Construir el poder popular, el poder del pueblo significa hacer la revolución y profundizarla hacia el socialismo e interpretar el precepto constitucional que establece nuestro modelo de democracia participativa y protagónica; no se concibe de otra forma, constituir, desarrollar y consolidar el poder popular es necesario hacer una revolución socialista, con principios socialistas y enmarcados en el protagonismo y la participación, con conceptos y fundamentos socialistas y por ende con comportamientos socialistas. Así como señalamos anteriormente lo significativo e importante que es la toma del control por parte de la clase trabajadora de los medios de producción, esa misma importancia reviste la lucha por consolidar el poder popular. Construir el poder popular significa que el pueblo organizado vaya asumiendo los espacios del estado, pero de un estado que, ante la aplicación de este principio constitucional, necesariamente debe ser redimensionado en su concepto, alcance y función; representa esto la enorme tarea de cambiar paradigmas e incluso cambiar el concepto como dijimos, la filosofía y estructura del estado burgués, sin cambiar la estructura del estado burgués es imposible desarrollar en la práctica el principio de democracia participativa y protagónica.
Ahora bien, si observamos la posición esgrimida por un autor citado frecuentemente por el presidente, Istvan Meszaros, podemos deducir que para transformar el sistema capitalista e iniciar la marcha hacia el socialismo es menester radicalizar los métodos para producir los cambios estructurales requeridos que permita desenganchar la rueda de la historia y torcer el rumbo de la lógica capitalista, esto no se producirá sin impactar y transformar la realidad creada por el viejo sistema, es decir, por el capitalismo, al respecto Meszaros nos dice: "El capital no tiene ninguna manera de restringirse a sí mismo, ni se puede encontrar en el mundo una fuerza contraria que lo restrinja sin superar radicalmente el sistema de capital como tal". (Cita de entrevista realizada por la revista persa Naghd (Kritik) del 2 de junio de 1998). Con esta afirmación deducimos como es lógico que el cambio no será posible de producirlo si el mismo no es radical y a la vez dicho cambio no incluye el sistema capitalista como tal. Un cambio superficial que no vaya a las profundidades no pasará de ser una simple reforma y no hay nada más contrarrevolucionario que las posiciones reformistas cuando se pretende hacer una revolución socialista.
La realidad de nuestro país hay que enfocarla en medio del desarrollo de una visión rentista, esa visión limitó la experimentación, incluso de la propia burguesía que manejó y diseño la conformación del estado burgués venezolano, del ensayo de un modelo bajo los principios básicos del desarrollo de las fuerzas productivas del estado venezolano como en otros países, lo cual generó una concepción paternalista del estado y eso se sembró en la mente de todos; no obstante, la dinámica social generó unas realidades en la esencia del ser venezolano; en su cultura, su comportamiento, su visión de las cosas y su aptitud en medio de un proceso de transición hacia el socialismo. Esto progresivamente se viene cambiando y hoy observamos con alegría y esperanza que surgen ejemplos claros de la interpretación adecuada del proceso de transferencia del poder que trasciende lo meramente financiero para asumir el rol político que es lo importante. Las iniciativas que hábilmente el presidente lanza a las bases están enmarcadas dentro de lo más noble y esencial de la propuesta del socialismo bolivariano, del desarrollo endógeno y de la invención. Los primeros ensayos en torno a la conformación de los Consejos Comunales, creación de misiones y un montón de actividades de corte socialista, en su primera etapa planteaba la inclusión social como lo esencial de las mismas, luego, a esta hora y altura del proceso se requiere ir más allá y comenzar a plantear "la toma del cielo por asalto" en donde se proceda a dar el salto cualitativo hacia la toma del poder por parte del pueblo.
Esto implica necesariamente una enorme revolución cultural, de conciencia, de conocimiento y se ensancha con lo que plantea Antonio Aponte en su Grano de Maíz, el gesto de amor, la vocación es determinante en esta etapa de construcción del socialismo venezolano. Ensayos como los de los vecinos de Gramoven, el caso de los trabajadores de la CVG, la profundización de la organización y el nivel político de PDVSA, la empresa de sardinas de Cumaná y otras iniciativas en donde los espacios socialistas se “desparraman”, para repetir al presidente, en todos los ámbitos de la patria. De esos ensayos y lo que irradien dependerá el que germine nacionalmente con fuerza la proliferación de los espacios socialistas y por ende la buena salud de la patria en la etapa de transición hacia el socialismo.
Una cosa traerá como consecuencia a la otra, en la medida que una se desarrolle y se profundice, la realidad impactará de forma tal que comenzará a incidir en el nacimiento del hombre nuevo que reclama El Che. Volviendo al ejemplo de Gramoven, según lo que entendimos de la declaración de uno de los jóvenes la noche del viernes, éste en algún momento estuvo confundido, es decir, no militaba con la revolución, sin embargo, ese ejemplo nos muestra hoy a una persona que asume la revolución y lo hace desde la trinchera más importante, desde la praxis, aprenden haciendo, construyendo, discutiendo, expresando su concepción del socialismo en su microespacio que representa en primera instancia atacar el problema de la vivienda y luego obviamente accederán a otras instancias que definan el rumbo de todo este proceso y además nos enseña la inclusión política y los cambios que en las personas se producen a medida que avanza el proceso. Evidentemente estamos ante un ejemplo de empoderamiento popular y la toma de conciencia por parte de la población a medida que avanza la revolución; la disposición y la fuerza demuestran igualmente, en primer término un incremento del nivel político de estas personas, en segundo termino demuestran un ensayo en reencontrarse en colectivo y comprender en la práctica la conciencia del deber social.
