La estrategia del Frente Ancho (y ajeno) con la candidatura de Falcón

Falcón anda deshojando la margarita: "Voy o no voy, voy o no voy…", entretanto se mueve para salir de su propio formato y lo vena como la única manera de salir "del comunismo de Maduro". Él promete dólares baratos, promete comida al alcance de todos los bolsillos; "eliminar el hambre", volver al FMI, reconciliar a los venezolanos a fuerza de olvidarse del pasado, trabajar con Fedecámaras… Pero todo, promete anularse como hombre conflictivo y dejar hacer…, DEJARSE, pues. Que lo toqueteen, batuqueen, mingoneen y chanchoneen.

Pero está muy vacilante, en un permanente sube y baja sicológico: un día cualquiera puede aparecer ante los medios diciendo que el Presidente Maduro ha violado el acuerdo que la oposición firmó ante el CNE y que por lo tanto él se retira (con toda la pompa de su enclénquica y lánguida figura). Esta podría ser una manera soberbia de mantener vigente la visa que le otorgan los gringos para quienes deliran por ser acogidos en el rutilante Norte, a los que les encanta divertirse visitando Disneylandia, gozando del esperpento de los rascacielos, de los mascadores chicle y de las bellezas de plástico. En retirándose piensa él, cerraría con gallardía otro espectáculo de la guerra contra Maduro, como todo un gran demócrata capaz en pose cuadrúpeda para recibir los parabienes, por ejemplo, de un canalla arrastrado como Luis Almagro.

Pero también, la derecha podría estar barajando otro escenario (traicionero como todos ellos) a los que habría no obstante que meterle muy bien el ojo.

Como considera que Falcón es un simple muñequito de guiñol, un vulgar muppet de los pareceres de la derecha, podría probarse armar desde Washington (y con los negociantes de Luis Almagro) una trampa bien criminal y a la vez bufa; darle bajo cuerda apoyo con todos los hierros a la candidatura de Henry Falcón.

La idea sería proyectar bajo cuerda (insistimos) con harto billete verde al postulante de Avanzada Progresista, para que a la postre (de salir triunfante) resulte una especie de Kérenski (en una estratégica interpretación del leninismo al revés). En dos platos: resultaría mucho más fácil tumbar a Falcón que a Maduro.

Ramos Allup, en referencia a esta posible estrategia, dijo al señor de encargado de negocios de la embajada gringa en Venezuela, míster Todd Robinson: "-Después de todo, no hay peor cuña que la del propio plátano…".

Pero en la idea de los grandes jeques de la extinta MUD (Capriles, el mismo Ramos Allup, Florido, Borges, L. López, María Corina Machado,…) es siquitrillar sin conmiseración alguna a Falcón siga o no siga moviéndose al bello son que le tocan sus propios calzones. Lo consideran un miserable aprovechado, un pillo de marca mayor; un marginal horrible; un ser despreciable y güabinoso, un conchabado o mercenario al servicio del que mejor le pague. En fin, ese es el gran peo que hay incubado en la oposición venezolano y que cada vez se conoce mejor en el exterior: un mar de emponzoñadas alimañas que se odia uno a otros.

Sí señor, damas y caballeros,…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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