Auditórium

A los alacranes: ¡Se le rebelaron las regiones!

"La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas". Albert Camus.

José Brito, y Luis Parra, autodenominaban con adornos politiqueros sus discursos, a los que llamaban: "La rebelión de las regiones", ambos aspirantes a diputados de la oposición uno por la lista nacional, y el otro por la lista regional en su Estado Yaracuy, donde no salió.

En sus discursos mitinescos ramplones de baja estofa apelaban, en especial José Brito, a que venían "del pueblo llano", y llegaban a los pueblos donde la gente anda con el hambre en ristre, y la pobreza a cuesta, en sendas camionetas de lujo todo terreno. En cada acto que montaban en sus campañas electorales por varias regiones del país, lo que se veía era el desfile de camionetas Toyota Fortuner, y Four Runner, del imperio japonés. De ellas se bajaban cínicamente los susodichos diputados, quienes aspiraban a la reelección para un nuevo periodo en el parlamento venezolano. "La rebelión de las regiones" se movía en camionetas de lujo, con dineros provenientes de la corrupción en forma descarada, según las informaciones de los grandes medios de comunicación internacionales. José Brito, ni por el coño se lanzó por el circuito número 1 del Estado Anzoátegui donde había salido electo como diputado en el 2015, en la alianza opositora de la MUD, donde sabía que iba a ser derrotado, por esa región por traidor, y corrupto, según las acusaciones, muy públicas y notorias, a través de los medios que pesan en su contra. Este 6D, iba a la cabeza del voto lista nacional en alianza con Venezuela Unida, donde salió de chiripa por cociente nacional, con votos que le adjudicaron arbitrariamente desde la caja de pandora llamada CNE.

Primero Venezuela, fue el partido que lo postuló, y que fue confiscado por el TSJ, a los militantes de Primero Justicia. El pueblo de a pie, en cada presentación que hacían, los veian con arrechera, y cuando se marchaban les hacían la señal de costumbre, y decían esos "güevones" se creen que vamos a votar por ellos. Sus discursos se enfilaban más en contra de la oposición venezolana, que en atacar al gobierno de Nicolás Maduro.

La gente cuando llegaban a las escuálidas reuniones que hacían se referían a ellos en voz baja, con el término de alacranes, como son acusados por recibir sobornos del Jeque de Cabo Verde, en sus discursos buscaban que el pueblo votará en contra del APR-PCV, a quienes tildaban de traidores a la causa revolucionaria.

El pueblo llano que sabe más que ‘coro coro frito’ sabía que eran de la falsa oposición, y apoyaban a este desgobierno, eran las informaciones que nos llegaban con los videos de sus chácharas de todas partes del país nacional, donde realizaban sus fétidos actos proselitistas. Los alacranes, según los expertos en la materia, tienen la capacidad de distinguir la luz de la oscuridad, y ellos presentaban a la "rebelión de las regiones" como el nuevo camino luminoso para la prosperidad de la patria. Brito en todos los actos al que concurría, hacia alarde de lo transparente del proceso electoral, y se autoproclamaba como pieza fundamental de la ‘rebelión de las regiones’, y se comprometió en que la nueva Asamblea Nacional le extendería la mano al gobierno de Nicolás Maduro. Donde buscarán acuerdos, y la concertación para superar la crisis en el país. Estos cínicos vociferaban que la nueva Legislatura Nacional tiene que abrir un compás para la transición en Venezuela, pero le debe dar incentivos a quienes están en el poder para que puedan ser una oposición real. Cuestionaban a rabiar las sanciones de EEUU, claro si ellos están sancionados por el gobierno de USA por corruptos, siempre insistían en que la rebelión de las regiones debía pasar de ser una alianza electoral a un movimiento político de peso.

Nunca llegaron a criticar al gobierno en los pueblos donde llegaban que no tenían electricidad, agua, y gas domestico, menos hablaban del colapso de los servicios públicos. Y la gente murmuraba: "estos bichitos creen que nosotros somos pendejos"; "ellos son los cabrones de los que están en el poder, y se niegan a ver esta realidad que padecemos". Parra, que iba en el voto lista por el estado Yaracuy, quedó como la guayabera por fuera al no salir electo, hoy a través de la trampa a este jala bolas le adjudicaron una curul en la AN. En sus fatuos discursillos culericos, advertía que todavía "intentan hacer sonar tambores de guerra, y esperan que vengan del exterior a resolver nuestros problemas".

Solo hay que salir de visita para comenzar a entender el infierno que viven todos, y cada uno de los pueblos, y ciudades del interior del país. Las calamidades diarias que trajo el totalitarismo a Venezuela, ninguna se compara con el drama, y el estado de destrucción que viven la totalidad de las regiones donde los alacranes fueron derrotados en El Tigre, y todo Anzoátegui, y San Felipe, y todo Yaracuy . No hay nada que no lo sepa el pueblo, y que se acerque a describir con exactitud lo que han traducido la vida de millones de venezolanos en la actualidad, a vivir en la miseria. Solo quienes viven esta tragedia lo saben, los demás solo pueden imaginarlo, y déjenme decirles que frente al poder arrasador del alacranismo revolucionario, hasta la imaginación tienen sus límites.

Venezuela retrocedió en el tiempo no se trata en modo alguno de una exageración, en lo que habríamos que ponernos de acuerdo es a qué tiempos. Hay quienes dicen que al siglo XIX, estamos más cerca de los tiempos de las cavernas. El atraso, y la ruina de una nación que hace dos décadas figuraba entre las más prósperas de la región solo puede compararse con las épocas de mayor atraso de la humanidad.

Hoy no existe ni siquiera seguridad ciudadana, salarios justos, y políticas públicas adecuadas. Las exigencias del venezolano común se trasladaron a lo más elemental, como elemental se ha hecho la vida en este mal llamado socialismo. Se lucha para sobrevivir, para no enloquecer en un país que agota no solo físicamente, sino mentalmente. La gente hoy clama por agua, por comida, por gas, por energía eléctrica, por gasolina. Esas son las exigencias de las regiones como sociedad hoy, en otras latitudes, lo son las paridades de género o la protección del ambiente, aquí ocurren derrames de petróleo prácticamente todos los meses, y el gobierno ni se entera, la tarea diaria es sobrevivir, y esa tarea se hace cada vez más difícil.

Al ver el 6D que el pueblo no salió a votar a pesar de las amenazas, vimos el comienzo de la ‘rebelión de las regiones’ en contra de unos hipócritas, y fariseos, yo me pregunto por qué la gente está arrecha, por qué no lo habían hecho antes, teniendo claro el costo de no votar, pero entienden que no hacerlo también le habla a los que están callados, y con poder para detener este desastre. Inmovilizarse es no dejarse arrastrar por la ola destructora de los alacranes, que no se detienen en su voracidad corruptora, que no tocarán fondo más allá de ponerle fin a su propia existencia como individuos, como nación, como país viable. Repudiar a los alacranes como lo hicieron las regiones, no es solo una responsabilidad, sino una obligación de supervivencia, porque el vivir resignados, y con miedo es lo más alejado de lo que significa la vida.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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