QUÉ ES Y QUÉ NO ES UNA FIESTA
Una fiesta es manifestación en grupo de alegría por algún evento afortunado o simplemente porque tenemos ganas de divertirnos. Cuando fui a votar no vi ningún chavista feliz. Estas elecciones se dan por “circunstancias sobrevenidas” debido a que, al contrario que en el 13 de Abril del 2002, ahora Chávez, a quien elegimos en Octubre de manera contundente, no está. El 13-A volvió, por acción del pueblo, el desarmado y el que porta dignamente el uniforme militar. Hoy día, el enemigo nos lo repitió con insidia: “Chávez no está y nadie se los va a devolver”. Para mi, sin Chávez no hay fiesta... todavía, hasta que tengamos en la mano y calientico lo que le debemos, que es la profundización del proceso revolucionario y llevarlo hasta el punto de no retorno.
LO QUE EN EL PUEBLO TENEMOS BIEN CLARO
Entre mis compatriotas en la cola de la votación era fácil reconocer a los chavistas: tenían cara seria, una decisión indoblegable en la mirada y la responsabilidad de quien sabe qué está en juego, se les salía por los poros. Al contrario de los escuálidos, que comentaban en voz alta y entre risas, cómo nos iban a perseguir.
Y es que en el pueblo tenemos bien claro que esta lucha no se trata sólo de una persona.
Todos amamos a Chávez porque se ganó a pulso ese amor con su entrega desinteresada hasta la muerte, sus enseñanzas políticas y sociales certeras, su genio de estadista y estratega global, su amor al pueblo y su protección a los más pobres. Si, tuvimos a Chávez en físico y ahora lo tenemos de la manera indestructible y sutil. Pero también sabemos que esto se trata de un proyecto transformador, del cual hemos puesto a andar el inicio y nos gustó, pero que permanece inconcluso y aún no ha llegado al punto de no-retorno.
Con su clarividencia característica, Chávez nos dejó todo listo para que pudiéramos continuar. Vino de Cuba el 8 de diciembre 2012 para garantizar que esa conciencia colectiva continuara impulsando la nueva organización socio económica de los pueblos, de la cual estamos construyendo nuestra propia prueba piloto que, aunque no debe ser copiada exactamente por otros países, sirve de referencia segura.
Una de las pruebas de esa conciencia revolucionaria patriótica, es que no pudieron dividir el mando colectivo de la Revolución.
Por eso ningún chavista, ninguna persona del pueblo debe dejar de votar. Se nos va la vida en eso.
NI UNA LÁGRIMA, CERO OLVIDO
Tal vez otras personas, más optimistas que yo, sí estén de fiesta, y eso es bueno para todos, yo no; aunque no he derramado ni una sola lágrima por la muerte de Chávez debido a que no creo en la muerte, tengo bien claro que fue asesinado por el imperio y esa nos la deben. Y lo hicieron para que no siguiera adelante guiándonos por la vida humana y por el planeta entero. Lo hicieron porque, como creen que no pensamos sino que actuamos por pura emoción, íbamos a propiciar un “Bogotazo” para comenzar una guerra sin fin en la cual ellos son los únicos que “ganarían” al vender armas y, después de una intervención yanqui para “pacificar”, terminarían robándose todos nuestros recursos como lo han hecho en numerosos países.
No he derramado una sola lágrima, pero jamás olvidaré a Chávez, el inmortal. Debemos ser Chávez y recordar que, como dice Maduro, para eso debemos estar todos juntos. Y Cero olvido.
CONTRARRESTAR LA MALDICIÓN “IMPERIUS”
Después del triunfo de Maduro, es indispensable suprimir los instrumentos conque controlan mentalmente a tanta gente para ponerla en contra de sus propios intereses: Hay que tomar severas medidas contra Globovisión y todos los medios de derecha que están lavándole el cerebro a la gente, de manera impune. No más suavidad con estos asesinos de conciencias.
Como en Harry Potter, las fuerzas de la oscuridad han utilizado todos los medios a su alcance, que son demasiados, para poner a demasiada gente bajo la maldición “imperius”, de obediencia ciega. Es nuestro deber ayudarlos a despertar, para que viendo la verdad, puedan ser libres.
RODILLA EN TIERRA, FUSIL AL HOMBRO Y BAYONETA CALADA
Finalmente, para el caso de que alguien se equivocara, y recordando que en Venezuela por mandato constitucional el monopolio de la violencia legal la tiene el Estado, tengo la esperanza de que todos estos cuerpos, de la milicia para arriba, estén como dijo Diosdado Cabello: “Rodilla en tierra, fusil al hombro y bayoneta calada”. Nada de sólo darles unas palmaditas en las manos y decirles “echo no che hache” como si fueran bebés.
Ya he recibido la cadena de mensajes hablando de fraude y las motos de los escuálidos rondan las calles de mi barrio. No caeremos en provocaciones, pero contamos con que, ante mercenarios armados y sin corazón, nuestras fuerzas armadas y de inteligencia actúen con celeridad y precisión.
Ya bastantes bajas hemos tenido.
ajotacoa@yahoo.es