Una anciana portando una pancarta con la imagen de Nixon Moreno –se la dieron en Chacaito- gritaba desaforadamente: "¡Libertad, libertad, libertad!". Su nombre es María Centeno y tiene 75 años. Se le acerca el comunicador Ricardo Zúñiga, de “El Paso de Los Andes”, medio alternativo, y le pregunta:
- ¿Por qué protesta, señora María?
Ella responde:
- Porque hoy es sábado, y hay que llegar hasta el final de la avenida. Mañana será otro día.
Ricardo insiste:
- ¿Usted protesta todos los sábados?
- Estaré loca –contesta doña María y le da la espalda.
- - Señora –insiste Ricardo-, ¿usted conoció a Nixon Moreno?
- ¿A quién?
- A Nixon, el que huyó de la Nunciatura.
- ¿Y por qué tengo que conocerlo? Yo si no trabajo no como.
Las pancartas son muy finas, cada una cuesta unos 50 bolívares fuertes por lo menos; se ven cientos de ellas. Se acerca Ricardo a un señor de unos 50 años, calvo y espigado, que trae unas esposas plásticas en la mano, y Ricardo le dice:
- ¿Eso para qué es, señor?
Y sin chistar el tipo replica:
- Para cargarlas hasta que Chávez se muera; ¿tú como que eres bobo, vale?
- ¿Estamos en democracia o en dictadura? – le insiste Zúñiga.
- En ambas. O sea, en una dictadura democrática.
- ¿Usted piensa resistir hasta el final? – insiste Ricardo.
- Ay, chico. Uno llega hasta donde puede. La vida es corta y avanzamos y retrocedemos según los tiempos. Hoy por ti, mañana por mí.
El reportero del semanario “El Paso de Los Andes” se cruza con todo el partido PODEMOS en pleno y masivamente. Acababa de llegar de Miami de la marcha: “No más Chávez”. El MAS en pleno también estaba allí con cuatro pancartas y el símbolo de su puño ajetreado (masturbador). Ricardo aborda a Ismael García:
- Diputado, diputado, por favor, ¿fue usted a Miami para la marcha contra Chávez?
- Mira chico: nada nos detendrá y podemos encontrarnos donde el pueblo exija nuestra presencia; avanzaremos sin miedo. No tenemos miedo. Carecemos de temor alguno, y llegaremos a la Fiscalía; traspasaremos la Fiscalía y pasaremos a la Asamblea Nacional y brincaremos con el voto a Miraflores. Hay un ataque criminal contra nuestros hijos, contra Globovisión, contra las radios democráticas. Vivimos rodeados por las fuerzas oscuras del fascismo…
- Sí, por favor, diputado, ¿piensa volver a Washington?
- …La paz social, la libertad –Ismael no podía parar-… los sólidos principios base de la democracia, los objetivos reales y verdaderos de todos los corazones que creen en los derechos humanos.
- Señor diputado, ¿y si en Washington no logran lo que buscan, irían a la Unión Europea, es decir a París, a Madrid, a Berlín?
- …aquí está juego el destino de cien millones de latinoamericanos –recalcaba Ismael sujetándose los lentes, con los retorcidos bigotes y mirando fijamente la cámara-: La paz no es un asunto de símbolos, es que nos quieren acorralar, nos quieren meter a todos a la cárcel, nos quieren cerrar a todos la boca, nos quieren volver comunistas rusos del pasado, comunistas alemanes del pasado, comunistas cubanos de ayer, hoy y siempre… No se trata de decir: “aquí hay democracia”, y entonces tú no puedes caminar porque te matan en cualquier esquina. No se trata de decir que hay salud pero entonces te mueres de una gripecita; no se trata de que te digan que hay educación y lo que hacen es meterte a Lenin y a Trostki, los mandamientos de Marx en los textos de estudio escolares. No se trata…
Mar de locos a toda vela. Y apareció el pervertido mayor en plan de liderar el manicomio: Federico Alberto Ravell con su camisa roja y el pecho enhiesto, pálido, tratando de desabrocharle el chaleco a Jorge Amorín. Un mariscal de campo en una batalla perdida. Marchando como un “ciudadano” más. Repentinamente surgió Antonio Ledezma con su voz de rockola encajonada, con su verbo críptico y adeco: “Aquí no se está hablando de magnicidio. Aquí de lo que se está hablando en los mercados es de hambricidio. Usted (Presidente) habla de que está preocupado por las bases de EEUU en Colombia y que hay que desmontarlas, pero lo que hay que desmontar son las bases del hampa en Catia y Petare. Los derechos que no se ejercen se mueren hasta en el papel venimos a las puertas de la Fiscalía en cuerpo presente unidos, para que la Fiscala sepa que esos derechos que cercenó son repudiados por hombres y mujeres, le decimos a los efectivos de la GN Dios Bendiga a Venezuela que este pueblo marchó en paz y que no se repita sino que de ahora en adelante la arenga de los oficiales y los policías; sea para decir que hay que luchar contra el narcotráfico y el hampa que está liquidando la vida de los venezolanos".
Todos los doctores de la UCV, ULA, LUZ, Simón Bolívar, Academia de la Historia y del IVIC que iban en la marcha, aplaudieron a rabiar a Ledezma. ¡Qué genio, coño! ¡Qué tío, madre!, ¡Qué labia, hostia!, ¡Qué mollera! A falta de Rosales, Nixon; a falta de Nixon, Cabeza e´Motor; a falta de Cabeza e´Motor, Ledezma. La madre que los parió.