Ayeush Conji camaradas, nuevamente la Madre Naturaleza se estremece y causa desastrosos efectos sobre su corteza terrestre, afectando seres vivos, humanos, familias y a un pueblo entero;esta vez es Tejerías del Estado Aragua. Dolor y llanto por las pérdidas humanas, tristeza y melancolía ante las pérdidas materiales y por supuesto recursos, operatividad, movilización y apoyo a los Refugiados Ambientales por parte del Gobierno y sus instituciones, además de una vanguardia del pueblo que se moviliza solidariamente.
Esto no debería ocurrir si realmente fuésemos Homo Sapiens, pero nos gusta el reto, nos acosa la circunstancia para ocupar un espacio de vida y subimos el cerro, lo terrazeamos y construimos ranchos, viviendas y edificios, dónde se nos antoja. Poco medimos consecuencias por la ocupación indebida y menos adecuamos el terreno. Es más pelamos de árboles la cumbre del cerro y tampoco plantamos áreas verdes con especies de raíces profundas; haciendo más vulnerables el terreno, el cual se infiltra de aguas de lluvias, aguas subterráneas, aguas residuales y hasta agua potable. Eso hace que la tierra se licue y se desplace ocasionando una avenida torrrencial que movilizará hasta la base del cerro, lodo, casas, vialidad, enseres, infraestructuras de servicios y por supuesto gente atrapada en sus hogares. Toda una calamidad Ambiental derivada del ciclo de lluvias normal, pero que ahora es intespectivo y cambiante por los desajustes en el clima; generando muerte y destrucción, luto y dolor...
La lección es lacerante y el plan de acción va relacionado con legislación pertinente, conciencia prudente y accionar constante para que no ocurran más Tejerías, más Vargas. Todo bajo una nueva época que entienda y aplique un nuevo sistema de vida del buen vivir en plena armonía con la Madre Tierra. El Ecosocialismo
Somos constructores del Ecosocialismo desde el Parlamento