Mi basura mental por una figuración o un carguito o mi reino por una mula

“El mediocre es solemne, modesto, indeciso y obtuso”

José Ingenieros



He recibido como una “joya”, otro lamentable i mal escrito artículo del otrora gobernador del Zulia, Oswaldo Álvarez Paz quien, no sabemos por qué causa, a no ser por la cobardía, usa el pseudónimo de E. Montoro, cuando intenta escribir algunas de sus mamarrachadas políticas, aspirando a hacer literatura, lo que lo pinta de manera más clara, como el analfabeto cultural que es. Realmente ahora me convenzo cada día más de que, ni siquiera ha aprendido a escribir, más allá del bachillerato porque además, parece ser que sus libros de secundaria, es lo que utiliza como “fuentes bibliográficas”. Empero, debió ser mui malo en “Castellano y Literatura”, cuando se enseñaba algo de gramática del idioma materno o español, i nociones de la historia de literatura española i venezolana. Realmente nuestra gramática se aprende bien en la Primaria, de lo cual cuidaba mucho el Dr. Raúl Cuenca en el Instituto Maracaibo, su Colegio; no sé si era así en los Hnos. Maristas.

Sin embargo sabemos que escribir correctamente es imposible casi para todo el mundo, excepto para unos pocos privilegiados, i todos cometemos errores; pero escribir pésimamente un columnista de prensa, un abogado “culto”, un hombre de la historia política de la nación, ya es realmente reprobable o ridículo. Lo vemos en este intento de atacar al presidente Chávez (del único tema que escribe; jamás he sabido de alguna inclinación literaria) con un artículo titulado MI REINO POR UN CABALLO, que comentaré párrafo por párrafo, pues un análisis sería inadecuado, porque eso se hace con obras de valor i este es un mamarracho en párrafos, advirtiéndole que “párrafos” es cualquiera de las divisiones de un escrito o impreso, en que después del punto final, se pasa a otro renglón (Luis de Madariaga). De manera que, como este “escribidor” sólo conoce la coma i el punto, e ignora absolutamente el punto i coma, tiene que hacer muchos párrafos innecesarios. Así en menos de dos cuartillas u hojas de papel carta, encontramos nueve (9) párrafos largos i cortos. Imagino lo que le costará leer a José Saramago, uno de los más extraordinarios Premios Nóbel contemporáneos. Entonces, vamos al primer párrafo.

Las primeras 4 ó 5 líneas son disparatadas i no vienen al caso como introducción a lo que va a exponer. Habla de “ingeniería”, de “ciencia dura” i los “modelos” i luego de “escalas i experimentos”, resistencias de un puente, a las olas i del “tamaño de una habitación” que no sabemos a qué se refiere si a las olas o al puente i, en fin, un zaperoco como para comenzar a explicar un proyecto de construcción, con “un generador de olas para simular un gigantesco tsunami”. Advierto: el tsunami es de disparates sin sentido como el final del párrafo: “En otras ciencias se utiliza también la comparación entre circunstancias parecidas para imaginar conclusiones”. Recurro a una trivialidad humorística: ¿Cómo les quedó el ojo? ¿Recuerdan aquella película de Cantinflas, cuando en un pizarrón, explica a unos sabios su fórmula química, creo que del “carburen”? Ya demuestra que cuando “quiere pensar” el güisqui de 18 años, también hace daño.

En este segundo párrafo (i no se alarmen que vaya a comentar los nueve; solamente los que demuestran que este escuálido ex delfín de Caldera, o Chávez lo tiene loco de verdad, o es bruto; o por lo menos de escasa inteligencia, deteriorada por el “de 18” en grandes dosis. Por ello Arias, el 4 de febrero, lo agarró mansito durmiendo su “turbación del juicio mañanero” que se expresa con tres letras. Dice a comienzo de párrafo: “Utilizaremos el caso de Ricardo III de Inglaterra por sus grandes paralelismos con nuestra situación y del que, además, conocemos el final”. Fallecida la sintaxis, uno se pregunta: ¿A cuál situación se refiere i cual final conocemos? ¿Al de la “situación” o a la de Ricardo III? ¿Cuáles paralelismos? Esto se debe a la maraña que tiene en mente i a que, además de borrachín crónico, es embustero. Por ejemplo; nadie puede decir con sinceridad i verdad que ha leído, todas las obras de un autor famoso como Shakespeare, Goethe, Cervantes o más cercanos, Oscar Wilde o Anatole France. Podemos decir que lo hemos leído mucho i estar de acuerdo con Jorge Luis Borges que se enorgullecía más de los libros leídos, que de los escritos por él. Casi todo el mundo, al citarle a William Shakespeare, lo primero que recuerda haber leído son obras como Hamlet, Otelo, Romeo y Julieta, Macbeth, El Rey Lear, Sueño de una Noche de Verano, Pericles, rey de Tiro, etc., pero casi nadie ni recuerda quien escribió Ricardo III. En el siglo XVIII, los hermanos Charles i Mary Lamb, escribieron una serie de CUENTOS DE SHAKESPEARE, para que los jóvenes fueran conociendo las obras del genial autor (escritas para teatro) de una manera más simple o sencilla i motivarlos a ir a las originales. Recopilaron 20 obras i allí no estuvo Ricardo III. En nuestro idioma, Luis Nueda hizo un voluminoso libro, titulado MIL LIBROS, donde comentó lo que iba leyendo de grandes autores i, aunque Shakespeare es de los más leídos, no está Ricardo III. Tampoco lo he hallado en obras sueltas. Lo tengo porque poseo las obras completas, en papel Biblia de la Colección Aguilar, i lo leí hace muchos años, porque algo que sucede allí me interesaba. No es de lo mejor, pero una frase de ese texto se ha repetido en revistas, i algunas publicaciones o citas i posiblemente alguien se la entregó o comunicó a nuestro “escribidor”. Estoi casi seguro que no ha leído la obra i dudo que al mismo Shakespeare en cualquier otra, incluyendo a Hamlet.

