En Petare lo intentaron...¡no pudieron!

VIENEN CON TODO. Con esas palabras, Marciano, nos alerta en su columna. ¡Es verdad!, ¡no es cuento, ojalá lo fuera! Sencillamente, los locos han tomado las riendas de la conspiración. Vienen con todo tal como lo hicieron a lo largo de 2002 y 2003. Hay una enorme diferencia que ellos no ven: hoy no somos los de 2002. Aquel pueblo que hubo de reponerse a la sorpresa está hoy alerta. Una vez más desprecian al pueblo y volverán a desafiarlo. De esto he quedado persuadido totalmente luego de analizar los movimientos de ayer en la tarde cuando llegaban a Petare. El Presidente Chávez ya no encuentra modo de advertírselo. Están cegados y en su ceguera se estrellarán.

No están advirtiendo los cambios y eso los llevará al desastre. Es verdad que causarán un dolor grande que no queremos por nada del mundo, pero -¡ojalá oyeran!- se llevarán el escarmiento del siglo. Están jugando con fuego y se quemarán. Este pueblo los está esperando. Sobra dignidad, conciencia, reciedumbre y organizació para darles el revolcón de su historia. Nada indica que estén conscientes de ello. Las puntas de lanza de la agresión –especialmente de medios como Globoterror- están convencidas de que pueden repetir las acciones de 2002. Desafían, provocan y se burlan dando la sensación de que se saben en control de todos los escenarios. ¡¡¡mentira!!!

Ese canalla y asesino llamado Leopoldo Castillo, mejor conocido como el "matacuras", junto al equipo que lo secunda se dedican con ahínco, no sólo a promover el odio sino a provocar, del mismo modo que lo hace el torero ante el astado. Pone una música chocante que reza: ¡no pasa nada, aquí no pasa nada! Yo me pregunto si este desnaturalizado sabe lo que ocurriría si “aquí pasa algo”. ¿Tendrá conciencia? Creo que no.

En la marcha de ayer, fue evidente que lograron el objetivo de movilizar a sus disociados. Negarlo es un absurdo. Varias cosas quedaron claras:

1. No movilizaron pueblo –entendiendo como "pueblo" la masa de gente humilde de los barrios- sino su misma gente. Bastaba ver las pintas, los lentes, las gorritas, los colorcitos, etc., etc.

2. Los niveles de odio fueron elevándose progresivamente en la medida en que se alejaban del centro y se acercaban a sus predios del este. De consignas como "Somos 26 y no 10 millones" pasaron a "Maldito vete ya" y "anda con tu marido a Cuba", estas últimas particularmente promovidas por las “periodistas” de Globoterror. Haber visto a Carla Angola estimulando el odio de los marchistas fue una experiencia de salto atrás en el tiempo. Aún la recordamos deteniendo el tránsito, estimulando a la gente para agredir a los choferes de camiones y busetas que se atrevieron a trabajar durante el sabotaje petrolero.

3. Al llegar a Petare el liderazgo enloquecido sí intentó iniciar sus planes. Al modo de aquella triste marcha del 11-A, la orden que le dieron a la cabeza de esta marcha fue romper el cordón de seguridad y lanzarse contra el pueblo petareño que estaba aguardando al borde de la plaza. El problema –para ellos- es que volvieron a equivocarse. En cuanto se supo –entre su gente- que el pueblo estaba esperandolos se cortó la conexión entre la cabeza de la marcha y el resto. Ahí mismo se abrió una tronera del tamaño de dos cuadras entre la cabeza –los loquitos- y el resto de los marchantes que recularon. Ante la evidencia, optaron por desmontar el plan.

Esto tenemos que saberlo todos. Ayer no pudieron pero lo intentaron. Los intentos por desbordar el cordón policial estaban dirigidos a producir enfrentamientos, heridos y muertos. Nada de eso fue inocente, simplemente se toparon con el pueblo.

!Ojalá reflexionen, ojalá!. A este pueblo no volverán a sorprenderlo. Ayer fue en Petare, mañana quien sabe, un pueblo organizado los estará esperando. ¡Respeten…carajo!


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Martín Guédez


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