En artículo anterior, relacionado acerca de la curiosa y hasta cantinflérica manera como la MUD asume el asunto del diálogo, en una como abierta manera de burlarse del interlocutor, los mediadores y hasta de sus seguidores, optamos por no mencionar, de manera deliberada, lo relativo a la propuesta de someter lo acordado a referendo. Pues, a nuestro parecer, eso merece un análisis aparte. En ese artículo sostuvimos que la oposición, sobre todo la más radical, pareciera concebir al gobierno como derrotado y, en consecuencia, a ella como triunfante. Ven un campo de batalla donde las fuerzas enemigas están diezmadas por la pérdida de vidas, soldados en fuga y el resto que sigue allí como en desorden y sin disposición para seguir combatiendo. Por eso proponen se le acepten cosas como quien dicta un acta de rendimiento del adversario. Es pues todo un escenario acomodado para que sus análisis parezcan coherentes e inventen una "realidad" suya y, al mismo tiempo, den la sensación a sus seguidores de manera se sientan satisfechos y muy bien interpretados y mucho mejor correspondidos.
Hoy he leído que el señor Leopoldo López, en un nuevo gesto de desafío, pese las condiciones de su detención, dejó saber por tuiter de su posición sobre el diálogo, que es la misma de la MUD, en la cual también se solidariza con eso del referendo.
Pero la realidad pareciera decir otra cosa. Como que durante el simulacro de votación organizado por el CNE para probar la operatividad del sistema la asistencia de votantes fue asombrosa y el 30J, para elegir la Asamblea Nacional Constituyente acudieron a votar 8 millones de venezolanos, sin que de eso a nadie, hasta ellos mismos, aunque no lo reconozcan, no les queda ninguna duda. Se produjeron hasta actos heroicos como los del Táchira, donde los votantes desafiaron toda la adversidad para cumplir el reto. Además, se instaló la ANC, pese lo que se pueda opinar sobre ella y la pertinencia de las expectativas generadas y los violentos guardaron todo su arsenal, de donde uno concluye que algo tuvo que ver todo lo anterior con esto.
Aparte de la pincelada anterior, habría que mirar lo pintado por las recientes elecciones primarias de la MUD, donde las imágenes revelan un panorama diferente. Lo primero por observar es que allí la abstención fue descomunal, tanto que en el Zulia, se habló de unos siete mil votantes donde esperaban mucho más de sesenta mil en un ámbito específico. Pero hay algo más, los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular, los cuales se muestran por demás radicales y desafiantes, salieron particularmente lesionados o muy desmejorados en esa consulta. Pero hay más, esos resultados electorales, de los cuales hasta el mismo señor Guanipa, alto jefe del partido de Capriles, intentando defender su candidato por Aragua frente a Ismael García de AD, admitió que en el resto del país les había ido muy mal y de paso dio una "pequeña" muestra de cómo están de distanciados y peleados los factores de la MUD. La inconformidad con los candidatos electos es manifiesta y esas confrontaciones hasta violentas, como la que protagonizó el dirigente de Primero Justicia ya mencionado, que se reprodujeron en muchas partes, abonan más sobre la amenaza de abstención.
Según información dada por un diario afecto al bando opositor asegura que AD ganó 13 de las 19 candidaturas a gobernadores en disputa. Lo que también habla de cómo la votación de PJ y VP, bajó ostensiblemente y sobre todo cundió la abstención, todo por la política indescifrable, por decir lo menos, de esos partidos.
Tanto desconcierto allí prevalece que el Alcalde de Baruta y miembro de la MUD, Gerardo Blyde, admitió lo que antes afirmamos, lo de la fuerte abstención en las primarias, por lo que según él, solo tienen "un mes para convencer a sus simpatizantes" para que ejerzan el deber del voto. Su preocupación es tal que dijo que a sus electores se les debe convencer que voten y "a no entregarse". También es importante señalar como Blyde, de los grupos opositores más radicales, lo que no quiere decir que lo sea él, cuestionó lo de "poner fechas para salida de Maduro". Siendo esta práctica opositora, la que le ha impulsado a apelar a cualquier procedimiento, hasta lo inconstitucional, como la violencia, la que terminó causando estragos en el ánimo de esos que Blyde llama "simpatizantes" y agregó que esa tendencia a la abstención del votante opositor podría hacerles perder las elecciones regionales.