Pues, bien, titula su artículo queriendo darle una presentación literaria, MI REINO POR UN CABALLO, i trae una obra de finales de 1400, a establecer “paralelismos” con nuestra realidad del siglo XXI, como comparar una vela de sebo, con una luz fría a las que estamos cambiando ahora para ahorrar energía, porque todas dos alumbran.(¡!!!) ¡Oswaldo, la cultura no se improvisa! ¡Eres menos inteligente de lo que creía! ¡Se te debe haber olvidado hasta el Derecho!

El tercer párrafo lo comienza diciendo –para “comparar” a Chávez con Ricardo III “Curiosamente Chávez lleva tres elecciones (estás certificando que democráticamente es el más legítimo de cuanto presidente hemos tenido) por lo que sería también un y de la misma manera muchos creen que ha hecho muchas marramucias en las elecciones” con lo que confiesas que ustedes en la oposición son bien estúpidos para no haber logrado probarlas como dices; i siguiendo tu sintaxis (creo que piensas que la sintaxis es no tener taxis para transportarte) queriendo de paso lesionar al Vicepresidente Jorge Rodríguez, rematas el párrafo diciendo que nombraron a un “imparcial árbitro” para ese cargo. ¡Por dios como te diría Sara García, pídele a la cocinera de tu casa que ya aprendió a leer en la Misión Robinsón, que te asesore o corrija!

Después, para no casar al lector, sigues sumando disparate tras disparate sobre Ricardo III; la “supuestas comparaciones”, las traes por lo pelos; demuestran que no has leído esa obra, dices que la oposición ha cogido más palos que una gata ladrona; que está dividida porque unos pendejos aceptaron la paliza del 3D i que las defecaciones de escíbalos grandes de la oposición, como no pudieron “cobrar” (como lo hicieron el 11 de abril), resultaron más parecidas “a unos juegos florales de las ninfas”. Aquí creíste botarla de jonrón. ¡Qué hombre tan culto, habla de los juegos florales de las ninfas! Me provoca meter una palabrota sazonada i válida como ¡Coño Oswaldo, dónde viste que las ninfas hiciesen juegos florales! Además las ninfas no eran las Musas, i eran miles de miles, amantes de los hombres i de los dioses i si hubiesen hecho juegos florales, que son certámenes poéticos premiados con flores e instituidos por lo trovadores de Provenza en Francia (lengua de Oc) i por Juan I de Aragón en España, hubiesen necesitado en el pasado un estadio como el Maracayá, para asistir ellas, sus familiares, sus amantes i sus dioses esos juegos.

Mas, (fíjate, sin acento) tu intención es el fin al de Ricardo III, cuando derrotado en su última batalla, derribado de su montura, gritaba: ¡Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo! No retrocedió como se lo aconsejaban i fue muerto. Pones batallas donde no las hai. La mayoría de los venezolanos apoyan a Chávez i tú lo saben mui bien, pese a que unos cuatro cogollistas dudan i tu dices que generales, generalísimos, mariscales i multitudes desertan. Estás soñando bien lejos, siglos atrás, pero tienes dañado el reloj biológico por el alcohol. Tu no debías saber ni quien fue Ricardo III, ni quien escribió su tragedia e imaginas, con facultades predictivas que algo parecido debe pasar; pero que Chávez no caerá de un caballo sino de un volskwagen rojo rojito i que llamará a la Conferencia Episcopal a solicitar un cura, lo que será imposible, pues todos están fascinados con el pago que les está dando el delincuente Nixon Moreno, que algún día solicitarán su canonización porque buen “canonizador” será, o mejor, es. Por eso, sencillamente eres un rei entre mediocres…solemne, inmodesto, (corrijo a Ingenieros) indeciso i obtuso. Asílate también en la CEV i aprovecha la oferta; pero por favor ¡Deja de escribir! ¡No puedes ofender a Omar Kheyyam, que bebía pero sabía escribir i filosofar! ¡Estaba en el siglo 11 i tú también lo estás, pero qué distinto!

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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