¿Hasta cuando seguiremos consumiendo el veneno tóxico de las matrices de opinión generadas por la oposición venezolana?, ¿cuándo tendremos una oposición digna de esta revolución transformadora?, es verdaderamente triste como de manera permanente manchetas, comics, artículos de oponión, editoriales y panfletos de los medios oposicionistas (no de oposición seria) le atribuyen al presidente Chávez características y facultades autoritarias, que en realidad distan de una realidad concreta que a ellos les duele, ningún líder oposicionista puede afirmar que cumple con el principio democrático de la participación directa de las bases en la escogencia de los candidatos a cargo de elección popular, ya que el primer paso es la “macoya” partidista y de última opción, la competencia en el libre mercado de empresas encuestadoras en un número de tres para ver quien se repite más entre ellas en posición ganadora; ¿qué democracia es esa?, quisiera escuchar a los seudoteóricos del oposicionismo venezolano cómo le dan razón positivista a este procedimiento y sobre eso validan que éste es un proceso más democrático que el que está aplicando el PSUV.
Seguro algunos tecnócratas oposicionistas del sector privado utilizarán recursos discursivos basados en autores como Shumpeter, Dahl, Sartori, Huntington, O`Donell, o incluso Touraine, que dentro de la democracia procedimental permitirán dar validez a unos mecanismos que ni siquiera en la concepción más liberal de la democracia podría justificarse, estoy seguro que incluso Robert Dahl, padre del concepto de la poliarquía, no daría razones tan minimalistas, como el oposicionismo venezolano para contraponer la democracia a la verdadera “dedocracia poliárquica” que ejercerá el oposicionismo para la elección de sus candidatos, sin siquiera haber discutido alguna idea o propuesta fundamental de proyecto de país, de estado o de ciudad.
Y tienen el coraje de decir que el dedo de Chávez escogerá los candidatos; estos seudodemócratas si son descarados de verdad, y lo peor es que se molestan por la utilización de los medios de comunicación oficiales para la discusión de ideas programáticas e ideológicas que orientarán el camino de acciones concretas para alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, mientras que ellos se pasean por los medios injuriando o descalificando a quienes plantean propuestas concretas.
Existe una teoría psicológica que habla de la disonancia cognitiva, que plantea que ante los errores cometidos que contradicen la palabra o el pensamiento, conciente o inconcientemente actuamos justificando nuestra acción con argumentos contradictorios o poco sustentables para no sentirnos culpables, el oposicionismo venezolano transculturizado, que seguramente buscará en las teorías de los precitados autores, extranjeros todos, y de clara tendencia ideológica de derecha (quizá menos Touraine que podríamos clasificar de centro), está en pleno uso de una disonancia cognitiva que no ha superado desde el primer choque que le produjo el saber que un negro-sambo-indio llegó a la presidencia de Venezuela para iniciar un cambio en el rumbo de dominación cultural impuesta por la élite transculturizada y apátrida. ¡Qué viva la democracia sustantiva!
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