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Fue en el 2014 cuando Guaidó mostró su trasero, y entonces fue citado de urgencia por el Departamento de Estado para tomar un curso intensivo. Aunque nadie lo pudiese imaginar iba a ser declarado PRESIDENTE INTERINO DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA. Ya para 2015, insólito, Guaidó realizó una serie de giras como PROSPECTO DE PRESIDENTE DE VENEZUELA, por Madrid, Bogotá, Panamá, Lima, Buenos Aires, Quito, Ciudad de México, Nueva York, Washington y Miami.
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Sucedió, repentinamente, que entonces, la cosa estaba tomando un giro no estipulada en la agenda de la CIA, porque si el plan de Washington era nombrar un presidente interino, ¿qué sentido podía tener participar en una mesa de diálogo? Al año siguiente, en 2015, la oposición sin consultar a Washington, tuvo la desfachatez de dialogar con el presidente Maduro: una jugada y una extraña humillación para el gobierno norteamericano. Preguntó John Bolton a Guaidó, que andaba de gira por el mundo preparándose para ser presidente interino: "¿Por qué optaron por dialogar? ¿Quién dio esa orden?". Luego ocurrió lo de la llamada de Guaidó a Julio Borges: "Oigan, ¿Por qué no se han parado de esa mesa de diálogo?", a lo que Borges respondió: "¿Y quién carajo te crees tú, un advenedizo y paracaidista como tú para decirnos lo que debemos hacer?". Guaidó le respondió que cuidara un poco su lenguaje porque vendrían cambios grandiosos en los que él estaría dirigiendo el país. Borges le tiró el teléfono.
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En 2016, el Departamento de Estado se comunicó con el PROSPECTO DE PRESIDENTE INTERINO y le preguntó cómo se preparaba la reacción para dinamitar la fulana mesa de diálogo. Ya Guaidó tenía todo un tren de asesores que cobraban una jugosa bola de billete verdes, y el prospecto de presidente interino respondió: "Estamos creando un tsunami de eventos que promoverán la inmediata separación de la MUD de ese diálogo. En ese tsunami hay que incluir todo lo que desde la Asamblea Nacional se pueda hacer para aplastar al chavismo. Desconoceremos todo lo que se haya pactado. Escupiremos, así de simple, sobre cualquier acuerdo, y moveremos toda la inmensa maquinaria mediática del mundo para desconceptuar aún más allá de todo lo imaginable a la dictadura de Maduro.
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Guaidó llamó a Ramos Allup, cuando ya había mandado a confeccionar su banda presidencial en Miami y le dijo: "Me estoy muriendo de la risa, hermano Henry ¿A quién en la MUD se le puede ocurrir luchar contra la guerra económica? ¿Qué brutal estupidez es esa? Investígalo. Aunque no lo creas en este momento te estoy llamando desde la mismísima White House, así como lo escuchas. Muérete. Mira, por favor, encárgate del trabajito de ir haciendo añicos a PDVSA. No te imaginas el destrozo total que haremos del régimen del dictadorcito. Lo que le viene es candanga, por ahí tú diste el plazo de un año para que caiga Madurito, que va, puedes decir que ya está podrido. Te quiero decir además que la justicia norteamericana ya le tiene lista la celda a Maduro, la misma que ocupó Noriega. Es una vaina arrechísima lo que viene. Guarda por favor todos estos datos que son confidencialísimos. Pero que verga, chico, ¿venir ahora, justo ahora, con lo del dialogo, y un movimiento por allí que pide liberar a los sobrinos de la esposa del presidente? Los tenemos fritos, y a todos nos los vamos a llevar por los cachos por narcotraficantes. Es ahí donde tenemos ahora que afincarnos aunque haya que pagar mucho dinero a periodistas imparciales sobre todo los que en algún momento fueron de izquierda y que en realidad son siempre los puntales básicos de nuestras acciones democráticas para que se coloquen finamente a difundir que se trata de un caso horrible que debe obligar al presidente no sólo a hablar del caso y empantanarse con el mismo, sino en lo posible que lo obligue a renunciar. Ahí tenemos pues esa puerta abierta y el proceso de diálogo entre Gobierno y oposición que el Vaticano auspicia en Venezuela sea bombardeado inclementemente. Hay que minar desde su origen la confianza entre las partes. Ya vemos cómo nuestros primeros petardos comienza a tener efecto: "la terna de expresidentes que ofician como acompañantes del proceso dejó saber a los representantes de la oposición que los delegados gubernamentales se ausentaron de la mesa de diálogo como señal de protesta por la aprobación, la víspera, de un debate en el seno de la Asamblea Nacional sobre el caso de "tráfico de drogas" por el que la semana pasada dos sobrinos de la Primera Dama venezolana, Cilia Flores, fueron encontrados culpables por un jurado en Nueva York. Tras reunirse con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que el Gobierno seguiría sentado en la mesa."
