I.
A ocho días de las elecciones presidenciales de Venezuela, ya se puede hacer un diagnostico muy preciso de la situación electoral, a fin de dar un pronóstico matemático certero de lo que ocurrirá el domingo 20 de mayo, de mantenerse el ambiente sin alteraciones medulares.
La vocería política, la que marca la pauta a los electores y las electoras a través de los partidos políticos está dividida en dos grupos.
Uno mayoritario con sentido nacionalista, civilizado y de corrientes enfrentadas (Chavistas y opositores), que defiende el derecho universal a la Autodeterminación de los pueblos con el voto, porque entiende que la soberanía nacional y parte de la solución de nuestra crisis está en la vía electoral y por eso, responsablemente está llamando a votar.
Otro grupo minoritario, opositor, violento, desunido, descompuesto, de pensamiento "vende-patria" y que goza de las mieles del "autoexilio", está convencido que la solución debe ser impuesta a sangre y fuego por las tropas imperialistas y en consecuencia, llaman a la abstención , al bloqueo y a la invasión.
Por otra parte, el universo de electores está configurado en cuatro segmentos: la abstención histórica, los emigrantes forzados, los votantes manifiestos y los abstencionistas inducidos.
Además hay que considerar que la tendencia en los procesos electorales de carácter nacional, nos da un 61 % de participación sobre el total de inscritos, un ascenso del voto chavista y un abrupto descenso del voto opositor.
Estas son las características esenciales del diagnostico para los pronósticos de cuantos votarán, quien ganará y cuantos votos sacará cada corriente.
II.
Para pronosticar sobre el 20-M es necesario analizar el descalabro de la fuerza opositora.
La MUD perdió el capital electoral que amasó en las elecciones legislativas de 2015 por varias razones.
La primera ha sido por sus incoherencias: en marzo de 2017, los líderes mas nombrados anunciaron al mundo que todos los diputados de la AN estaban dispuestos a renunciar si se adelantaban las elecciones, se adelantaron las elecciones, entonces llamaron a la abstención con el argumento que no había condiciones y ahora la rectora vitalicia de la UCV solicitó este 10 de mayo al Presidente Nicolás Maduro, que "difiera las elecciones" porque los venezolanos no están preparados para estos comicios, cuestiones que indudablemente influyen en el distanciamiento de la militancia responsable.
El segundo error fue promover la emigración de la juventud universitaria en calidad de refugiados hacia varios países, lo cual además de exponerlos a los peligros del migrante, despilfarrar el talento nacional, crear desarraigo por la Patria, inhabilita para ejercer el voto a nada mas y nada menos que 4 millones de sus militantes y simpatizantes, según declaraciones del diputado Luis Florido, emitidas este 7 de mayo.
Otro error que desmoralizó a su militancia fue la irresponsabilidad de reconocer unas veces y desconocer otras, los resultados electorales sin presentar pruebas convincentes, siendo que este sistema electoral ha sido invariable en normas, sistemas y funcionarios.
Y la gota que derramó el vaso, fue el llamado a bloqueo, embargo e invasión de esta Patria que es de todos y todas, independientemente de su filiación política.
Así las cosas, el capital electoral de la MUD se dispersó: unos 1.800.000 hacia la abstención histórica, 4 millones salieron del país, 1.450.000 que quieren votar por alguno de los candidatos opositores y 50 mil que se declaran abstencionistas radicales.
III.
Un escenario conservador, de tendencias en la calma de la matemática electoral, nos da los siguientes pronósticos sobre la participación y la distribución de los votos el 20-M:
Abstención Histórica (39 %): 8.112.000
Emigrantes forzados: 4.000.000
Votantes manifiestos: 8.638.000
Abstención Inducida: 50.000
Se deduce que la población votante habilitada es 16.750.000 personas y que hay una intención de participación del 51,5 % de los interesados, pues 4.000.000 están en el extranjero y 50.000 que están en el país no quieren elecciones.
Al descomponer el comportamiento de los votantes manifiestos, los votos duros de cada corriente, los candidatos de la oposición tendrán 1.450.000 votos para repartirse entre ellos y el candidato Nicolás Maduro tendrá 7.188.000 votos a su favor.
Esas cantidades pudieran incrementarse en función de la posición socio-política que asuman los votantes del segmento Abstención Histórica, especialmente un contingente de 2 millones que se pliega y repliega a razón de: su conciencia de Patria Soberana, la influencia de la acción de gobierno, el deseo de paz económica, el llamado a la reconciliación y la esperanza en las ofertas electorales.