Un debate entre Rosales i Chávez es el burro de buridán contra Andrés Bello

Definitivamente en este país se pueden crear, ahora que hai prosperidad económica, libertad política (el pueblo participa en legislar) i libertad de expresión como nunca, crear un nuevo premio: EL IMBÉCIL DE ORO, para el cual la lista de candidatos sería enorme. En ese repaso de canales que hago de mañana mientras desayuno, i antes de quedarme siempre con EN CONFIANZA, no me tocó propaganda creo que en el canal 43 i apareció Juan Carlos Fernández, el ex chavista que no consiguió cargos, dando una noticia emocionado: el narciso Marcel Granier había pedido un debate entre el presidente Chávez i…¡Manuel Rosales! Algo así como poner a discutir a José Saramago o a Bertrand Russell resucitado, con Orlando Urdaneta (el del léxico florido que recuerda a Juan Ramón Jiménez o a Rabindrabath Tagore), para no hacer otras comparaciones más interesantes que escapen al conocimiento público, especialmente de retardados comunes como Antonio Ledezma, Enrique Mendoza, Teodoro Petkoff o Pompeyo Márquez, ahorrando espacio i nombres, porque la lista es larga en la “talentosa” oposición”.

Rosales es un aventurero de la política que, por suertes diversas, pudo llegar a gobernador del Zulia, donde no ha hecho otra cosa que imitar en escala mínima lo que hace Chávez, cuyos compromisos de ideales nuevos, ha cumplido como ningún gobierno de la IV República, pues su gran programa de gobierno ha sido la fidelidad a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, una de las mejores i más avanzadas del mundo; i la otra parte de la gestión Rosales, no ha sido otra cosa que la de descuidar en todo las cosas más importantes del Zulia, especialmente LA SEGURIDAD, (especialmente la frontera con todos sus problemas) empezando porque su policía estatal, es un grupo organizado de delincuentes, excepto una minoría honrada, sufrida i sometida. I el broche “de oro” su solapada intención de separar al estado de la patria venezolana (pese a haber nacido aquí a la entrada del lago, el nombre de Venezuela, no por “pequeña Venecia” como equivocadamente se repite, sino por un pueblo indígena llamado Venençiuela), estar conspirando contra su patria i corroborado esto cuando firmó el documento de Carmona, por confusión o lista de asistencia que no la tenía el portero, sino el dictador que se proclamaba, i al cual se le da la mano i se toma con amor i admiración por los brazos, deseando darle un abrazo.

Ahora, en esta ridícula campaña que “en la toma de Caracas” la “avalancha” resultó un arroyito o una cañadita que, cuando ya se comprimió, sería dos o tres cuadras, la mayoría gente del exterior llevada sobre todo del Zulia i Trujillo, con cientos de autobuses i remuneraciones individuales, lo característico de su pretendido “discurso” no ha sido otra cosa que mentiras, falsas denuncias, presentar como negativo todo lo positivo, negando como inexistente logros que vemos por televisión, guiando su palabras por chuletas que le escriben de acuerdo a lo que se ordena desde la Casa Blanca, i con el único aporte principal del Piro-Piro que son sus celebrados disparates, Ya la Academia de la Lengua Venezolana, debería acusarlo a la Academia de la Lengua Española, por agresión o destrucción del idioma español. Con estas credenciales, ¿Cree alguien posible un debate entre Chávez i Manuel? ¿Cómo puede competir un candidato que no ha parido nunca una idea, ni con “cesárea” cerebral? Si como le han dicho muchos, su mujer habla mil veces mejor que él Eso hace presumir que ni en su hogar debe ganar una sola discusión; ahora ¿La va a ganar con Chávez que ha demostrado donde quiera que ha ido, su liderazgo i su capacidad de captar la atención i convencer con su oratoria que empieza a ser brillante?

Solamente un seudo intelectual como Marcel Grañiré, quien disimula o esconde sus fallas culturales, con la posición social i el dinero, puede solicitar eso. Ni él en su programa Primer Plano podría con Chávez. Sin embargo, no puedo dejar de citar la opinión de uno de sus jóvenes funcionarios aquí en el Zulia, a quien la política embrutece, el fanatismo obnubila i el descaro le hace mentir. Ha expresado que en un debate entre estos don candidato, Rosales haría picadillo a Chávez, a menos que sea con una tropa de macheteros i asesinos con puñales. Debe ser que estos retadores como Granier i el personaje del Zulia que habla del picadillo, han escuchado los cantos de ballena que, si cantara no sería una voz tal vez humana como la de las sirenas, sino una tan poderosa como Pavaroti, Plácido Domingo i Carreras, cantando sobre el mar sereno. O como dice mi amigo Mario Silva: sería para Chávez, “una raya” o como pienso yo: rebajarse a la estatura intelectual de Argenis o de Juan Carlos. Pienso que no tiene capacidad para discutir de política, de socialismo, de petróleo, etc., ni con los otros 26 candidatos porque él es el peor i más bruto de todos, solamente que impuesto i financiado por Washington, el diablo, la cobra, la CIA i la oligarquía venezolana, porque el poquito de pueblo que tiene engañado i les asquea, lo sigue considerando miserable i sucio: cuando el candidato Rosales, besó a la negra que inspiró el nombre al bono del escualidísimo economista de Pekoff, enseguida sacó un pañuelo para limpiarse la boca i para disimular, se secó la frente. Es inconcebible ver gente de pueblo, al lado de un mediocre golpista, escaso de talento i traidor a la patria.

Expuesto esto, asemejo este querer de escuálidos embrutecidos, a lo atribuido al filósofo francés Buridán, con la narración o anécdota del Burro de Buridán que no es de él propiamente, porque ya Aristóteles había propuesto lo mismo, sólo que con perros. Pero como el asunto giraba alrededor de la decisión, el arbitrio, la libertad, etc., Buridán que fue un pensador desatacado en su tiempo i llegó a ser Rector de la Universidad de París, quiso demostrar que los hombre sin talento, mueren por no saber tomar decisiones. Así, dos jumentos atados, con un envase de agua a un lado i otro de avena al otro lado, por no saber decidir, se mueren de hambre; o como Molière en el Tartufo. No solamente pinta al aprovechador i traidor Tartufo. Sino mejor a su protector Orgón; para muchos muestra la imbecilidad de Orgón que no sabía distinguir lo que sucedía ante sus propios ojos. I ni la revolución ni el presidente son una imagen de Orgón. Ha declarado que para otro golpe de estado estamos preparados i que no será, el Chávez permisivo i tolerante del 11 de abril de 2002; pero no solamente Chávez, sino militares i PUEBLO. Pueblos i Votos, ESO EN LO QUE DEBE CALIBRAR Rosales. Se comprende el afán que tienen los corruptos de ayer de regresar para seguir robando i saqueando a la patria, pero pese a todo ¡NO VOLVERÁN!

Después del 3 de diciembre, Rosales i su “Nuevo (viejo) tiempo” morirán escogiendo entre al agua i la avena, entre la sumisión al imperio i la traición a la patria; entre su dignidad arrastrada i su valiente pueblo!

¡Los burros de Buridán andan sueltos!


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Roberto Jiménez Maggiolo


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