En lo que se
refiere a los partidos de oposición, su base económico-social, hablando
con propiedad, es de naturaleza doble. Por un lado, viven de los recursos
que obtienen de las gobernaciones y alcaldías donde roban y desgobiernan;
y del otro, por los dólares y apoyo del Departamento de Estado yanqui,
Con lo que se someten a sus órdenes, y en este aspecto todo oposicionista
es un cipayo subordinado del imperialismo. Y además, los distintos
personeros de estos mini-partidos políticos, abrevan de las mismas
fuentes que los cínicos medios de comunicación de la burguesía, difusores
y manipuladores de noticias.
La asociación
de estos grupúsculos políticos como limones exprimidos, no se molestan
en crear en sus cabezas un fondo de ideas, ellos son materialistas,
no idealistas.
Cada uno de
estos grupúsculos que sobreviven se mantienen por la fuerza de la inercia
y los dólares yanquis y no por el vigor de sus ideas. La única organización
de estas características que puede decirse, tuvo un pasado de concentración
de masas más serio, fue Acción Democrática; hasta la fecha se demuestran
incapaces de revisar valientemente su política “social imperialista”,
apátrida, corrupta y excluyente, al servicio de la oligarquía criolla,
lo cual fue una de las razones principales del colapso de su “democracia
social representativa”. Los restantes grupúsculos son todavía menos
capaces de ejercer la crítica y la autocrítica. Toda esa empresa está
imbuida de un espíritu de diletantismo senil. Por lo que, el pueblo
al sentirse burlado, les volvió la espalda y cayeron en el desaliento,
la apatía, la indiferencia y el olvido. Esto precisamente es lo que
garantiza el triunfo de la Revolución Bolivariana y el Proyecto Socialista.
Estos partiduchos oposicionistas, son los que ahora están predicando
la división de Venezuela en pequeñas republiquitas, y demuestran con
este hecho que son unos apátridas y agentes del imperialismo.
Es muy dudoso
que la “unificación” de estos grupos oposicionistas signifique
algún peligro para el Proyecto Revolucionario, que es el movimiento
nacional del socialismo. Pero tampoco creemos que les haga un gran favor
a los imperialistas, porque junta en el mismo saco la estupidez, la
hibridez y la inconsistencia de todas las variedades y matices del fascismo
burgués, es decir, de la tendencia que está en contradicción más
aguda con el espíritu nacionalista de los venezolanos. Como todas las
“unificaciones” mecánicas de estos grupúsculos, esta será una
fuente de nuevos conflictos y rupturas internas y se hará pedazos en
cuanto llegue el momento de la acción.
Pero en cualquier
caso, sólo los que adoran servilmente el éxito pueden pensar que la
eficacia es admirable sin tener en cuenta lo que se hace. No haremos
aquí una evaluación detallada del folleto de estos personajes porque
para ello tendríamos que comentar cada página y cada línea. Tienen
la obligación de encarar inmediatamente una revisión radical de su
bagaje político, de comparar sus híbridas peroratas con declaraciones
claras y precisas, sólo de esta manera lograrán salir de estas contradicciones.
Con el triunfo
del SÍ, obtenido en el referendo para enmendar la Constitución Bolivariana,
aspiramos, que no haya entre los venezolan@s más diferencia que la
de la edad y del sexo. Ya que todos tenemos las mismas necesidades y
las mismas facultades, pues que haya para nosotros una sola educación,
un solo sistema de salud, una eficiente política de alimentación y
un sistema de vivienda para cobijarnos y abrigarnos humanamente. Nosotros
los socialistas nos conformamos con un mismo sol y un mismo aire para
todos. El fin de los socialistas es defender y acelerar la marcha de
la Revolución, atacada frecuentemente por el imperialismo, y aumentar,
con el concurso de todos, los disfrutos comunes.
Los acontecimientos
políticos que se ciernen sobre nuestra Patria no dejaran en pie ninguna
de estas organizaciones políticas que se sobreviven. Sólo el socialismo
mira con confianza el futuro. Es el objetivo más importante de nuestro
devenir. Sostenemos una gran causa en un combate heroico en el cual
la honorabilidad de los combatientes y la presunción del derecho son
iguales. Tenemos la obligación de recuperar a los dos millones de compatriotas
que en las recientes elecciones del 15F, que votaron por la oligarquía,
ir a su encuentro y explicarles los beneficios que para todos nos proporcionará
el socialismo.
La desvergüenza
no justifica la ignorancia. Y la ignorancia no es una herramienta de
la Revolución Bolivariana.
Salud Camaradas.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria, Socialismo o Muerte.
¡Venceremos!