“La primera ley de la amistad es pedir
de los amigos cosas honradas y hacer
cosas honradas por los amigos”
Cicerón
Mi experiencia en la Asamblea Nacional Constituyente, originaria i no derivada fue, después de muchos años de estudios i de docencia, un nuevo i feliz aprendizaje respecto a la vida política del país i el conocimiento de sus hombres. Como tuve extraordinarios encuentros o hallazgos humanos, los tuve igualmente negativos i decepcionantes; corroboré un dicho del poeta Horacio, de ser solamente amigo de la virtud i de los que lo son de ella, i muchos de los asertos que al respecto hace Laín Entralgo en su pequeño tratado sobre LA AMISTAD que la amistad que concluye o que puede concluir, nunca fue verdadera.
En las bancas de esa Constituyente, ocupando un puesto delante de mí, viéndonos fundamentalmente sólo en la Asambleas, pues trabajamos en Comisiones distintas, hice amistad con José Gregorio Vielma Mora, un hombre de extraordinarias cualidades humanas, como pocos conocí. Nunca fueron amistades con “promoción” etílica como en el viejo Congreso; el trabajo era diario i excesivo, pero el trato cotidiano, el cruzar ideas, el compartir ideales revolucionarios, consolidaron nuestra amistad. Finalizada la Asamblea, después de sentirnos justamente orgullosos de haber realizado una de las mejores Constituciones del mundo i de la Historia Contemporánea que, ha sido al mismo tiempo el programa de gobierno prometido a cumplir por el Presidente Chávez i de quienes estamos de todo corazón dentro del proceso revolucionario bolivariano, cada quien tomó distintos senderos al concluir la ANC en Ciudad Bolívar; unos para seguir como inmediatos colaboradores del gobierno i otros en actividades no permanentes, como la mía, cuando vine a cumplir como presidente de la Comisión Legislativa del Estado Zulia, a cabalidad con sus propósitos i gracias a 12 colaboradores más, que hicieron posible esta notable labor. Otros, como bien sabemos, por descontentos o ambiciones triviales, como decimos, saltaron la talanquera. De eso he escrito en distintas oportunidades.
Cuando el presidente Chávez empezó a confeccionar su gabinete i nombrar personas en cargos representativos e importantes, como ministros, embajadores, jefes de Institutos, etc., hemos visto cómo muchos han resultado fiascos o han sido verdaderos traidores al proceso, aunque muchos otros fieles revolucionarios, comprometidos con el pueblo i el porvenir de la patria i, a mi juicio, uno de los más destacados ha sido José Gregorio Vielma Mora, porque donde lo han asignado no solamente ha cumplido, sino que su labor ha sido extraordinaria. Lo vi en principio como jefe en la Intendencia Nacional de Aduanas, organismos de los más viciados en la IV República, por el contrabando “legal” i la corrupción; Vielma se desempeñó con acierto, honestidad i un valor de primera para dejar en gran parte saneadas estas dependencias del Seniat. Viendo sus capacidades, la lealtad i la eficiencia que mostraba, fue llevado a la administración i Jefatura del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, donde superó las expectativas i puso ese aeropuerto en funcionamiento óptimo i con una firme organización al servicio de los usuarios. I desde que volvió al Seniat como Superintendente, podemos afirmar que esta dependencia sufrió una transformación maravillosa, marcada por varios signos de indiscutible eficiencia como nunca, con la modernización de las Aduanas, oficina nacionales del Seniat de primera en organización, con un aumento notable en la recaudación de los tributos aduaneros y tributarios, hasta llegar a cifras que casi igualan o tal vez superan la renta petrolera, adicional a ello se sumó a muchos proyectos sociales, a simplificar la declaración de impuestos, a evitar la evasión de los mismos y a revisar las exoneraciones que no eran justas pechar con impuestos; pero sobre todo a educar al respecto i enseñar al contribuyente venezolano la importancia que tiene para los pueblos civilizados el pagar impuestos, aunque lo más importante, lo verdaderamente monumental es, lo de crear una conciencia aduanera i tributaria. Que el país o la nación (son la gente del país) valorasen lo indispensable que es para el desarrollo i la prosperidad de la patria; el cumplir con las obligaciones tributarias por el bien de todos.
Antes no más pagaban impuestos la clase media i los asalariados que tenían sueldos i se lo deducían; por ejemplo los profesores, los profesionales, los empleados o funcionarios o en fin, como creo que lo dijo Uslar Pietri, los pendejos. Yo creo que los grandes empresarios, industriales, gobernantes i especialmente todos los ricos i poderosos, jamás pagaron un verdadero impuesto sobre la renta o el impuesto al IVA, i cuando lo hacían, evadían o lo eludían, más la migaja que daban en comisión a los funcionarios que hacían corruptos porque había corruptores. Se hacían entonces declaraciones falsas o amañadas. Empero, dejemos esto que es mui conocido, a un lado.
