Los patrulleros de la tercera edad

Los escuálidos hacen bien su trabajo…

Principalmente con aquello de que una mentira dicha mil veces,  se transforma en algo que se asemeja a una verdad…

Es que tienen el billete parejo, principalmente en tiempos de elecciones en un patio trasero que se resiste a seguir siéndolo.

Los hilos de la CIA mueven a sus titiriteros por intermedio de múltiples organizaciones portadores de inagotables dólares inorgánicos, y sus laboratorios exigen resultados…

Y los asalariados de la bota invasora, activan su guerra sucia:

¡La oposición supera a Chávez en todas sus encuestas! …

¡La popularidad del presidente en picada!

¡El gobierno es el culpable en la muerte de Brito!

Como hecho curioso, “ellos” han activado un Boomerang que se regresa en su contra…

Debido a sus mentiras han logrado activar un movimiento que no estaba en los cálculos de nadie…

Voces entrecortadas (no de la emoción, sino por cierta edad) congestionaron las líneas telefónicas de todo el país…

Por los lados de Petare, Catia, Caricuao, Antimano y el 23 de Enero, un bulla inusitada hacía sonar todos los celulares…

“Bendición Maita, porque me llama a esta hora, está enferma”

“Enferma estaré, si no vas a votar el 26”

“Pero maita el comandante gana sobrado, para que voy a ir a votar”

“El diablo nunca descansa mijo, están diciendo que está abajo en las encuestas, recuerda gracias a quien recupere la vista”

“Como tú digas maita, bendición”…

En una casa de comida diaria en las Fuerzas Armadas, una discusión acalorada se suscitaba en un grupo numeroso de ancianos en varias mesas:

“Tú Roberto, habla con tu nieto, y cuéntale de cómo vivíamos con los adecos y los copeyanos, para que comprenda lo que significa nuestro comandante para nuestra patria”

¡¡Sí!! Gritó un anciano por el fondo, activemos nosotros mismos las patrullas de la tercera edad, porque es justo que si nuestro presidente nos dio todo, nosotros también demos todo por él…

Una abuela en silla de ruedas, con puño en alto y apretado, echó afuera un grito que despertó a los más viejitos que dormitaban después de la buena papa que le dieron: ¡¡Viva Chávez carajo!!...

Unos septuagenarios que jugaban dominó en una barriada, reflexionando en medio de la partida dijo: “Tú te imaginas, si sacan a Chávez estos locos, nos mocharán nuevamente nuestras jubilaciones y pensiones y nos pagarán cuando se les venga en gana”…

Sonó duro la ficha del doble tres sobre la mesa, cuando el autor del ruido les decía: “Ningún presidente homologo nuestras pensiones en semejanza al sueldo mínimo de los que están activos, como lo hizo nuestro presidente Chávez”

¡¡Claro!! Dijo otro con sonrisa de carajito, mientras señalaba sus dientes, diciendo: “¿Gracias a quien, tengo plancha gratis?”…

“Vamos puerta por puerta, a pasar la voz de la experiencia a los mas jóvenes, porque no es tiempo de equivocarse “…

Un octogenario en pasajes olvidados de nuestra geografía nacional, en un papel amarillo que fungió de bolsa del pan en tiempo pasado, escribía los garabatos más emotivos escritos por un abuelo en cualquier época…

“Nieto mío, te pido por favor que me lleves a votar este 26, que gracias a una misión que lleva el nombre de José Gregorio Hernández, tengo una silla de ruedas nuevecita y mis medicinas completas para tener una vejez digna y ya no ser carga para nadie”…

Mientras en Caracas por los lados de Hornos de Cal, una señora que tomando de la mano a su nieta cuando se montaba en el Metro Cable, señalaba:

“No conforme con no cobrarnos el pasaje en los carritos, en el Metro hicieron lo mismo y de ñapa nos coloco esta hermosura llamada Metro Cable”

“Jamás habrá un presidente como nuestro comandante, que Dios me lo cuide y me lo proteja”

Una anciana que estaba en la cola, con un bastón como punto de apoyo, les grito:

“Mañana ya saben, a golpe de Diana, porque a punto de 6.00, tenemos la reunión de las patrullas de los abuelos”…

Por los lados de Anzoátegui, un hombre pobre levantando su brazo con un tenedor en mano testificaba:

“Quién se acordaba de nosotros antes que Chávez…                                                                                    ¡Digan pues!

¿Quién nos daba una papa caliente a los que no tenemos con que?

¡¡Nosotros también votamos carajo!!

Por los lados de Guayana los obreros jubilados contaban a sus nietos, cómo siempre fueron esclavos sin cadenas de las transnacionales en las empresas básicas de Venezuela……….

(…) En un caserío olvidado por los lados de Falcón, un combatiente que cargaba todos los años en sus espaldas… Mientras miraba un afiche de su líder que rezaba: “Los que quieran patria, que vengan conmigo”…

Abría un antiguo baúl, apartando con sus manos por demás arrugadas un poste de Zamora, un libro viejo y desgastado que en la tapa apenas se podía leer, “Florentino y el Diab...” donde un trozo que ya no estaba  no permitía leer su titulo de forma completa…

Cartas amarillas del amor de la que ya no esta, que le regresaba recuerdos inolvidables…

Y  dentro de tantas vivencias allí estaba ella…

Un arma rudimentaria que protegió por siempre su vida, la misma que en nada se asemejaba a las más sofisticadas de estos tiempos…

Comenzando a limpiarla poco a poco, mientras repetía una y otra vez la misma frase:

“Con estos locos uno nunca sabe”…

Y volvía a leer el afiche de su comandante pegado en la pared:

“LOS QUE QUIERAN PATRIA, VENGAN CONMIGO”…

Mientras en Caracas, en una asamblea multitudinaria de los patrulleros de la tercera edad…

Una matrona se dirigía a los presentes: “Carajitos pongan atención”  ocurrencia que produjo carcajadas generalizadas…

Compañeros no debemos olvidar…”QUE AMOR CON AMOR SE PAGA”… 

josevarela753@hotmail.com



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Jose Varela


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