han dado 946 manifestaciones. Todos se preguntan, ¿de quien es la culpa?, la oposición se desmarca, se victimiza, no asume su responsabilidades por las muertes, por los heridos, pese a ser los convocantes, diría algo así como dicen las fuerzas armadas de los Estados Unidos, "daños colaterales", pero todos sabemos que las protestas que auspician las mafias no son pacíficas, que existen factores políticos de la oposición que han abandonado la política, ya no respetan la vida, han pasado a otra fase, a la guerra por otros medios, las escaramuzas de calle, colocando troncos, ramas, basura, escombros, y cuanto obstáculos consigan para detener el tránsito, la circulación entre otros derechos, mejor dicho, ellos, el ala extremista de la oposición tratan de desestabilizar el país, imponer una agenda de violencia, de terror al margen de la Constitución.
La pregunta es, ¿hasta cuándo la oposición abusara de la guarimba, abusara de la paciencia del pueblo, del terror en la calle, de las violaciones de los derechos sociales al estudio, al trabajo, al parecer, la oposición perdió la sindéresis, la capacidad de dialogar, ha perdido el sentido de la política, siembran desorden en todas las vías, destrucciones dejan a su paso, los árboles, los daños y saqueos a empresas, en especial los bienes públicos, los centros de atención médicas en los barrios, los hospitales, las escuelas, los autobuses, nada justifican esas acciones, reclamar con violencia siembra más violencia, de manera que no es la lucha por mejores condiciones de vida lo que los anima, solo ver como destruyen un país, viviendas, establecimientos públicos, unidades de transporte de alimentos, combustibles, todo, explica su conducta fascistas, atentando contra las misiones, de hábitat y vivienda, de transporte público. Con ello perdieron toda sensibilidad política, haciendo del desorden una forma de vida, un extravió de su libertad.
Hoy la oposición con su guarimba fascista abusa del pueblo, de su credibilidad, de su paciencia, de su tolerancia, de su tranquilidad, no hay día en que no lo ofendan con sus "protestas pacíficas" que de pacificas no tienen nada, rompiendo las reglas de la democracia política, dicen defender la doctrina de la paz y la democracia, pero juegan al fascismo, simulan luchar por la libertad cuando en verdad siembran violencia a su paso, aunque sea hacen pasar como héroes de la democracia, de la libertad, luchadores por la dignidad, la justicia, en verdad son un grupo de individuos fascistas que pretenden asaltar el poder, cometiendo todo tipo de actos inconstitucionales, nunca han aceptado el gobierno chavista, las derrotas electorales, y por eso, han caído en tantas bajezas, ahora con incendiar la casa natal de Hugo Chávez Frías, tumbar su estatuas, quemarla, han caído en acciones viles, condenables, en acciones delincuenciales, en saqueos de todo tipo, en actos de linchamientos, vale decir en todo tipo de bajezas, reproduciendo el anterior golpe de estado contra Chávez, ésta vez contra Maduro, invocando una salida inconstitucional.
Con estas acciones violentas, con estas protestas violentas, con estas guarimbas fascistas, la burguesía empresarial de este país y sus partidos políticos organizados en torno a la Mud nunca volverán al poder, mas nunca volverán a beneficiarse del petróleo de la manera grosera como en el pasado se servían sus beneficios y prebendas, no volverán sus partidos burgueses ahora fascistas, no volverán a secuestrar los poderes del pueblo, su soberanía, sus riquezas, ellos se han deslegitimado con su violencia, con su fascismo, con sus intolerancias políticas, con su desorden, con su caos, con sus guarimbas, eso es lo que son unos resentidos frustrados, buscando represión y muerte, la excusa perfecta para transformar el odio en muerte, en guerra civil, se han degradado tanto de la política hasta descender al infierno.