Señores Burgueses oposicionistas: Ni a ustedes ni a nadie se le puede ocurrir que en un meeting de propaganda o en un artículo de periódico se sienta cátedra de economía política verdadera y sincera, y ustedes se creen que con lo que han oído en el meeting o leído en cualquier periódico burgués, o a través de cualquier programa de opinión de la televisión privada, (léase Globovisión, otros) saben y tienen bastante de socialismo, hacen muy mal en criticar lo que no conocen. Así que ustedes tienen un doble trabajo que hacer, y es el de destruir esa ruinosa forma de pensar y buscar en el socialismo nueva ideología para una construcción de sus nuevas ideas.
Ustedes señores burgueses, no están en la disposición de un ciudadano común del pueblo para penetrarse de la verdad del socialismo, tienen ustedes que buscarla por más largo y trabajoso camino. Hacen ustedes muy mal en darse por satisfechos con lo que oyen de la propaganda de los dueños de los medios de comunicación y los opinadores de oficio, porque allí no hablan a ustedes precisamente, y hacen ustedes peor en no querer enterarse más despacio en las fuentes a las que deben acudir. Y hacen ustedes muy mal en ello, porque algún día tendrán que deplorar su ignorancia, causa principal y la mayor de todas, de lo enconado de la lucha de clases.
Uno sabe muy bien que una cosa es tener la inteligencia casi limpia y rasa de algún respecto y otra muy diferente tenerla llena de estupideces, y que es más fácil concienciar a una inteligencia despejada que en otra donde hay que enseñarle a un burgués socialismo y solidaridad humana. Uno sabe además que el pueblo llega a ver la verdad de unos principios, aunque no sepan desarrollarlos del todo, en virtud de un fuerte sentimiento de sinceridad y justicia, movidos no pocas veces por dolorosos sufrimientos, y otros, los que viven en mayor holgura, sólo pueden lograr comprenderlos sacudiendo los lazos de su molicie y por trabajoso estudio. Uno sabe que en el conocimiento de algo hay grados, y que a unos les basta con uno, y a otros no.
Llamamos la atención acerca de los manejos de la dirigencia oposicionista burguesa e intimamos a que dondequiera que se manifiesten les salgamos al paso, y vigorosamente. De suyo no tienen nada de peligrosos, pero disponen de los medios de comunicación, y del dinero sustraído de las arcas públicas en las regiones y municipios donde desgobiernan y roban, y de otra parte de los dólares suministrados por el imperialismo yanqui. Envían emisarios a todos los países que le son afines y se esfuerzan en descalificar al Gobierno Bolivariano y a nuestro máximo líder, por eso no podemos permitirles por más tiempo que nos sigan atacando, sino que debemos contraatacarlos públicamente y presionarlos en sus propios centros de conspiración. Su ridícula pretensión de hacerse pasar por los verdaderos “demócratas”, su asociación con el imperialismo, brindan elementos sobrados para combatirlos.
Mientras haya en el país ciudadanos que estén sumidos en la ignorancia y la miseria, mientras existan explotados y explotadores, esclavos y señores, la pavorosa cuestión social estará siempre a la orden del día, y los privilegiados no hallarán tranquilidad ni en el silencio de las tumbas: que el ejercicio del mal atormenta casi tanto al verdugo como a la victima.
Hace falta que conciliemos nuestras ideas sobre el derecho y la moral con los graves principios de nuestros fines: La realización de la justicia social sobre nuestro país. Como nuestro propósito es grande y puro, los medios para alcanzarlo deben de ser puros. Nos hace falta ser firmes en nuestros propósitos; nada de compromisos, nada de concesiones ni sofismas.
En su necia adoración del imperialismo y de sí mismos, los oposicionistas burgueses, no quieren comprender que toda la aspiración de los tiempos actuales tiende precisamente a emanciparse de todas, de las innumerables trabas de las leyes y los reglamentos creados por ellos. No entienden que el pueblo hoy no acepta sentirse como un insecto atrapado en una tela de araña.
El ladrón de las prestaciones laborales de los trabajadores y otras vainas más, Teodoro Petkoff y su compinche el borracho Matacuras, alias Leopoldo Castillo, están crispados, embarrancados y desahuciados, (Chávez los tiene locos) por ende están parando la cola pa’coge monte, hacen un llamado a sus acólitos y que los sigan, para formar un frente guerrillero y tumbar el gobierno militarista y dictatorial.
Salud Camaradas.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria. Socialismo o Muerte.
¡Venceremos!
manueltaibo@cantv.net