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A mediados del 2019, viajó don Juan Guaidó a Washington para finiquitar la entrega de parte de una "AYUDA ECONÓMICA" que recibiría su GOBIERNO INTERINO, tomado de los activos de Venezuela en el exterior. Se trataba de una cifra multimillonaria con la que él debía sobre todo ayudar a su entorno más íntimo y a la vez que dicho dinero tratar de comprar algunas altas figuras tanto del Poder Judicial como del estamento militar venezolano. La formalidad administrativa de esta entrega se hizo en las oficinas del entonces Secretario de Estado, míster Mike Pompeo. Una vez firmado algunos documentos, don Juan Guaidó pasó a recibir varias claves para activar dichos fondos, junto con un paquete de celulares que debía entregar a su gabinete de gobierno INTERINO. La cifra le provocaba vértigo: MIL MILLONES DE DÓLARES, por lo que tembloroso, en su escuálido inglés preguntó: "Explain to me the litle bit, but can I begin to have such help immediately?" Le respondieron que CLARO QUE SÍ. Listo, se fue viendo estrellas, respirando profundo, y con las manos sudorosas y agitadas tomó su celular y llamó a Leopoldo López.
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"-Aló, Leopoldo? Mira, si te cuento te mueres. Ya tenemos la cochinota en nuestras manos. Perdona que me enrede, pero es que tengo la boca seca y yo mismo no sé dónde estoy parado. Hermano, nos dieron puerta franca para comenzar a actuar ya mismo. Son un millón de los grand, y cáete, pues, de culo. Sí, dime, pero escúchame un momento, porque ahora mismo tengo que atender otras reuniones, ¿sabes que me acaban de decir que estoy invitado al discurso del Estado de la Unión que pronunciará Donald Trump en Washington?".
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Inmediatamente le pasó a explicar don Juan Guaidó a su más íntimo de los íntimos, que de momento le pasaría a él la mitad de ese millón de grand, que le daría a Julio Borges sólo quinientos de esos grand y otros quinientos repartidos entre Smolanky, Del Vechio, Antonio Ledezma y demás desperdigados luchadores por la libertad, y especialmente unos mil a la Conferencia Episcopal Venezolana, sin la cual ellos no serían nada.
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Recordamos como si fuera ayer, el momento en el que el presidente Trump dijo con mucha prepotencia y pompa: "Con nosotros en la galería está el presidente legítimo de Venezuela… Estados Unidos está liderando una coalición diplomática de 59 países contra el dictador socialista de Venezuela, Nicolás Maduro", y entonces los principales representantes de la política estadounidense ovacionaron de pie al presidente de la Asamblea Nacional y líder de la oposición de Venezuela, Juan Guaidó, incluida la líder del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
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Guaidó venía de darse un baño de super-poderosos, recibido Joseph Borrell en Madrid, por Boris Johnson en Londres y Emmanuel Macron en París, de fotografiarse con Angela Merkel en el Foro Económico Mundial de Davos. Y hoy todo el mundo se pregunta: ¿QUÉ FUE DE TANTO GALÁN? ¿QUÉ SE HICIERON BOLTON Y POMPEO, Rendón y compañía, Bolsonaro, Piñera, Duque y Gedeón, los del cartel de Lima y los de la OEA, que fueron sino devaneos, qué fueron sino verduras de las eras?
