El 25 de Abril es la fecha (aún oscilante) que el oposicionismo ha escogido para realizar las empañadas elecciones primarias para la escogencia de los candidatos a diputados de la Asamblea Nacional. Mesa de Unidad Democrática (MUD), es el refrito de aquel intento de unificar aquello difícil de unificar: lo que llamaron coordinadora democrática, un hervidero de apetencias individuales movidos por el instinto más natural del polítiquero: la necesidad de dominar, de sustraer lo que le pertenece a una nación, a una multitud, a un pueblo.
Poco ha variado la estrategia para vender tal refrito, la evidente falta de circulación de las élites, el desgarramiento partidista por figurar en las circunscripciones donde creen tener más poder, el impulso mediático (aún desorientado por el desacuerdo) de las colusiones burguesas criollas y la victimización como recurso emocional, son los trillados artilugios que una vez más usa la momia guanabanera.
Nuevamente frijolito repunta con su peculiar soberbia en las filas de la desunida “unidad”, esta vez haciendo un insulso intento por refrescar su política: poniendo al frente a Julio Rivas, mejor conocido como Javu, un muchachito que es lanzado a la rueda política como un genial estudiante y un mártir de la ultraderecha. Este muchacho es conocido por sus sitios en Internet donde luce con alarde la bibliografía que lo forma: Biografías de albert Speer (ministro de armas de Hitler), también es conocido por su gran padrino político: Alberto Federico Ravell.
Más de 130 pre candidatos a las primarias con sus respectivos suplentes afirman tener los oposicionistas en su mesa de unidad democrática distribuidos en todas las circunscripciones del territorio nacional. Si en algo han coincidido los que conforman la Mesa de Unidad Democrática, es en seguir apelando a la victimización como recurso de seducción masiva, así, los conspiradores: Gustavo Azócar, Richard Blanco e Iván Simonovis, son la fachada donde se recuestan las momias oligarcas para decir que hay consensos, que hay unidad. Estos tres personajes han sido votados por “consenso” como candidatos por la mesa de unidad para las parlamentarias de Septiembre.
Carlos Vecchio es el abanderado de Leopoldo López y de su tolda que indignantemente lleva el nombre de “Movimiento de Voluntad popular”, Veccio que en unas declaraciones del mes de Marzo afirma con entusiasmo: “realizaré un recorrido por las zonas de Alto Prado, Manzanares, Prados del Este y Cumbres de Curumo para hacer contacto directo con la gente, realizando volanteo y aclarando dudas con respecto a las primarias porque existe mucha desinformación”, es la persona encargada de representar la voluntad popular, risible y cínica jugada.
Hace pocas semanas, Chávez se refería a la oposición como ese grupete al que “se les sale la clase, se entran a cuchillo, a golpes, se atacan entre ellos”, concreta forma de pintar lo que ha sido el show político más putrefacto que el video de triller de Michael Jackson, ¿los Zombies?: Ramos Allup, Julio Borges, Enrrique Mendoza, Andrés Velásquez, Salas Romer, entre otros que figuran con sus agallas caníbales.
La guerra campal y desmesurada entre Ramos Allup y Salas Romer por las candidatura del estado Carabobo son todo un espectáculo al mejor estilo de una de esas películas gringas en las que se burlan de sus mismas películas, mientras Allup le apuesta a los “consensos” (o acuerdos de repartición) y descalifica a las primarias tildándolas de “fetiches y planteamientos demagógicos”, Salas Romer se escuda en lo que es está convencido como la mejor estrategia política, en unas declaraciones, dijo de sí mismo: “no tiene sentido, que quien ya fue gobernador, diputado y candidato a la presidencia de la República, elección en la que obtuve más de 3 millones de votos, se convierta en parte del problema, en vez de la solución”, la solución para Romer es hacer un montaje donde saca al ruedo a un aburguesado reaccionario salido del laboratorio de disociación de Proyecto Venezuela, aún cuando Romer admite que “Javu” no pertenece a este partido.
Al mejor estilo de un empachulinado terrateniente, y luego de una trifulca presentada el un hotel de la ciudad de Valencia donde los miembros regionales de la mesa de unidad democrática y los miembros nacionales de la misma (en donde consensuarían la conformación de la comisión Técnica Electoral) se entraron a golpes y donde hubo hasta heridos, Romer afirmó (ante la acusación que le hiciera Allup de haber sido el responsable de tal trifulca): “queremos unidad, no aspiramos unanimidad, mantendremos una posición de magnanimidad, pero no queremos que los cogollos de Caracas se sigan entrometiendo”.
La evidente fragmentación de esa mesa (que reposa sobre una aguada gelatina), ha sido severamente ventilada con una falta de pudor que deja de impresionarnos. En Miranda el atajaperros entre Mendoza y Borges no deja de ser épica, el primero que apela a sus eternas y escamoteadas encuestas afirma con prepotencia: “tengo encuestas, tengo firmas y podemos llegar hasta las primarias, quien no tenga miedo a la candela que se acerque”; por su parte, Borges (quien ahora cuenta con un programa de televisión al estilo del radar de los barrios de globovisión), apela a una de las reglas de la mesa que reza que el partido que tenga mayoría popular en una circunscripción era quién encabezaría las listas: “en el caso de Miranda es para Primero justicia, y todo el mundo está de acuerdo con esa regla”.
Considerando lo que cree un ala mediática de la oposición (Patricia Poleo, Iván Ballesteros, Allup) es tremenda “guerra sucia” en contra de Borges pintándolo como un tipo que negocia con el chavismo, puede revertírsele esta torpe estrategia al hacer que Borges atraiga votos “ninis”, a parte de toda la cobertura mediática que tiene,
Lo cierto es que en todo este disparate, el ataque no sólo es frontal entre políticos, sino también entre las estrategias usadas por estos. Leopoldo López por ejemplo, denuncia que la mesa de la unidad democrática suspendió las elecciones primarias en los lugares donde ha ganado la oposición, en estas circunscripciones se escogerá a dedos los candidatos, lo que le restaría posibilidad al partido de López y a su principal abanderado Carlos Vecchio.
La grave situación de exclusión en lo que serían las elecciones primarias, ha sido visibilizada por el secretario general de “Democracia Renovadora” José Urquiola, quién también denuncia la payola o indulgencia que tienen que pagar aquellos aspirantes que deseen incorporarse a las filas de los candidatos de las primarias. Según Alfredo Murga (presidente de Comisión Permanente de Participación Ciudadana, Descentralización y Desarrollo Regional), la mesa de unidad democrática cobra entre 22 a 40 mil bolívares a los aspirantes a participar en las primarias de la oposición.
Parece sencillo encuadrar este parapeto del oposicionismo criollo en una teoría social clásica (de G. Simmel): “trasmutación axiológica de fines a medios y de medios a fines”, mas sencillo, lo que para las fuerzas revolucionarias son un medio para alcanzar la máxima felicidad social (un espacio para legislar, para crear leyes en pro de la humanidad como fin), la oposición ve en estos espacios de poder sus propios fines, desarraigándolos de proyectos de país, porque simplemente carecen de el. Se burlan con descaro de sus propios seguidores al no tener ideas, ni planes, ni nada.
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