La Proclama de los Comandantes “Calzones Meados”, en Mérida

En horas del mediodía del día lunes pasado, un numeroso grupo de viejos irredentos comandados por Elías Pino Iturrieta, Bobolongo, Simón Alberto Consalvi, Pablo Medina, Rafael Arraiz Lucca y otros lideres e intelectuales como William Dávila Barrios y el Reyecito Jesús Rondón Nucete, presentaron en Mérida el Manifiesto de los Comandantes “Calzones Meados”. El olor a amoniaco era irritantemente intenso. El horrible mecatudo de Pablo Medina le llevaba el maletín a Bobolongo y sudaba la gota gorda para aparecer en cámaras, y a cada rayo de luz balbuceaba. A cada expresión de Bobolongo, Medina replicaba: “NO ES NO, EN CAMBIO “SI” ES YES”.

El anciano Consalvi trató de hablar, tosió con fuerza, se fue de bruces y escupió a dos honorables señoras de la alta sociedad de la Ciudad de Los Caballeros analfabetas. Don Elías Pino interrumpió cinco veces su discurso por tener que ir al baño. Arraiz Lucca con su vocecita de niña quinceañera aclaró: “Venimos a orinar en Mérida donde la lucha se hace a calzón quitado y atado a férreos ideales gochocráticos. En la Cagochocracia no se pretende en modo alguno sustituir a los inexistentes partidos políticos por valores extrapolares. Exhortamos al gobierno nacional a respetar al Bolívar de carne y hueso. Al Bolívar de los panteones, al Bolívar de los inciensos y de los bancos. Ya basta de un régimen de libertades antidemocrático para quien el Estado de Derecho así como los resultados de la elección y consulta del 2D, NO VALEN NADA.”

Por cierto, estas palabras molestaron horriblemente a William Dávila quien poniéndose de pie reclamó: “Más gocho-meón será usted.”

Arraiz Lucca se fue al baño y le sustituyó la palabra otra vez Consalvi: “Nuestra lucha nos convoca en Mérida a una batalla por la libertad … recordando justamente a Nixón Moreno líder estudiantil del mundo, el joven más maliciosamente perseguido del continente americano. Un hombre de una sola pieza, de un solo concepto, de una sola media idea. El Movimiento 2D como lo hicimos antes en Caracas, Maracay, Valencia, y ahora desde Mérida le exigimos al presidente Hugo Chávez que restaure el bolívar de siempre, el respeto a la Constitución Nacional y el sometimiento suyo y de los otros poderes al orden legal del pasado”.

Regresó del baño Elías y con todos los gallos alzados de su garganta estalló: “Venezuela había ingresado al siglo XX con 35 años de retardo. Así interpretó don Mariano Picón-Salas el tiempo perdido bajo la dictadura sórdida de Juan Vicente Gómez, la más prolongada y más brutal de nuestra historia. Cuando las dictaduras o las autocracias personalistas se apoderan de los países y de sus pueblos, eso es lo que sucede, el tiempo parece detenerse y se entra en un sótano de oscurantismo, mientras el poder se traduce en un ejercicio permanente de violencia y de tratos inconfesables en manos del dictador. El Estado, que teóricamente debe ser garante del bienestar colectivo, se convierte en enemigo de la sociedad, con el único propósito de servir los designios del hombre fuerte o del gendarme necesario. El Estado, en una palabra, se confunde con el déspota y la sociedad civil en rehén de sus ambiciones….”

Y venga, otra vez todos al urinario. La próxima reunión de estos viejos se hará desde una canaleta en un excusado público montado en el mercado de los artesanos.

Bobolongo tomó esta vez la antorcha de la libertad: “Nuestro país atraviesa en estos días una etapa trágica, caracterizada por el regreso de aquellas prácticas dictatoriales que imaginábamos ya superadas, con el agravante de que ahora se le añaden designios ideológicos totalitarios que se proponen el establecimiento de una sociedad de pensamiento único, experimento ya fracasado en la Unión Soviética y en las naciones de la órbita comunista y que vive sus últimos momentos en Corea del Norte y en un país como Cuba que ha perdido medio siglo. Somos portadores de un mensaje transparente, nacido de lo más profundo de nuestra condición de venezolanos. Somos un pelotón (de meones mayores), integrado por profesionales de diversas áreas, de intelectuales y trabajadores, mujeres, jóvenes, representantes de las regiones y de todos los estratos de nuestra sociedad, se definió con ese nombre para honrar una fecha que nos honra a todos los demócratas de este país.”

El ancianito Consalvi pujaba por expulsar la última gota de sus orines, y fue tajante, y así, pujando con infinita gravedad, pudo con grandes esfuerzo explicar: “vivimos bajo un régimen nacido de un golpe de Estado, en una dictadura. Frente a algo de tanta gravedad, no hay manera de ser indiferentes, frente a algo de tanta gravedad, nadie puede renunciar a su futuro permitiendo que mal tan pernicioso avance y se imponga sobre nuestros derechos colectivos. Aquí está imperando la ley de la selva, la del más fuerte, la ley del que grita y ofende más, dentro y fuera de Venezuela. El presidente de la República suscribe convenios militares y convierte a Venezuela en uno de los países con más alto gasto en armamentos. Ordena que se abra un banco de Venezuela en Teherán. Llama la atención la proliferación de entes financieros de Venezuela en el exterior. La conflictiva política exterior del gobierno acaba de sufrir otro fiasco, añadido al de las computadoras de Raúl Reyes. Inesperadamente, Tele-Sur apareció como Tele-FARC, al dar la primicia universal del comandante Timoschenko al confirmar la muerte de Manuel Marulanda en un escenario bien compuesto con las cámaras del canal.”

Llegó don Elías con la bacinilla en la mano, y remató: “Aquí ya ni se puede mear. No hay baños suficientes. Usted va por el centro de las grandes urbes y tiene que mear como un perro. Pero no sólo eso: el régimen fragua un catálogo distinto de los héroes y villanos, redacta a su manera las vicisitudes de la colonia, de la independencia, de los inicios de Estado Nacional, del siglo XX negado y apostrofado, para que todos los cauces encuentren término en la “Revolución Bolivariana”, para que una sociedad cuyos episodios se describen como un trabajo de pigmeos, clamen por la salvación de un soldado ignorante y vanidoso. El régimen que le cambió el nombre a la República y retocó el escudo y la bandera nacionales, ahora la emprende contra la memoria colectiva para que los borregos recuerden desde una perspectiva exclusiva y excluyente, para que los recuerdos coherentes del pasado dejen de cumplir su función de brújula y bitácora de la sociedad, de advertencia oportuna frente a sus ídolos y frente a sus demonios.”

Y todos a una, aquel pelotón de meones prorrumpió: “¡Por el respeto a los resultados del 2 de diciembre de 2007! ¡Por el respeto a la voluntad popular! ¡Contra los propósitos de violar la Constitución Nacional y de establecer en Venezuela el régimen autocrático de un presidente de ideas envejecidas! ¡Juan Vicente Gómez está muerto y por ningún respecto permitiremos que resucite! ¡A las bacinillas todos, con las manos, valientes!”


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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