Ebullición planetaria

El Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres ha hablado de política internacional, afirmando que hay un nuevo golpe de estado en África, concretamente en Níger y que esté ha sido brutal. De esto los responsables están en Europa por los consecuentes saqueos que les han dado a sus recursos naturales. Niamey es la capital y región más grande. Es una nación sin salida al mar y con un poco más de un millón doscientos mil kilómetros cuadrados con veinticinco millones de habitantes.

Guterres ha afirmado que el mes de julio del 2023 quedará como la época del año más cálida, pero no de amabilidad sino de devastación natural. La historia da consecuencias claras y trágicas las cuales apenas comienzan. Las escenas son espeluznantes al ver a niños arrastrados por las lluvias monzónicas, restos de familias despavoridas por incendios descontrolados, trabajadores muriendo bajo condiciones capitalistas por el calor.

Estamos bajo el manto de un verano cruel. Un desastre anunciado del cual todos y en especial la máquina capitalista son los culpables. No son las predicciones sacadas de Hollywood, es el aterrador cambio climático que apenas comienza, preferiría llamarlo Oscurecimiento Global, aunque CNN lleva años anunciándose como Calentamiento Global, Guterres prefiere decirle; Ebullición Global.

Pero la inanición climática no es culpa de la explotación petrolera la cual lleva practicándose en el último siglo y medio. Lo inaceptable y la culpa está en los resultados de las exageradas ganancias y en cómo estas son utilizadas.

Entre los enredos del Acuerdo de París y la incoherencia de la industrialización europea más Canadá y Estados Unidos, están los responsables de la contaminación en la mayoría de afluentes y del aire que respiramos. Sencillamente los avances de los últimos años fueron destrozados quedando sepultadas cualquier creencia en la cual podíamos seguir un rumbo más respetuoso con el medio ambiente.

El anuncio de las nuevas cumbres; Cumbre de África, Cumbre del G20, Cumbre de la Ambición Climática de la ONU o la COP 28, no serán más que una nueva distracción que nadie cumplirá y donde las víctimas del cambio climático quedarán en los nuevos Estados que iban en vías de desarrollo. Los responsables de este problema están en las economías apuradas reunidas en el G20, quienes tienen el ochenta por ciento de las emisiones globales sin ningún tipo de justicia climática y el noventa y nueve por ciento de la riqueza mundial.

Mientras, Naciones Unidas siga extendiendo la responsabilidad anunciando que los cambios deben llegar entre el 2040 y el 2050 simplemente esto seguirá siendo el mismo hervidero de discursos de décadas atrás.

El ambiente no tiene una banca, ni sus aportes o descubrimientos forman parte de cualquiera de las bolsas de valores del mundo y hablar sin estos viejos términos seguirán el resultado de inalcanzables financiamientos, ruegos por préstamos y metas que no se cumplen. Ahora habrá que adaptarse a ciudades duras y por ende más violentas.

Hasta más pronto…



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Miguel Jaimes Niño

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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