La derecha fascista opositora quiere renovar el cliché de la cacareada
"reconciliación" para empantanar el proceso, poniendo en discordia a
los afectos al mismo;en el fondo ese es su objetivo.
Existen algunos "chavistas light" que no quieren enfrentamientos ideológicos radicales con la oposición, que rechazan al programa bandera "La Hojilla" y
otros aspectos del Proceso que no es el caso mencionar. A estos
últimos va dirigida la estrategia, para dividirnos de alguna manera.
Esa gente opositora disociada y monotemática "Chávez vete ya" tienen
un error de concepto porque no se pueden reconciliar los que nunca
conciliaron. Una pareja se casó porque conciliaron sus emociones,
pensamientos y pasiones; estuvieron de acuerdo en unirse o casarse
para vivir juntos por mucho tiempo. Vinieron los desacuerdos y
pelearon.
Luego se reconciliaron. ¿Cuando, en que época hubo conciliación o acuerdos armoniosos entre el puntofijismo derechista y las clases marginadas, cuando? ¡Nunca compañeros, nunca! Solamente había una especie de tregua en las elecciones fraudulentas que hacían blancos y verdes y después venía la consabida decepción de los ingenuos que votaban por esos bandidos pseudodemócratas.
Luego entonces se infiere que el término "reconciliación" no puede tener
cabida en nuestra lucha de clases, es algo externo, sin nexo alguno
posible, no existe tal situación emocional.
Lo que tenemos es una lucha intensa de la derecha fascista por reconquistar poderes perdidos, privilegios erosionados por el proceso bolivariano que difícilmente vuelvan a tener. Esa gente odia a Hugo Chávez, desean su muerte de una manera esquizofrénica, con disociación endémica y paranoia clasista
monotemática. Ellos odian a todo lo que huela a pueblo, a reinvidicación popular, a Misiones, a independencia en lo petrolero e industrial. Esa gente adora a los yankis y a los europeos pués les hiere ser venezolanos venidos de una hermosa mezcla racial.
¿Ustedes se imaginan una "reconciliación" entre el asqueroso Leopoldo Castillo
y nuestra valiente Iris Valera? ¿Se imaginan una "reconciliación"
entre "La gente del petróleo" y la Misión Vuelvan Caras? ¿Se imaginan
una "reconciliación" entre el forajido A.F.Ravell o el sátrapa Granier
y el camarada Vladimir Acosta?.
Siempre tendremos una lucha por obtener la mayor parcela de poder que nos permita distribuir nuestras riquezas a las grandes minorias marginadas. En la propia Cuba existen disidentes que luchan por volver a los tiempos del bandido Baptista y eso no acabará. Lo mismo ocurre en la China comunista. Sigamos en la batalla que el camino es largo.
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