Con el reciente ajuste del bolívar frente al dólar, la oposición pierde otra oportunidad de reivindicación con el pueblo. Habla para descalificar la medida y calla admitiendo silenciosamente la especulación, con la esperanza de defenestrar al presidente Hugo Chávez aún sabiendo que esa estafa arrasa con el bolsillo de la población.
No aprenden. Se divierten con la pobreza, la inseguridad y el desempleo. Festejan la baja del precio del petróleo. Celebran que aeronaves estadounidenses violan nuestro espacio aéreo. Se regodean gozosos en la perversión de la crisis bancaria, más si salpica a los revolucionarios. Disfrutan que los colombianos utilicen a Venezuela como puente del narcotráfico y enmudecen cuando el Gobierno captura a cabecillas de estas mafias.
Culpan a Chávez de la crisis que se vive en la frontera y alaban el desgobierno del presidente Alvaro Uribe en esa misma zona, mientras aplauden las siete bases norteamericanas en suelo neogranadino. Se regocijan cuando no llueve y se contentan con los apagones, en fin, se alegran con lo que consideran va en contra del líder bolivariano, sin importarles las repercusiones en la gente humilde ¡pero bueno!, esas son las consecuencias del odio. Olvidan que salvo Dios, no hay nada ni nadie por encima del pueblo y la Patria.
No soy economista ni pretendo serlo, pero si la divisa norteamericana pasó de 2,15 a 2,60 para los productos básicos, es obvio que estos sufran algún incremento, ahora, referente al dólar petrolero recordemos que en este país los precios se calculaban basados en la moneda estadounidense del mercado negro, que estaba por encima de 4,30, en todo caso, no se justifica el remarcaje rapiña de los comerciantes, cuando no es mercancía nueva sino la que permanece en los anaqueles y depósitos.
El Indepabis con la Guardia Nacional y los revolucionarios no deben ser los únicos que den la batalla a esos especuladores, sino también los opositores, pero éstos prefieren seguir por el barranco antes que demostrar que más allá de la animadversión que sienten hacia el comandante, existe una población que necesita del concurso de todos.
Ya deben tener listo el plan “B”: la escasez de productos de la dieta diaria. Eso es lo que hacen siempre cuando quieren aumentar los precios. Luego de la arremetida en contra de la especulación, imagino a esos “pluscuálidos” acaparando para indignar a la gente con Chávez, más en estos momentos que se acercan las elecciones parlamentarias.
No ven que lo hecho en detrimento del comandante va en perjuicio de la gente, ¡porque señores, Chávez es pueblo!, aunque la oposición se niegue a entender este axioma.
*Periodista
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