Los resultados electorales tanto de las presidenciales como el ratificatorio dieron las cifras del 60-40 cuando la oposición unida fue a las contiendas, no significa para nada que estas se mantengan por diversas razones, entre ellas, el sector de la oposición que propugna el abstencionismo y la obra de gobierno y pueblo en la construcción de una nueva patria esto, si a la buena de Dios ocurre a PTN (presión y temperaturas normales), es decir que no se retiren al final. Muy bien, conocemos del papel que el imperio juega en el devenir político inmediato que podría torcer como así parece, la participación en las elecciones, es la carta debajo de la manga.
Recorramos el asunto de las encuestas, el propio presidente ha hecho alusión a las mediciones realizadas por empresas que en el papel están situadas en el campo opositor y se ha mencionado como punta más del 70% de apoyo al presidente en algunas de ellas, otras señalan una intención de voto del 55%. La meta de los revolucionarios es alcanzar 10 millones de votos, ahora bien, coloquemos la población apta para votar en 14 millones, esto quiere decir que obtendríamos en razón del 60%, la cantidad de nueve millones si la abstención es relativamente baja.
Dicho esto, pasemos a analizar la real y verdadera situación del voto duro y el voto menos duro por ponerle un nombre, de aquellos que votarían por Chávez. Qué reflejan las encuestas a estas alturas del juego, evidentemente que la intención del voto para Chávez no es casuístico ni virtual, hay una intensa obra de gobierno, un proyecto de país, la tendencia irreversible hacia la inclusión social a través de la asociatividad para el trabajo, las misiones educativas y de incorporación al trabajo a partir de las cooperativas, empresas de producción social y la cogestión y lo más importante para la población es la identificación del enemigo histórico productor de atraso y miseria para el pueblo, de allí la lucha antiimperialista y de lucha interna en contra de sus lacayos y mercachifles de la política interna y una propuesta de Socialismo que no ha sido rechazada.
Con relación a los porcentajes del título, bien valdría la pena recordar el comentario del comandante Fidel, sobre la preocupación del 40% del voto de la oposición y el cual debe reducirse, fundamentalmente porque de ese porcentaje, no menos del 25% es de gente de clase media baja y pobre, la pregunta entonces sería, la revolución ha penetrado ese segmento tan importante a través de lo hecho y actuado en materia económica y social, creemos que un buen porcentaje de estos mantienen una posición de transición hacia el apoyo al presidente luego de haberse deslastrado de la propaganda mediática.
Es allí precisamente donde hay que poner el acento y el esfuerzo, la campaña por venir de la oposición es la de penetrar este conglomerado y convencidos están o al menos lo intentarán de centrar la publicidad en los que ellos llaman “el chavismo arrepentido”, abonando la situación de la inseguridad pública y la corrupción como principales debilidades del proceso revolucionario. Nada hay tan importante en estos momentos que intensificar de manera audaz y perentoria la consolidación del voto chavista a través de la elevación de la conciencia revolucionaria, ciertamente el 60-40 debe modificarse para darle el golpe contundente que requiere el proceso.
Es bueno señalar además, que la estructura candidatural de la oposición está en el juego Rosales- Rausseo , el primero impuesto por el imperio a como dio lugar y el segundo jugando al comodín, porque es lo que es este candidato payaso, el globo de ensayo está en marcha y debemos detectar cada paso, cada movimiento para no perder la estrategia, es la hora definitiva para redefinir la vía al socialismo y profundizar los cambios necesarios, en este sentido todos debemos abandonar el triunfalismo y embanderar la lucha, cuidar y vigilar cada hecho, cada declaración, cada movimiento, la oposición tiene una estrategia de abandono al final de la campaña cuando se confirme la intención de voto definitivo que produzca la reelección del presidente, no es hora de discusiones estériles ni conformistas, el juego está en cruzar la meta el 3 de diciembre, victoriosos y fortalecidos, no hay otra.-
