Debemos discernir defendiendo la constitucionalidad venezolana, sobre la presunta legalidad y legitimidad que resguardase hoy día los presuntos polos en confrontación, para la toma del poder del estado venezolano. Por un lado, continúa la expectativa de respuesta pública sobre el Amparo Constitucional que el pueblo en ejercicio de la ciudadanía y apegados a derecho viene demandando https://www.aporrea.org/actualidad/n398589.html y, por el otro peor aún, la burla opositora de gritar fraude ante un paralelismo constructor de un seudopoder ficticio que nunca han tenido, ahora respaldado por algunos disidentes, quienes sumaron anteriormente el apoyo contundente de la presidencia de Chávez, hoy desesperados de la oferta engañosa psuvista se abandonan a la inercia de los que han subyugado a lo largo de la historia al pueblo.
Quiere decir, que queda en entre dicho tal nombramiento de ocurrir en enero, para ambos sectores sería una usurpación de poder; puesto que el Poder Electoral, se quedó sin ética y sin moral para dictaminar supuesto ganador alguno, ante la flagrante violación del Estado de Derecho, por el incumplimiento de las diversas leyes que los rige; por cierto, ¿qué será de Elvis Amoroso?, no debe éste sujeto responsabilizarse del incumplimiento de las leyes?
Entretanto, estamos en espera de rectificación del Poder Judicial, quien es un órgano autónomo y no debe responder a los intereses de ningún grupúsculo o partido; sino por el contrario, velar por la ética pública y la moral administrativa; y dejar de imponer lo político como carácter vinculante, pues sería importante valorar lo tipificado en las leyes, sobre los procedimientos ante las faltas de los magistrados y las magistradas del Tribunal Supremo de Justicia y aquí nos detenemos a amonestar el papel fundamental en éste juego de ajedrez que otorga el magnánimo Consejo Moral Republicano, es necesario que se toquen todas las instancias en materia jurídica llevando un expediente minucioso que substancie todo lo acontecido desde el pasado 28J y estamos a tiempo para hacerlo, esto en función de evitar que la patria se tiñe de rojo sangre.
Defendiendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela honramos los artículos 138: Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos; y, 139: El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por abuso o desviación de poder o por violación de esta Constitución o de la ley.
Es así que, en el supuesto aclarativo anteriormente esbozado no queda decir sino, que la estratagema popular conlleva a adherirse a Derecho y evitar cualquier componenda que justifique el sucio juego de facto que ambos bandos apuestan, debemos darle un vuelco al ámbito político para dignificar la democracia.