La oposición sigue subestimando a la población venezolana, sin darse cuenta que cae en la ignorancia de saber que el tiempo de los tontos pasó en este país desde que el presidente Hugo Chávez asumió el poder.
Sí, cada día que pasa, son más las evidencias que los cuerpos militares y policiales de Venezuela descubren en torno del magnicidio en contra del líder del proceso revolucionario venezolano, y que ante semejante hecho la inteligencia de los opositores sólo da para hacer un silencio que los hace cómplice, burlarse de las armas de guerra incautadas y descalificar las declaraciones oficiales al respecto.
A mi modo de ver, el intento de magnicidio se debate entre estos dos aspectos: primero, el político, donde diputados y otros dirigentes del oficialismo se encargan de hacer conjeturas y señalamientos en contra de los opositores, mientras estos se defienden y se amparan en lo difícil que significa en este país demostrar la autoría intelectual de cualquier delito. Mucho más cuando salen a relucir peces gordos en el asunto. Creo que en Venezuela no hay un solo precedente al respecto.
Segundo, el relacionado con la investigación policial. El Gobierno nacional abortó el asesinato en contra del presidente Chávez, que incluía la participación de civiles y militares de alto rango activos y en situación de retiro que proponían entre otras cosas, explotarlo en al aire.
Así se hicieron allanamientos como el ocurrido en Maracaibo, sector Indio Mara, donde localizaron cuatro granadas y un cañón antitanque Carl Gustav, de calibre 84 mm y con un alcance de 700 metros; como en Maripérez, Caracas, donde localizaron otro cañón antitanque; como en Falcón, donde igualmente encontraron otras armas de guerra y sabrá Dios cuantos eventos más puedan haber ocurrido al día de hoy relacionado con este caso y no tengo tiempo de mencionarlos.
Pero lo que quiero decir es que la gente podría admitir que en el ambiente politiquero se burlen, se mienta, confundan intencionalmente, pues la experiencia indica que estos hechos desencadenan en un debate estéril y generalmente quedan impune, pero descalificar un trabajo policial como el que se hace y cada vez arroja mayores evidencias acerca del plan para salir de Chávez, me parece que es una estupidez mayúscula.
La oposición no podrá tapar el sol con un dedo, menos ahora, que como ya dije, el tiempo de los tontos pasó. Allá aquel que crea que los venezolanos seguimos siendo esos ingenuos en que nos tenían convertidos en la IV República. Allá aquel que crea - si eso lo hace feliz- que todavía cambiamos oro por espejitos, como en la época de la conquista…yo sólo les advierto que no se olviden del 23 de noviembre, ya está cerca.
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