Hablemos del hombre de calidad humana i su alto sentido de la justicia i honestidad, de lo cual tuve oportunidad de ser testigo excepcional, cuando acompañé, a una abogada que fue victima de una gran injusticia, en tres (3) ocasiones a Caracas, para hablar con el Superintendente Vielma Mora i tuve oportunidad de verle actuar en calidad de funcionario público de primer orden. Encontrando en él al mismo personaje amigable, decente, con un trato de caballero para la dama i de un amigo estimable para mí; conversé con su personal adjunto, observando mística de trabajo i dedicación; todos excelentes personas i en especial al abogado Marco Morales, creo que también militar retirado, pero conocedor de sus funciones i con el mismo trato de un caballero i hombre de bien. Las visitas siempre fueron bien atendidas; los ambientes sobrios i bellos i el secretariado de calidad humana indiscutible. I cuando la entrevista fue con Vielma, sentimos estar en presencia de un hombre íntegro, estudioso, profesional, conocedor de lo suyo, bondadoso i decente, dando cumplimiento a la justicia i a la razón. Al mismo tiempo noté siempre en él, una entereza moral i ética, i firmeza en sus convicciones que es perenne garantía de honestidad a toda prueba, i de justicia bolivariana.; por eso cuando viles denuncias i los ataques de un hombre que tiene manchado su pasado, solamente con haber sido ministro de Carlos Andrés Pérez, el hombre que más daño ha hecho a esta patria, desde que Colón tocó sus tierras orientales, hasta el presente, me he sentido agraviado, indignado (como todo el pueblo venezolano en mayoría) porque estos personajes de medio pelo, han estado tanto tiempo sumergidos en medios tan corruptos que, les cuesta creer que existen otros hombres honrados, justos i puros; sin embargo son como el mismo candidato de la oposición Rosales, mediocres como los definió José Ingenieros en EL HOMBRE MEDIOCRE que, solamente abren la boca para demostrar su desconocimiento, en este caso en materia Aduanera i Tributaria i que cree que un país se conduce como conduce un gerente un negocio. Lo que no se esperaba este hombrecito de la oposición, fue que Vielma Mora le respondió enseguida i le invitó a que ese mismo día a las dos de la tarde estuviese en su despacho, para que le llevara los documentos “probatorios” de las denuncias, para procesarlos, llevándolos a las autoridades correspondientes; con tan mala suerte para el denunciante irreflexivo, que pesó solamente en atacar al Seniat i a Vielma Mora sin buen conocimiento de esas denuncias que, parece que todos los presuntamente implicados ya no son funcionarios del Seniat y que todas las empresas señaladas por faltas aduaneras i tributarias, serán investigadas y no afectan al Seniat ni al gobierno, lo que pone al descubierto el tratarse de una denuncia de intención o mala intención política en periodo electoral, cuando lo sabía desde tiempo antes. En verdad, la brutalidad “como torpeza inmediata” es una enfermedad contagiosa i está haciendo epidemia en la oposición. A este denunciante con rabo de paja i cerebro estrecho o reducido, el contagio fue de breve período de incubación (le dijeron ve i ataca i atacó como un lince) pero la “presa” le salió de fuerza inesperada, porque la verdad i la justicia, son muralla de la personalidad. Todos hemos visto por años la entereza i eticidad de Vielma Mora i estamos más que satisfechos i orgullosos de ver un funcionario de primera categoría al frente de tan importante institución. He tenido suerte en asistir a foros i reuniones en torno a problemas que afronta el Seniat, como los de la Aduana de Paraguachón i el suministro de alimentos en Mercamara y el caso del Mercado de Las Playitas de Maracaibo; i he visto con cuanta eficiencia, estudios previos, análisis de la realidad aduanera i la realidad social, económica i de seguridad, han sido tratados estos temas, se tratan del problemas del contrabando; conozco como todo venezolano preocupado, el Plan Evasión Cero i Plan Contrabando Cero i creo que jamás se haya programado mejor la lucha contra el Contrabando o se haya educado más a la Nación, sobre la Conciencia Tributaria. Deberían ser muchos los que salgan en defensa del Seniat i de una personalidad integral, como la de José Gregorio Vielma Mora, por ello hago esta carta abierta para aquellos que se sumen i apoyemos la gestión emprendida.
¡ Siga así dilecto amigo bolivariano!.
robertojjm@hotmail.com