En una de las recientes comunicaciones entre Leopoldo López y Guaidó (con emisarios de parte y parte) se produjo un serio altercado. Rirrafe que trascendió a las redes sociales con comentarios en los que lo más suave que le lanzaron a Guaidó fue ese feo insulto sexista de "ma…ico".

Leopoldo López fue muy claro: "Estás quedado, brother. No has entendido para nada cómo se debe llevar esta lucha. Te has metido a hacer campaña electoral en lugar de enfrentar como se debe a esta dictadura. Te la pasas en una permanente campaña electoral. Disculpa, brother, pero ¿cómo se te ocurre aparecer en todos los medios amigos dándote un chapuzón desde un yate de Martinó? ¿Qué es eso?".

Toda la información la tenía en sus manos Leopoldo en mensajes que le llegaban desde la OEA, desde el Grupo de Lima, desde la Casa de Nariño, desde la Casa de la Moneda y la Casa Rosada, que dicen: "… Muchos salen a celebrar cuando Guaidó llega a sus ciudades, pero en el fondo sienten que esas tarimas ya las vieron en el pasado en esos periodos cansinos: las campañas electorales… Un político llega, camina entre la gente, pide un vaso con agua en cada casa a la que entra, alza bebés y abraza viejitas. Todo esto, desde luego, bajo la irrenunciable mirada de las cámaras… ¿Qué es eso? ¿A qué estamos jugando? ¿Para eso estás dialogando, y apenas lo haces te lanzas a una campaña electoral que además para nada nosotros hemos aprobado en el partido…?

A Leopoldo López le había llegado el comentario desde muchos lugares de Estados Unidos que están resumidos en un escrito del "ultra liberal costarricense" Jovel Álvarez Solis quien le escribió: "He de admitir que la imagen de Guaidó llegando a Margarita en las lanchas de los pescadores era visualmente hermosa. Estoy seguro de que en enero todos la hubiesen aplaudido. Sin embargo, conforme avanzan los meses, las negociaciones y la desesperanza muchos elementos en esa visita no se correspondieron con la realidad".

Añade don Jovel Álvarez Solis: "Yo no estoy en contra de tirarnos al mar. Seguramente yo lo habría hecho también ¿pero qué necesidad hay de hacerlo ante los celulares o las cámaras? ¿Por qué la gente y los aliados tienen que ver a un hombre que trabaja incansablemente (eso dicen) por la libertad, dándose un chapuzón en el Mar Caribe? Seguramente Duque, Trump y Bolsonaro habrán pensado: «muy bien debe estar todo en Venezuela para que el presidente saque tiempo para darse un chapuzón público».

Producto de este gran desencuentro, Guaidó muy preocupado, el 18 de julio, pidió ayuda al almirante Craig Faller: "-Necesito que se algo urgentemente a favor de la democracia y de la libertad de mi país, todo dentro los planes y la lucha común que estamos emprendiendo para liberarnos de esta tiranía… Yo he convocado a una marcha para el día 23 de julio. Por favor necesito alguna acción rápida, inmediata que nos permita que la opinión pública internacional dirija otra vez su mirada hacia Venezuela. Ocurrió así lo del terrible apagón del día 19, y efectivamente corrió por todos los poderosos portales titulares tales como: "La falta de suministro eléctrico sume de nuevo a Venezuela en el caos", "La lucha por volver a casa, odisea urbana en la Venezuela de los apagones", "El apagón de este lunes, en imágenes",…

Leopoldo le había exigido "endurecimiento" a Guaidó contra el régimen a través de contactos con miles de "amigos que tenemos en el mundo. Hay una calma chicha que me desespera, chico, vamos a pasar mil años en este maldito estira y encojes y tú paseando en el yate de Martinó, ¿qué vaina es esa?" Deja ya esa mariquera de andar en "una exploración de un diálogo con el usurpador, a ti que te han reconocido como presidente interino 60 países…".

Y le recalcaba: "¿ Entonces para que impulsas la aplicación del TIAR? No, brother… HAY que presionar, te lo he dicho mil veces: PRESIONAR, PRESIONAR, PRESIONAR!!!".

El periodista de El País Paleto Manetto, muy bien conectado con Leopoldo López dice hoy: "El TIAR estaba en el aire desde hace meses. En los últimos días parecía claro que el jefe del Legislativo iba a utilizarlo como advertencia hacia fuera y como escudo interno. Lo hizo en una sesión de la Asamblea Nacional celebrada en la plaza Sadel, en la urbanización caraqueña de Las Mercedes, al cumplirse seis meses de su aclamación como mandatario encargado durante una movilización antichavista".

De modo que el TIAR y apagón han sido los dos últimos recursos de presión que el pobre Juan ha podido lanzar contra el gobierno. Hasta ahora nada les ha caminado. Dice Paleto Manetto: "Con este mecanismo, Guaidó intenta dejar la puerta abierta al amparo de un Estado extranjero, ya que desde el pasado 23 de enero su principal objetivo ha consistido en demostrar la violación por parte del régimen de la propia Constitución aprobada hace dos décadas por Chávez. La interpretación mayoritaria, enarbolada precisamente por el ala opositora más intransigente representada entre otros por María Corina Machado, es que ese tratado allana el camino a una hipotética intervención militar".