A Rafael Poleo le queda grande la locura

“La locura a veces no es otra cosa

que la razón presentada bajo

diferente forma”

Goethe

Para que mis razonamientos queden claros, veo la locura desde la perspectiva médica, por lo menos en dos formas, la paranoia i la esquizofrénica, que como la palabra lo indica, es la división de la personalidad; pero para el común de la gente es haber “perdido el seso” dicho cervantinamente pero, desde la creación de este autor o sea ese personaje maravilloso que es Don Quijote de la Mancha, la mente se confunde al mirar la realidad, tendiendo a lo bueno, a lo virtuoso, a lo bello i a lo justo. Además para muchos pensadores i muchos filósofos i psiquiatras, la locura llega a los topes o cumbres de la genialidad creadora, i por ello se han publicado célebres obras como GENIO Y LOCURA, DE Karl Jasper, LOCOS GENIALES, de Vallejo-Nájera, EL GENIO Y LA LOCURA, de Phillippe Brenot i muchos otros, de tal manera que encontramos en esos libros personalidades geniales como Hördelin en la poesía, Van Goght en la pintura, Gaudí en la arquitectura, Nietzsche en la filosofía, Virgilio en la literatura i así muchísimos en todas las facetas creativas i geniales de los hombres que inventan i se adelantan a los tiempos, como lo hizo nuestro Simón Bolívar, genio de la libertad.

Los locos con enfermedad degenerativa de sus centros cerebrales que, como decía Benavides “quien de locura enferma/ tarde o nunca sana” tiene el vaivén del lunático que crece i mengua, o a veces finge cuando le conviene, porque no es tanta la locura como la maldad, el odio, la agresividad que acumula i toma la actitud del delincuente social, peor que un loco aislado; por eso a veces el pueblo dice, “ese creo yo que es loco, cuando lo vea sentado en una acera, comiendo “merd” en francés”. Por ello los verdaderos locos están aislados de su mundo, muchos o la mayoría son pacíficos (no asociar ferocidad con locura) o el pensar solitario les lleva a descubrir senderos nuevos en su “razonar” o como dice Goethe en el epígrafe, la razón presentada en forma diferente. Por esto creo que, pensar que alguien tuvo la mala suerte de enfermar cerebralmente, no es despreciable; pensemos en esos locos geniales que he mencionado i veremos que rica herencia cultural nos dejaron.

En cambio, observar a un energúmeno como Rafael Poleo chillar como una hiena, es imaginar que su locura es la más común i rastrera; es ver desbordarse una boca de albañal (hai una fetidez “visual”), entrar en erupción un volcán enano que derrama lava de odios, rencores, fracasos nauseabundos i una envidia descomunal por los que hacen el bien. En el fondo de su alma o de su conciencia sabe que no ha realizado nada positivo en la vida; que sus realizaciones han sido tener una revista o un periódico solamente para insultar, calumniar, mentir, mil veces mentir con tan pertinaz ejemplo que su continuación al futuro, es una hija peor que él, que prófuga de la justicia, sale al exterior (a su adorado imperio) a difundir mentiras, como la del uranio en el estado Apure. Entonces le queda grande la locura a “Don” Rafael que ya habló. Primero porque ni vislumbra migajas de genialidad en su profesión de periodista (¿?) i aunque tampoco se sienta en las aceras a comer…, su enfermedad (si la tiene), ya lo he dicho, es de la variedad rastrera que, al incitar a la violencia, a desconocer un proceso electoral más avanzado, transparente i honesto que en la mayoría de los países del “primer mundo”, i prácticamente incitar a choques entre hermanos venezolanos (anhelando que haya muertos, muchos muertos o una guerra civil) i mentir descaradamente SIN PRUEBA ALGUNA SINO SU FEROCIDAD DE FRACASADO, diciendo que los resultados, los números ya están listos para otorgar el triunfo a Chávez i que en la mañana temprano el pueblo (¿Cuál pueblo? ¿El mayoritario rojo rojito?) salga a protestar un FRAUDE por las calles de todas las ciudades del país, lo convierte, primero en UN ANTISOCIAL, i en segundo lugar en UN DELINCUENTE INSTIGADOR (por cobardía), aunque debería salir él al frente en Caracas; pero votará, se esconderá o se irá del país (al Miami gusanero), mientras aspira a que un monigote como el candidato del Imperio, salga al frente de esas protestas. Con eso va a “calibrar” quien es Rosales. Cuando dijo esto, comprendí que ni siquiera sabe percatarse de la realidad. El pueblo de Venezuela, estoi seguro, me acompañará en este reto: Señor boca de sumidero, PRESENTE PRUEBAS (está a tiempo) DE QUE LOS NÚMEROS DE LOS RESULTADOS ESTÁN LISTOS; i PÓNGASE USTED AL FRENTE DE ESE PUEBLO QUE VA A PROTESTAR EL SUPUESTO FRAUDE I PIENSA QUE ES MAYORÍA. Olvídese que el candidato que no sabe ni hablar, menos va a dirigir sus hordas. Cree que tiene mucho pueblo, porque Ledezma, que debe padecer de daltonismo, ve al pueblo extraordinariamente mayoritario al lado de Chávez, i como el color más difícil al daltónico es el rojo, el cree que son de la oposición i pregona que tiene una “inmensa mayoría”. También cree que la Fuerza Armada le va a prestar atención a un amargado conspirador i golpista graduado. Todavía no ha entendido que el país, la Fuerza Armada i el pueblo, es otro. En el siglo XVIII o XIX, los médicos le hubiesen hecho sangrías para sacarle la “mala bilis”. Ahora él le quiere hacer sangría a la patria o venderla al Imperio que tal parece empieza a fallar. En la IV República, el presidente Caldera puso preso a un astrólogo que anunció su muerte, como son las tonterías o estupideces de predicen; en el caso de antisocial Poleo, por esas declaraciones debería estar preso, tan pronto se hicieron públicas sus palabras biliosas, falsas i un verdadero delito. El caso Poleo, traidor a la patria, merece se le aplique el pensamiento del Barón Holbach: “LA TRAICIÓN SUPONE UNA COBARDÍA Y UNA DEPRAVACIÓN DETESTABLE”. Rafael Poleo no es un loco, es un depravado detestable.


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Roberto Jiménez Maggiolo


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