El tipo miraba por encima de los lentes y gritaba: “¡Conéctame con San Cristóbal!” Como en una guerra o en una voraz guarimba. Feliz, eufórico, como cuando decía que en pocos minutos podía estallar el Pilín León, como cuando se quemaron los soldados en Fuerte Mara, como cuando se derrumbó el Viaducto, como cuando mataron a los hermanos Fadoul y ahora cuando bajan los precios del petróleo; bufaba anoche el Matacuras de lo lindo. ¡Qué felicidad para ellos si Caracas y Los Andes todo se derrumbaran a consecuencia de las feroces lluvias! Qué felices si se desbordara El Guaire, y por ello desgañitándose proclamaba que sólo faltaba unos centímetros para que este río se desbordara. Ese es el verdadero candidato de esta gente: el horror, el crimen, la desgracia del país, la muerte, la maldición de cualquier catástrofe natural o externa que nos pueda sobrevenir. Poe eso la bandera que más usan es la de la inseguridad. Y cual zamuros sanguinolentos, cual festejadores de las tragedias ajenas se presentaron allí en el programa del Matacuras, Antonio Ledezma, el Oscariz, el Graterol, brindando por la Vieja Sebastiana.
Lo más inmensamente ridículo fue cuando Ledezma dijo que ellos tenían que irse del programa urgentemente porque se iban a la calle a salvar vidas, e hizo el gesto de poner de pie, pero no arrancó, no se fue. Ponían la esperanza estos bandidos en que la nación toda se ahogara en lodazales para ellos de allí conseguir algunos votos más. El Matacuras, pletórico de alegría pidió una comunicación con el periodista Euro Lobo de Mérida, y éste le dijo que el río Chama se estaba desbordando pero que ya la FCU de la ULA había instalado un centro de acopio para atender a los damnificados. Descomunal mentira. Los vagos del Movimiento 13 estaban echados en sus poltronas reunidos con el comando de William Dávila, preparando los planes para enfrentar el “grandísimo fraude” del día 23 de noviembre. Yo recordé entonces aquella ocasión en que el Presidente Chávez les dijo que el candidato de esta gente era el Viaducto que se había caído.
Peor estaba RCTV, quien nunca da noticias, anunciando que ya Caracas se encontraba totalmente destrozada por las lluvias, y que lo que avecina para hoy es mil veces peor que todas las tragedias lo que se han vivido en el pasado. Yo recuerdo que cuando ocurrió la vaguada del año 2000 en Vargas, el ya fenecido Jorge Olavarría denunció al mundo que la culpa era de Chávez, porque él ya lo había conocido por informes científicos con suficiente tiempo y sin embargo no tomó ninguna medida para que adrede se muriera toda esa gente. Después agregó que Chávez se había ido a La Orchila a celebrar los resultados del referendo que daba aprobación a la Constitución debatida durante 1999, incluso que Fidel Castro se encontraba en la celebración. El diario español “El País” recogió todas estas declaraciones de Olavarría como verídicas e irrabatibles.
Así siguen estos degenerados, más canallas, más torcidos y miserables que nunca. Pero el 23 N les daremos una verdadera paliza. O sea.
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