Siguen los estudiantes de universidades privadas, Sifrinos, hijitos de papi y de mami, en su empeño nada ingenuo de servir de mampara de la vieja clase política venezolana. Esta rancia clase política, actuales representantes de la burguesía venezolana que renunció a la institución parlamentaria y fue expulsada del poder por el proceso revolucionario y democrático liderado por Hugo Chávez, son ellos los verdaderos autores responsables detrás de las bambalinas de las manifestaciones insignificantes en el centro de Caracas y trancas de transito en vías alrededor de la Universidades SANTA MARÍA, METROPOLITANA, NUEVA ESPARTA y UCAB de los últimos días en Caracas .
La vieja clase política ha entrado definitivamente en una fase de desesperación, porque ha perdido toda esperanza de reconquistar por sí misma una posición de poder, entonces utiliza a la burguesía venezolana a través de los estudiantes sifrinos hijitos de papi y de mami, para que imiten al pueblo revolucionario, para que pateen las calles y tomen los reductos de la clase trabajadora, del pueblo llano, pero con un ingrediente macabro, la búsqueda de víctimas mortales mediante la generación de hechos de violencia.
Esa pretensión debe ser abortada con todos los hierros, bajo ningún concepto se debe permitir ni permisar que los sifrinos tomen el casco central de Caracas, sitio emblemático que debe ser reservado para las manifestaciones del verdadero pueblo, del pueblo llano, del pueblo revolucionario, porque estos sifrinos no son pueblo. Que mantengan sus expresiones en contra del pueblo en sus sitios naturales, ya que a los barrios populares no se atreven ni acercarse, porque no saben ni siquiera donde están ubicados y obviamente el mismo pueblo los rechazaría.
Hasta hace poco el argumento utilizado fue la decisión soberana del Gobierno Bolivariano de no renovar la concesión para la explotación del espacio radioeléctrico público a la empresa 1 Broadcasting Caracas (1BC), hoy, como era de esperarse, se oponen a la mayor reivindicación de la historia de Latinoamérica que ha logrado pueblo alguno, se oponen a la revolución dentro de la revolución bolivariana, se oponen a la Reforma Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela
Pero hasta allí no se quedan, una vez mas la burguesía venezolana, encarnación política del fascismo, muestra su naturaleza fascista, de sierva del capitalismo, del imperio norteamericano y de agente de la contrarrevolución. La burguesía venezolana, pretende reemplazar la autoridad de la ley por la violencia privada, ejerce (y no puede dejar de hacerlo) esa violencia caótica, brutal provocando el levantamiento de algunos estratos sifrinos de Venezuela contra Estado, contra la Revolución y atrayendo para su causa, con la fuerza de la sin razón, a figuras hasta hace poco descollantes de la Revolución, quienes dejan atrás sus principios sobre la base de una promesa de poder y de posiciones estratégicas de gobierno. Tenemos allí los casos recientes de los diputados del partido Podemos y del general retirado Raúl Baduel, figuras públicas quienes reaccionaron ante sus frustraciones de no llegar por su propio trabajo a ser protagonistas fundamentales de la revolución, traicionándose a sí mismos y al pueblo.
Pero ya el pueblo revolucionario se acostumbró a reaccionar apropiadamente, el domingo 04 de noviembre de 2007 una avalancha, un tsunami rojo rojito salió a la calle para defender sus reductos, para afianzar sus plazas y los lugares emblemáticos de la revolución, así fue en la megamarcha de apoyo a la Reforma del domingo 05 de noviembre, y así seguirá siendo, Dios mediante.
Que no se equivoque nuevamente la burguesía venezolana y sus escondidos representantes de la vieja política, porque el pueblo esta alerta.
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