Rosales: demagogo de postín

El termino DEMAGOGIA es una expresión de origen Griego magistralmente utilizada por Aristóteles para designar una forma degenerada de ejercer la Democracia donde se evidencia el despotismo de una persona o grupo social que pretende asumir la representación de las masas. De allí se desprende que DEMAGOGOS son aquellas personas que juegan con la credulidad y necesidades de la población para satisfacer intereses particulares. Hoy, este termino se utiliza para caracterizar a los políticos o gobernantes que halagan al pueblo con falsas promesas o actos engañosos, que pretenden seducir a las masas con impactos emocionales, mas que participación activa, conciente y productiva.

Desde esta perspectiva conceptual podemos calificar a Manuel Rosales como un DEMAGOGO DE POSTÏN. Un hombre que pretende engañar al pueblo Venezolano con una oferta electoral que traduce una actitud profundamente demagógica. Una engañosa oferta electoral que se reduce a la supuesta distribución del 20% del ingreso petrolero entre las familias ubicadas por debajo de la línea de la pobreza, a través de una tarjeta plástica (especie de debito mensual), segregadamente bautizada como “Mi Negra”. ¿Por qué Rosales no ha aplicado este programa con los cuantiosos recursos financieros de la Gobernación del Estado Zulia para beneficio de los Zulianos?

La conducta demagógica de Rosales se puso en evidencia desde el momento en que formalizó su inscripción como candidato Presidencial. Arrancó desde la Plaza Morelos en una caminata que nos recordó la campaña de Carlos Andrés Pérez (1.973) cuando salió a brincar cada charco que encontraba a su paso, se cobijó con el lema “Ese hombre si camina, va de frente y da la cara” y ofrecía lo que primero se le ocurría. Rosales ha dicho “Atrévete” recurriendo a un elemento emocional que pretende demostrar que no es un cobarde que “va de frente y da la cara”. Rosales se parece a CAP en su desmedida demagogia, pero carece del carisma que (en su momento) tuvo ese nefasto hombre que, como Presidente de la República hipotecó el país, saqueo el Tesoro Público, derrochó nuestra riqueza petrolera para sembrar el país de hambre, miseria, desempleo y exclusión social.

Rosales es un fiel y consecuente heredero de la cúpula Adeca. Demagogo de postín. No se cansa de hacer promesas que nunca cumpliría. Ha centrado su propuesta electoral en ofertas demagógicas con el objetivo de contrarrestar el efecto de las Misiones Educativas y Sociales. No tiene la valentía de criticarlas aunque no comparte su objetivo social. No se atreve. Promete mejorarlas y su verdadero objetivo es acabarlas porque las interpreta como un gasto y no como una inversión social. Su visión neoliberal no le permite comprender la trascendencia de las Misiones y se embelesa haciendo demagogia con un supuesto apoyo que se convierte en otra oferta electoral que no cumpliría.

Rosales a pesar de carecer de carisma se convirtió en la última alternativa de la oposición. Ha recibido un incalculable apoyo mediático y un inmenso impulso financiero desde el Gobierno de los EEUU. Su fundación “Mil bolívares para Manuel” recibió durante el mes de agosto Bs. 1.627.000.000,oo y hasta los momentos no ha podido rendir cuentas ante el CNE porque no pueden demostrar el origen de tanto recurso financiero, ni las fuentes legales de financiamiento.

Aunado a su desbordante DEMAGOGIA, Rosales se hace acompañar de un equipo conformado por gente que protagonizó ese oprobioso pasado que sumergió el país en la pobreza en medio de la abundancia petrolera. Su comando de campaña está integrado por legendarios representantes de la corrupción e históricos miembros de la cúpula Adeca en decadencia como Omar Barboza y Angel Emiro Vera (ambos encargados de las finanzas de la campaña).

Desde el momento de su inscripción como candidato, Rosales se conforma con repetir su slogan vacío, su comando de campaña se deleita anunciando que ya el candidato ha caminado 150 kilómetros y ahora buscan un segundo aire con la propuesta mas demagógica en la historia política Venezolana: El supuesto reparto del 20% del ingreso petrolero a través de una tarjeta plástica denominada “Mi Negra”. Una propuesta para encandilar al pueblo y tratar de debilitar el efecto de las Misiones Educativas y Sociales.

Rosales como buen representante del pasado y fiel heredero de la cúpula Adeca seguirá transitando el camino de la demagogia y el engaño sin percatarse que este pueblo hace tiempo que se apropió del rostro indecente de los enemigos de la Patria. Del rostro de los hombres que no escatiman esfuerzos para tratar de engañar con ofertas electorales que los desvisten como DEMAGOGOS DE POSTÍN.


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Darío Morandy


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