La coyuntura política esta ávida de un PODER POPULAR que encarrile y dirija esta lucha de clase cada día más acentuada por las medidas económicas en proceso de ejecución.
Para nadie son secretos los errores políticos que a lo largo del proceso se han venido cometiendo y siguen cometiéndose en el seno del Poder Constituido.
Tal situación, es el peor obstáculo para el ejercicio de un verdadero Poder Popular, como lo define el Art.2 de la Ley: "El Poder Popular es el ejercicio pleno de soberanía por parte del pueblo en lo político, económico, social, cultural, ambiental
Internacional y en todo ámbito del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad a través de sus diversas y disimiles formas de organización, que edifican el Estado Comunal".
Hoy, cuando se acentúa la lucha de clase en el terreno económico, observamos como el Poder Constituido NO hace peso para inclinar la balanza a favor del soberano. El pueblo está claro y consciente de su papel a jugar en medio de esta lucha clase, pero también confundido por la ineptitud e ineficacia política de algunos Ministros alcaldes, alcaldesas dirigentes y gobernadores.
En el reciente programa de Zurda Conducta, se reconoció por ejemplo que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos de Venezuela, (SUNDDE) no está en capacidad numérica para atender la ola especulativa de los comerciantes ni mucho menos el control de la distribución de alimentos ni el bachaqueo. Un cuadro revelador de un ambiente de violencia NO DESEABLE entre consumidores y comerciantes (especuladores), que puede traspasar los límites y escapar de las manos del Estado.
El Poder Popular sea cual sea su expresión organizativa está en el deber y el derecho de exigir al poder constituido el apoyo militar y civil para la lucha contra las mafias especuladoras que azotan al pueblo.