Por dónde echan ahora al burro

Ya a Rosales, la extrema derecha lo está comenzando a presionar y manipular feamente. Se está dando un giro extraño que parece indicar que Rosales podría retirarse del juego. Sus asesores no le ven forma ni pegada en nada. Hay una gran decepción en los altos dirigentes de la oposición. Hay quienes se lamentan de que no se haya escogido, por ejemplo, a Julio Borges. Un connotado dirigente recién llegado de Miami, expresó que ese cataito de Rosales entre medio llorón y meloso, casi amariconado y por demás muy falso no levanta en absoluto el ánimo, el fervor de la oposición.

Hoy todos los titulares de Las Jineteras señalan que Rosales exige desconectar las captahuellas, cuando él mismo se ha cansado de repetir que esa máquina es de lo más inofensivo del mundo. Unido a esto aparecen sondeos con preguntas en las que se plantea si son o no confiables las elecciones; por supuesto, más de un setenta por ciento dice que desconfía del CNE. ¿Qué es lo que no les está cuadrando que ahora parecen apelar al recurso de un sorpresivo retiro? ¿A qué se juega ahora, porque no puede ser que con este tipo de titulares y de señalamientos estén realmente en busca de ir hasta el final en la campaña y de animar a su gente a votar? ¿De dónde sale esa proposición del viernes 10 de noviembre de hacer "pacto de caballeros para que se juegue limpio" y reconocer resultados? ¿Qué se busca con la propuesta de una reunión con el Alto Mando? Se está jugando, claramente, a que algunos oficiales hagan algún tipo de pronunciamiento.

Además de pedirle al gobierno "jugar limpio" y exigirle la desconexión total de las "cazahuellas", añade: "Venezuela es uno de los escasos países en el mundo donde se discute la posibilidad de reconocer o no un triunfo electoral. Eso es consecuencia de la incertidumbre que generan los manejos ilícitos, las trampas que se hacen y las maniobras que se realizan en los procesos electorales". Parece que Manuel Burrales comienza a transitar en tenebroso camino que aquí todos los dirigentes que son encumbrados por el Departamento de Estado tienen que seguir estrictamente. Da lástima escuchar al pobre Rosales diciendo que él no tiene compromiso con nadie, que es libre y soberano en lo que decide. Le han dado la orden de que no confíe en las captahuellas, y seguramente su próximo planteamiento será que si no las retiran él no participará en el proceso electoral. Qué vaina con esta gente.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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