-
Debemos a la oposición, el haber logrado hacer del pupú algo grandioso en los menesteres de la lucha política: pupú contra la Policía, contra las tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana, contra las sedes del PSUV, contra las estaciones del metro o trolebús, incluso contra negros y pobres. Comenzaron por lanzar pupú a los chavistas, después pasaron a lo de lanzar gasolina y de allí a las chispas que provocaron horrendas antorchas humanas.
-
Sobre las "eminentes defecaciones" existen tratados completos, y no sabemos ahora si incluir en ellas las que se han mostrado por allí de altos dirigentes de la oposición. La Iglesia católica ha sido muy prolija en este tema, y el eminente políglota e investigador, el padre Santiago López-Palacios, desveló algunas de estas facetas en su trabajo "Defecaciones Patriarcales".
-
Defecaciones patriarcales: "Cuando el gran patriarca de Constantinia hacía sus defecaciones, los sacerdotes las recogían cuidadosamente en toallas de seda y las secaban al sol. Después las mezclaban con almizcle, ámbar y benjuí, pulverizaban la pasta, completamente seca, la metían en cajitas de oro, y la mandaban a todas las iglesias y a todos los reyes cristianos. Y este polvo de las defecaciones patriarcales servía de incienso supremo para santificar a los cristianos en todas las ocasiones solemnes, especialmente para bendecir a los recién casados, para fumigar a los recién nacidos y bendecir a los nuevos sacerdotes. Pero como no podían servir para tantos usos en todos los países cristianos, los sacerdotes tenían que falsificar aquel polvo, porque las defecaciones del gran patriarca apenas bastaban por sí solas para diez provincias, mezclándolo con otras materias fecales menos santas, como por ejemplo, las de otros patriarcas menores y las de los vicarios. Hay que tener en cuenta que era muy difícil distinguirlas. Por consiguiente aquel polvo era muy estimado a causa de sus virtudes, pues aquellos sucios griegos, además de las fumigaciones, lo empleaban en colirios para las enfermedades de los ojos en estomáticos para los intestinos. Y este era el tratamiento a que se sometían los reyes y las reinas más grandes. Todo esto contribuía a que su precio fuese tan elevado, que el peso de un dracma se vendiera en mil dinares de oro".
-
Pues bien, ¿Se acuerda de los puputov, aquellos creativos envases que fueron las bombas cargadas con excrementos y que con delirio difundió la prensa mundial? La BBC de Londres titulaba con fruición y alborozo: "¡El último ingenioso invento: los cócteles "puputov", el arma más reciente de los opositores en su ola de manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro!".
-
Se acuerda de aquel José Millán-Astray que gritó "-Muera la inteligencia" contra Unamuno en la universidad de Salamanca? Bueno, la oposición venezolana se ha cansado de gritar. "¡Viva la mierda!", la enarbola por las redes, ha sido uno de sus mejores estandartes de lucha. "Sin mierda no hay vida, sin mierda no hay lucha que valga", dicen y lo practican hasta más allá de las heces.
-
Así, como los gánsteres le colocaban un nombre a las balas que irían dirigidas a sus víctimas, los puputoveros le ponían etiquetas a sus envases llenos de mierda: "por los presos políticos", "por la libertad", "por los derechos humanos", y ellos mismos cuando lanzaban estos delicados artefactos se cubrían con salpicones de sus "ricos" olores, manchando sus camisas, brazos, caras y pantalones. ¿A qué vienen ahora a quejarse porque Juan Requesens aparezca sólo con unas pizcas de aquello que con tanto deleite y complacencia corrió por Venezuela durante los meses de abril, mayo y junio de 2017?
-
Si, ahora hacen correr unas fotos de Requesens con manchones amarillos en sus calzoncillos, "porque lo han torturado los esbirros del chavismo". ¿Cómo podrían torturarlo con algo que tantos les gusta?
-
Se entiende: en el fondo sólo se trata de regodearse en la mierda que es el mayor símbolo de sus luchas.
-
Con cuánto orgullo reportaban los corresponsales de la BBC: "Pese a que autoridades advirtieron en la víspera lo ilegal y riesgoso de los "puputov", jóvenes con la cara cubierta y cascos, usaron lanzaderas para arrojar los envases de heces, piedras y cócteles. La lucha le está dando resultados a la oposición, todo en el Este de Caracas huele a excrementos…".
-
Y venir ahora a quejarse porque a Requesens lo han visto con trazas de pupú, y que sea precisamente su hermana la que le está pidiendo a sus seguidores, a toda la oposición, que respondan con furia al montaje que ella misma ha confeccionado, viralizándolo el mierdero del calzoncillo por las redes.
-
Y en la prensa mundial aparecían las tanquetas de la guardia nacional cubiertas por los estallidos de los puputovs. El diario "El Nacional" rabiaba de alegría porque la etiqueta denominada #Puputov se había posicionado durante varios días en Twitter y "la razón es parte de una protesta novedosa impulsada por manifestantes opositores en contra de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB)".