El Táchira suspenden huelga de hambre “porque eso nos daba mucha hambre”

Los manganzones de mami se cansaron apenas empezaba la “huelga”: “Ay mami, yo tengo tanta hambre”, se quejaban los manganzones cada vez que sus mamis le visitaban. Y las mamis algo les llevaban: chorizo, queso y jamón encaletados. Los manganzones dormían, roncaban, y al poco rato preguntaban: “¿Qué más hay por ahí?”, y venga, se metían un trozo de chocolate, aceitunas, avellanas. Los “señores manganzones tira pedos de la noche”, los llamaban, porque hay qué ver cómo se acumulaban gases en aquellos intestinos achantados, flatulentos, abultados. Era como la guerra del Golfo y de los golfos, con aquellos trepidantes y fétidos ruidos. Eran 18 los manganzones que se mantenían en “huelga de hambre” desde el miércoles de la semana pasada a las puertas de la Defensoría del Pueblo, en San Cristóbal. Es decir que los manganzones dicen que tenían allí casi una semana. Entonces, las razones que dieron pasa suspender la referida “huelga” es la siguiente: “Le informamos a la opinión pública en general que hemos decidido levantar la protesta por las descompensaciones que estamos sufriendo, en las últimas horas a causa de la falta de ingesta de alimentos.” Qué ridiculez tan bárbara. Ellos como que creían que la vaina era para dormir feliz, echado en la colchoneta. Y si estaban descompensados comiendo todos los días y a cada rato, cómo hubiera sido si verdaderamente se aguanta sólo medio día sin tragar. Digámoslo en gringo: Hijo de mami comer mucha mierda: comer hamburguesas, comer perros caliente, salchichas, coca cola. Hijo de mami dormir siempre con las tripas llenas.

Pero el show era de abuela y padre nuestros: desde el sábado en la noche, comenzaron las ambulancias a meter bulla. Recorrían toda ciudad y las putas radios anunciaban que era que llevaban medio muerto a un manganzón de los de la “huelga”. Decían: “Urgente, otro estudiante ha sufrido una baja de tensión arterial, está muy grave; sus padres y amigos le piden por favor al gobierno que suelten a los comisarios presos. Que dejen en libertad de una buena vez al héroe Maraco, así como dejaron libre a Julio Rivas…”, Los médicos pajudos de la derecha aderezaban los cuentos, muertos de la risa, moviendo rectoscopios para arriba y para abajo. Le agarraban los brazos a los soñolientos manganzones y se los llenaban de pegoste blanco para que dijeran que estaban muy maltratados por las pinchazos que recibían. Suspendida la Juerga los manganzones consideraron que se cumplió con que fuera llamado a audiencia con el nuevo magistrado, el periodista Gustavo Azócar tras 35 días de silencio judicial luego que el pasado 31 de agosto fuera suspendida la jueza que llevaba la causa. Porque el caso de Azócar era una de las prioridades de los manganzones durante su “huelga de hambre”. Edwin Santos, uno de los manganzones en juerga, dijo contundentemente: "Tengo que confesarlo valientemente. Por razones de vacuidad intestinal no pude seguir en la huelga pero resistí con todas las fuerzas de mi esperanza por Azócar y para que escuchen nuestra voz de descontento". Dice el diario El Nacional que por su parte el estudiante de la Universidad Alejandro de Humbolt, Julio Rivas quien permanece en San Cristóbal desde el sábado pasado para dar apoyo a sus compañeros huelguistas y sumarse a la protesta en defensa de los derechos de Azócar, calificó como una bofetada la ratificación de la medida privativa de libertad en contra del comunicador. "Exigimos libertad para las personas que piensan distinto. Azócar es una persona digna. Estas violaciones a los derechos humanos se van a pagar. Nosotros los estudiantes nos comprometemos a generar las acciones para que este gobierno responda por todas las violaciones a los derechos humanos. Nos comprometemos ahora más que nunca a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos venga a este país. No nos vamos a rendir. Estas acciones que buscan intimidar a los ciudadanos no van a tener resultados. No tenemos miedo", dijo Rivas.

Se cuenta insistentemente que Pajulio pronto dará a conocer otras poses de su colección de nalgas al aire, para afincar y reafirmar su resistencia al régimen. Pa’lante Pajulio.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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