El prófugo Nixon i la complicidad de la C.E.V, la Nunciatura i Baltasar Porras su padrino

¡Hasta a dónde ha llegado la degeneración de la falsa iglesia de Cristo! Para quienes nunca hemos creído en ella porque conocemos su historia, especialmente cuando se hizo millonaria con la conversión del Emperador Constantino por los engaños de su madre, i las trampas que hicieron después de la muerte de este emperador para auto otorgarse más riquezas de las que realmente les dejó, i que, como narra Eric Fromm en un pequeño pero contundente libro titulado El Dogma de Cristo, demostrando cómo de ser la religión de los humildes, pasó a ser la religión de los poderosos i superó a la religión judía i a la iglesia ortodoxa griega nada más que por riqueza o poder económico; pasado el tiempo de los Papas guerreros, conquistadores i hasta ladrones i asesinos, el último siglo i medio habían sabido disimular mui bien el Vaticano, precisamente su condición de Imperio, pretendidamente “espiritual”, aunque no dejaron de hacer vagabunderías i convenios malsanos para la humanidad. Por eso vuelvo a recomendar que lean EL VICARIO, para que vean cómo el célebre Pío XII, o sea Eugenio Pacelli, tenía debilidades nazistas, igual que las tiene el actual. La iglesia solamente ha variado el exterior, la vestimenta de humanismo, pero en el fondo es la misma cruel entidad medieval. La adaptación a la vida de finales del siglo XIX, el siglo XX i lo que ha transcurrido de este comienzo del XXI, es porque la ciencia los ha golpeado tan duro, les ha hecho ver que predican falsedades i disparates, más de tres siglos i medios pedirle perdón a Galileo, no encontrar en el Cosmos ni rastros de cielo, ángeles i otras mentiras celestiales que, naturalmente ahora siguen confundiendo mentes, pero están pasados a ser partidos políticos, financieros i con la misma pobreza de ideas de la Inquisición. Por eso tenemos dos iglesias; la de los sacerdotes ingenuos, buenos i creyentes en Cristo, (que no fundó ninguna iglesia) todos ellos “marginales”, i la “iglesia” del Imperio Vaticano i sus cogollos de jerarcas, oligarcas, conservadores i agresores, cuyas “Nunciaturas” ahora son Embajadas, los nuncios embajadores como Sapiro o Brownfield, sus Cardenales i Arzobispos cogollos reaccionarios, como mecanismos conspirativos iguales a la CIA; ¿i la patria? sencillamente el terreno donde residen, sin amor a su pueblo i a sus símbolos patrios i obviamente el gobierno; pero afectos a Roma, como los pitiyanquis afectos a Washington o sea, al Imperio.

Por eso, a un delincuente común como Nixon Moreno; estudiante infame, bruto i conspirador por nexos con los deplorables partidos de la IV República, AD i COPEI, según parece consiguió en el adeco con sotana, ese energúmeno llamado Baltasar Porras (el mismo que sale al exterior a calumniar a su patria) un padrino que protegía sus desmanes en la ULA; posiblemente quien gestionó que un rector de pacotilla, indigno de ese cargo, le fuera a regalar un título a la propia nunciatura (digo, embajada) i hasta le dijera en esa ocasión una Misa para bendecir a tal delincuente. Pues el haber tratado de violar, humillar, desnudar, vejar, mancillar a una dama funcionaria de la policía de Mérida, i haber herido a un joven policía quien quedó cuadripléjico, no es ni siquiera un pecado, además de las fechoría que por años este “estudiante” dirigía en los predios de la Universidad de los Andes, durante unos 15 años.

Sin embargo, después de dos años de “amparo diplomático”, de resguardo de un “perseguido político” que debió hacer muchos favores en el “sagrado” recinto que lo cobijó con amor, el burdégano político se escapa como Carmona El Breve; ahora dicen que vestido de cura; posiblemente si fue así, Baltasar le debió prestar alguna sotana limpia i aplanchada, a la que le puso un ganchito imperdible con un cristo de plata para que Dios lo proteja, a tiempo que dinero i documentos falsificados i bien preparados en los bolsillos, pues cuando el Nuncio Beroloco, que hace en parte honor al final de su apellido, anunció que se había escapado, el ahora prófugo de la policía internacional, ya estaba en Perú, como bien enterada está su abogada defensora que también es cómplice. Posiblemente Vargas Llosa, ese super-envidioso de García Márquez, vaya a su antigua i despreciada patria, i hasta haga una novela que podría ser La NO muerte del Chivo o del burdégano; Alan García lo ponga en algún Ministerio o hasta haga dinero firmando autógrafos. Toda una celebridad. Esto es lo que se llama, “un verdadero acto de caridad, de hermosa justicia cristina” posiblemente bendita por el Papa. I aquí, entre nosotros, la pobre Carla Angola i sus seguidores, vuelvan a llorar conmovidos porque Dios hace justicia, así se olvide de cinco cubanos inocentes que llevan 10 años de prisión en el otro infame Imperio.

Todo este escándalo me lleva a recordar lo que se expone en el libro -de múltiples autores- titulado El Vaticano contra Dios: “ha llegado el momento de que la Iglesia, antes que a los hombres, pida perdón a Dios por las infidelidades y traiciones de sus ministros, especialmente los que ejercen autoridad en el vértice de la jerarquía eclesiástica”. Algo que le viene de perilla a El Vaticano i a la Conferencia Episcopal Venezolana, aunque tal vez alguno de esos “talentosos” jerarcas, conozca estas palabras atribuidas a Cristo: Necesse est ut eveniant scandala. O en nuestro español “Es necesario que se produzcan escándalos cuando es por el bien de todos”. Empero, las realidades del Vaticano i de sus “embajadas”, están a la vista de todos.

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Roberto Jiménez Maggiolo


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