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Guaidó en 2017 planteó por todo el cañón que él junto con su equipo de asesores había decidido desde la embajada norteamericana en Caracas que al presidente Maduro: "…hay entonces que joderlos por el lado de los sobrinos…". Por eso el secretario general de la MUD, Chuo Torrealba, declara con cierta felicidad y respiro: "congelado el diálogo". Igualmente un grito de alegría surge de Capriles al lanzar por Twitter: "Maduro se paró de la mesa del supuesto diálogo, nunca cumplió, ¡quedó en evidencia frente al mundo y hasta del Papa se burló!".
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Capriles estaba desesperado para que lo volvieran a elegir como el jefe de la MUD ante los ojos gringos y llamaba "a todos los venezolanos que queremos soluciones" a "luchar unidos para alcanzarlas". Sabía que Guaidó ya estaba en la pomada como el prospecto de presidente interino. En realidad, sus mensajes al Departamento de Estado Norteamericano. Era de este tipo: "Tenemos que poner todas las cartas en el asunto de los sobrinos. Si el juez dio la orden de la condena, nosotros no podemos hacer menos aquí, donde está el terreno de la guerra frontal contra este comunismo". Pero ya todo el plan estaba diseñado por Guaidó y su equipo y Capriles quedó "out".
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Por eso, entonces, todas las noticias en el mundo mostraban ese matiz tan fuertemente definido sobre el asunto de los sobrinos: "Maduro confirmó horas después, tras verse con Zapatero, que la delegación del Gobierno seguiría negociando. Sin embargo, trascendió que la causa del gesto fue la molestia que causó en Maduro la aprobación, el día martes, de una resolución para debatir en el parlamento la condena de los sobrinos de la Primera Dama, a quienes los diputados de la oposición suponen conexiones con las altas esferas del poder". Guaidó no cabía de alegría dentro de su piel.
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Claramente, pues, el caso contra los sobrinos Flores fue una trampa urdida por parte de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) junto con el equipo de ladrones de Guaidó. Pero la orden gringa fue inapelable y la MUD impuso su mayoría y consiguió una votación de 101-38 a favor de pedir ahora un debate. Todo el show se había montado en momentos en que se encontraba en Caracas el subsecretario de Estado para América Latina, Thomas Shannon. ¿A qué vino Thomas Shannon a Venezuela, del ya agonizante gobierno de Obama?
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El cuadro estaba claro: reforzar la guerra económica y ahora utilizar el caso de los sobrinos para planificar los elementos de una invasión más declarada contra el país.
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En 2018, Guaidó tenía todos los hilos del poder en sus manos, pero el diente roto que cargaba no lo dejaba hablar claramente, y apenas si balbuceaba: "- bajakapa’akanajhaj, enemos gegefefa entonces que llenarnos de nevbabavsvdvs, de sueños para volver a la democraciaas anamenenabn. No queda otra, …. De entrada, pues, llegamos y nos encontramos con el mayor contrasentido del planeta: un presidente interino al que le produjo espanto y arrechera a toda la vieja MUD…