El “politólogo” venezolano Aníbal Romero no es brillante: por gris lo tienen chavistas y antichavistas. Su pensamiento es profundo como un plato de sopa y su estilo es el de una traducción automática de Internet. Aunque no tenga nada que decir, a veces lo dice y mal.
Lo conocí hace casi 30 años en un seminario de la Universidad Simón Bolívar llamado, creo, “Desarrollo, Seguridad y Democracia”, en donde Petkoff, uno de los ponentes, a la pregunta escrita: “Esta es una sociedad dividida en clases, ¿Sí o No? Si lo está, hay lucha de clases, ¿Si o No? Si la hay, una de las dos clases es el enemigo interno, ¿Si o No?”, respondió que no admitía ese tipo de razonamiento que conducía a la masacre. Calvani se salió por peteneras de la misma pregunta, respondiendo “El enemigo interno somos nosotros mismos, infractores todos”. Las menos interesantes conclusiones de Aníbal Romero en este seminario me dieron entonces la medida de su profunda superficialidad.
AVITAMINOSIS INTELECTUAL
Desde entonces, palabra de honor, sólo he escuchado comentarios burlones sobre su avitaminosis intelectual. Pero la oposición venezolana lo admitió, como a otros inservibles, y a veces balbucea por televisión o garabatea en la prensa, por lo que no me sorprendió encontrar un artículo con su firma el 1º de febrero 2008 en el diario “El Nacional”. El título “Bush y Petraeus” llamaba la atención y provocaba una ojeada.
PRIMERA SORPRESA
Valió la pena. No sólo porque no parecía escrito por Romero, lo que ya es un mérito, sino porque se trataba de un elogio del General David Petraeus, responsable militar de la ocupación de Irak y Afganistán, responsable moral del infierno de Abu Ghraib y toda la destrucción, dolor y miseria que ha causado la más potente maquinaria bélica de la historia en dos pueblos sacrificados. Peor aún: el artículo es un ataque contra “los izquierdistas” de la revista TIME Magazine por negarse a nombrar “Hombre del Año” a Petraeus, el Carnicero de Bagdad.
“VICTORIA EN IRAK”
Según el autor (?), la prueba de la “victoria con impacto geopolítico” en Irak y Afganistán es que los electores norteamericanos se interesan más en el tema económico que en la guerra (Como si los 30 millones de pobres del Imperio y la recesión económica no tuviera nada que ver con el fraude a la Nación de los negocios bélicos y petroleros de los gángsters que ocupan la Casa Blanca). “El arquitecto de este triunfo militar –sigue el artículo- es el general David Petraeus, experto en contrainsurgencia, que dignifica la profesión castrense (…) que ha resistido con paciencia y sentido del honor todos los ataques que la fanatizada prensa izquierdista estadounidense ha lanzado en su contra”.
DERECHA DE LA DERECHA
Pero eso no es todo, aunque sea demasiada infamia para un hombrecito como Aníbal Romero llamar “miopía antipatriótica” y “parcialidad izquierdista de la inmensa mayoría de los medios de comunicación norteamericanos” al rechazo general al negocio de genocidio de la familia Bush y sus hampones. El autor del artículo firmado por Romero nos pregunta si, cinco años después de la invasión, hubiéramos preferimos que Sadam Hussein siguiera mandando en Irak y Osama Bin Laden asilado en Afganistán. ¿Por qué no lo pregunta a los ciudadanos de esos países? Porque responderían que nada, absolutamente nada es peor que la ocupación americana.
Además, tanto Sadam como Osama fueron criaturas de Estados Unidos, formadas, financiadas y armadas por los Estados Unidos.
SEGUNDA SORPRESA
El Nacional cometió el error de publicar el artículo ¡por segunda vez! el 6 de Febrero, dejando claro que a) Se trata de un artículo fabricado en USA, de esos que envían para que los publiquen los medios y periodistas subsidiados; y b) Su origen no está en el Departamento de Estado, sino en el Departamento de Defensa (Comando Sur) porque ¿a quién sino a los militares se les pude ocurrir dirigir parte del dinero invertido en Venezuela para ensalzar al General Petraeus y atacar a la revista TIME?
“No hay que olvidar el papel de la estupidez en la historia” advertía Marx. En este caso la estupidez de Aníbal Romero que por hacerse el “informado” en asuntos de política interior norteamericana, muestra “el bojote” y demuestra cuán bajo cae un ser cuando su ausencia de talento se junta a su falta de probidad. El repugnante artículo firmado por nuestro ”politólogo” termina con esta frase: “A diferencia de los ambivalentes “líderes” que tanto gustan a la izquierda, Bush no escoge el centro entre el bien y el mal”. Ni Aníbal Romero tampoco, por lo visto.
rotheeduardo@hotmail.com