Lo anterior podría inducir más a la oposición a no acogerse a los procederes constitucionales y ni siquiera a los acuerdos de diálogo, pese estos se atengan a las condiciones o garantías, como las llama Luis Florido, por ellos propuestas. Pareciera prevalecer la idea de dejar abierta la puerta pese lo que digan las urnas, sobre todo si estas no les favorecen. Por eso, acuden a los llamados de diálogos, porque les resulta imposible evitarlos, pero lo niegan y hacen lo imposible, hasta el ridículo, para ocultárselo a sus seguidores o en cualquier caso engañarlos porque no encuentran como conciliar eso con las ofertas y llamados a guerra que tantos males han ocasionado. De aquí la opinión del Cardenal Urosa, muy centrado en el interés político y no en el del mensajero de Cristo, no en vocero del catolicismo del cual forman parte partidarios del gobierno o no, pero contarios al bando opositor y los partidarios de este, según la cual "el reinicio del proceso de diálogo es extemporáneo", pues según él, hablamos del Cardenal, lo que se trata es de sacar al gobierno.
Todo esto parece historia vieja y como una crónica de la cual ya nos sabemos el desenlace. Si el diálogo y hasta las elecciones regionales y al final las nacionales no favorecen los planes de la MUD y el Cardenal, la política continuaría por "otros medios", la guerra.
Dentro de este plan aparece eso que llamaremos "nuevo"; lo de proponer un referendo para consultar lo acordado. ¿Qué sentido racional tiene eso? ¿Llegado a unos determinados acuerdos se llamaría a un referendo popular para su aprobación? ¿En esa contienda electoral que actitud asumiría cada bando? Suponemos que los firmantes del acuerdo, MUD y gobierno, acudirían a ella bajo una misma bandera, pues se trata de la oferta de ambos? ¿Qué sentido tiene eso? ¿Habría la posibilidad que quienes se acuerden en el diálogo, gobierno u oposición asuman luego posiciones discrepantes en la contienda electoral por el referendo? ¿Sería repetir aquello de aprobar en Constituyente en 1999 la Constitución vigente y luego a votar contra ella, con el agravante que esta vez, los resultados del díalogo no saldrían de la aprobación de un bando con mayoría sino por la aceptación de todos?
Por más que lo pienso no le veo por dónde le entra el agua el coco; salvo se trate de una maniobra opositora para lavarse el rostro ante sus muy radicalizados "simpatizantes", como los llama Blyde, engañados con la oferta de "Maduro vete ya" o al gobierno lo sacaremos en breve "salga sapo o salga rana", por cualquier vía. Quizás piensan también los más radicales que, pese lo que acuerden en el diálogo, en un referendo podrían negarle valor aquello, tomando en cuenta el grado de exaltación de los suyos, lo que refleja la posición de la iglesia. Como dato curioso vale pena tomar en cuenta que en una encuesta que habitualmente hace un diario local, donde los resultados suelen ser los mismos, dado la inclinación de los que ella atienden por internet, ante la pregunta ¿Está usted de acuerdo que se reinicie el dialogo, el 75 por ciento dijo NO y apenas el 25 SI? Respuesta esta que, como las que refleja ese diario, nunca coincide con el verdadero interés colectivo. Pues sería absurdo pensar que el venezolano mayoritario se manifestaría contra la paz.
Pero de repente, cuando menos lo esperaba, se me vino la imagen de Uribe y lo acontecido en Colombia cuando se sometió a referendo el acuerdo de Paz. La oposición posiblemente "inspirada" o quizás hasta asesorada por Uribe, optó por jugar una doble carta. Optar por un referendo que si resulta aprobatorio, le serviría para lavarse los pecados, conducta oportunista y zigzagueante, falta de coherencia ante sus electores. En caso contrario, como sucedió en Colombia, desaprobado, tomarían aquello como una catapulta para continuar con sus prácticas y también aparecer con el rostro limpio sin bañarse.
Es pues, toda una estrategia que maneja muchas opciones, menos paz y justicia que, con ansia espera el venezolano sometido a un asedio tal que le hace la vida insoportable.
En todo caso, como cuadra el círculo, el gobierno no procedería mal si le toma la mano al bando opositor en esa propuesta de referendo.