No sabemos lo que se traen entre manos. Hablan de guarimbear duro el 4D, pero a lo mejor es para distraernos mientras preparan otro tipo de emboscada. Mi amigo Franz Lee (conversando ayer, mientras esperábamos en el aeropuerto de Mérida a Alan Woods,) me decía que teme que el imperio tenga preparada una celada de tal modo que las elecciones lleguen a ser severamente torpedeadas y tengan que suspenderse. ¿Pero qué podría provocar tal desastre? La oposición piensa en lo que ellos consideran “giro brutal” de los resultados electorales como se dio en España a raíz del atentado del 11-M. El Matacuras y otros analistas fascistas han hecho mención en varias ocasiones de este hecho. Un atentado monstruoso, que claro hay que achacárselo al gobierno. ¿Podría ser el asesinato del cardenal Urosa? ¿Un descomunal atentado contra el Presidente? ¿El asesinato de Rosales? ¿El asesinado de Evelín Trejo de Rosales? ¿De Carlos Ortega junto con otros líderes de la oposición, cuyos cuerpos se lleguen a encontrar horriblemente destrozados en alguna carretera? ¿Una poderosa explosión en la Alcaldía de Chacao o de Baruta, provocando muertes de connotados dirigentes de la ultraderecha? ¿El asesinato de Tibisay Lucena o de algunos observadores internacionales? ¿La voladura del CNE o de la propia CANTV? A MÍ ME DIJERON QUE ESTUVIESE TREMENDAMENTE ALERTA EL DÍA SÁBADO, 11-N, PORQUE ALGO TERRIBLE PODRÍA OCURRIR. Supongo que la inteligencia del gobierno anda tras estas pistas, pero por favor, todo el pueblo debe mantenerse alerta.
Hay que tener en cuenta que a la opinión pública internacional se le ha estado informando que hay casi un empate entre Chávez y Rosales; que Chávez está preocupado porque el país se encuentra tan polarizado que él teme por una grave confrontación el día de las elecciones, y ya hasta tiene preparadas sus maletas. Rafael Poleo y Matacuras han venido explotando algo que ya Patricia Poleo agita en Miami: que los cubanos están saliendo como ratas de Venezuela por lo que se avecina. Un infernal caos le vendría de maravillas, porque así los ni-ni se verían obligados a votar por Rosales. Internacionalmente, digo, insisten en el hecho de que pese a que Chávez llegó al poder con el voto mayoritario de la población, luego de ocho años en el poder (dos años de proceso constituyente y seis de mandato constitucional), su respaldo ha mermado dramáticamente. Que ninguna de sus promesas electorales fue cumplida. Que los más pobres no están con Chávez. Que las manifestaciones públicas de Rosales son cada vez más multitudinarias y, además, espontáneas; mientras que las de Chávez son minúsculas. Que el llamado oficialismo se ve obligado a comprar la asistencia y a traer público de otras regiones, contratando centenares de autobuses. Que Chávez está decidido a no entregar el poder pacíficamente, porque ha cometido tantos delitos, que su destino inmediato sería la cárcel. Que además, su proyecto internacional, financiado con los recursos del Estado, se vendría abajo.
Que sabiéndose perdido, el gobierno intentará impedir las elecciones, cometiendo actos de sabotaje y/o de violencia, atribuyéndoselos a la oposición; pero si llegamos al 3 de diciembre, Rosales obtendrá un triunfo arrollador, Chávez cometerá fraude (al igual que lo hizo en el referendo revocatorio de 2004), se declarará ganador y no entregará. Comenzará una grave crisis. El pueblo saldrá a la calle. Que el gobierno ordenará a las Fuerzas Armadas reprimir a la población. La mayoría de los militares se negarán a hacerlo. Que finalmente, Chávez saldrá del poder, no sin antes ocasionar graves pérdidas humanas y materiales.
Todo esto debe tenerse en cuenta, porque algo bien mollejuo se está cocinando. Los fascistas están muy activos, tienen a los medios puteando como nunca y ya no son las cuatro jineteras del pasado, NO, son todas las Jineteras controladas por la SIP en el hemisferio.