En la intervención de los vecinos de Gramoven se puede notar que el viejo estado, aún en manos de revolucionarios, su incidencia no ha sido muy determinante en ese ensayo llevado a cabo por esta comunidad...el propio presidente admite que en todos estos años es el proyecto que más se acerca a la realidad, más sin desconocer que el tema viene siendo estudiado por expertos desde las instancias gubernamentales, pero que nunca se acercaron tanto a la posible solución que definitivamente impacte la realidad de las personas que actúan en su propio ámbito para cambiarla.
Alguna razón existe en esas instancias que se ven desbordadas por la iniciativa de un grupo de vecinos que se deciden a construir, como debe ser, su microespacio en donde se haga praxis del poder popular. Esto es una enseñanza para unos y para otros y requiere de parte de la vanguardia política del proceso dar un mayor impulso en este sentido y además interpretarlo adecuadamente. También nos llama a la reflexión sobre la utilidad del mecanismo, o los mecanismos de la vieja estructura burguesa. No descubrimos el agua tibia cuando señalamos que desde las instancias burguesas es imposible construir el socialismo, pero también pecaríamos de ilusos si desconocemos la etapa necesaria de la transición en donde gradualmente se superará la situación de la misma y se avanzará en la creación de la nueva estructura socialista en la cual nadie posee la receta concebida teóricamente, no obstante, en medio de la praxis desarrollada por estas experiencias del poder popular se nota un avance considerable en el aspecto político, organizativo y en la toma de conciencia del deber social. Nos preguntamos entonces ¿Cual papel pueden cumplir las viejas estructuras en esta etapa de creación? Es fácil decir, que empujen el proceso de creación de este nuevo poder basado en principios de colectividad, conciencia del deber social, la práctica de la democracia participativa y protagónica, etc. Sin embargo, esto debe tocar tierra y podemos estar en presencia de haber llegado a la fórmula adecuada, el poder popular creando poder popular. En primer término siempre hemos sostenido que el poder popular no se construirá exclusivamente con una chequera dadivosa, pero la chequera es necesaria, tampoco creemos que el poder popular es algo que se limite a una estructuración aérea cuya única función sea hacer obras, por pequeñas o grandes que estas fueren; consideramos entonces que el caso de Gramoven nos permite observar en la práctica el aspecto de la conciencia y motivación por cambiar su realidad circundante, empero, esto no debe quedarse aislado en "un buen ejemplo" que no trascienda y he allí en donde este ejemplo requiere de crear los mecanismos que permitan "desparramarse" por el país al igual que el ejemplo de los trabajadores en la CVG, esto creará una fórmula que impacte en el menor tiempo posible la realidad y despeje las incógnitas del como enfrentar con éxito esta etapa de transición y de consolidación del poder popular.
Al igual como estamos de acuerdo y lo consideramos necesario que el ejemplo de la CVG se "desparrame" por el país, los ejemplos en donde está en juego el ejercicio del poder popular tienen que articularse e insertarse en el torrente social que irrigue al país e incorpore una visión más cercana al objetivo del empoderamiento. En medio de estos ensayos se requiere mucha paciencia y voluntad, mucha comprensión política por parte de quienes ejercen funciones dentro del viejo estado, no se trata de desmontar anárquicamente el viejo estado y producir una implosión del mismo sin que esté estructurado un modelo acorde al desarrollo del país y al avance de la revolución. En esa marcha seguramente encontraremos a gobernadores, alcaldes, dirigentes políticos, cuadros del partido que por acción de reflejos condicionados en primera instancias no verán con buenos ojos que un colectivo, una comunidad o un conglomerado de personas se organicen y desplacen al viejo estado de un determinado espacio para éstos ejercer el poder. Tampoco se puede hablar de ejercicio del poder real cuando estamos desarticulados de todo el conjunto de la realidad nacional, es decir, la visión debe trascender lo local y perderse en el horizonte de la patria nueva, esto obviamente representa un choque enorme y la precaución normal ante lo nuevo, la desconfianza natural de un lado y de otro, de la comunidad por una parte y de los representantes del viejo estado por otra, estará presente, sin embargo, si se logra "desparramar" por la patria estos ejemplos y que se asuma que el poder popular no se hará viable si no se rompen con viejas estructuras, viejas costumbres; si no se logra romper con todo lo viejo y se produce con ello un cambio radical, podemos correr el riesgo de generar unos choques que si no se está conciente de lo inevitable de los mismos, jamás podrán ser comprendidos y la reacción condicionada pudiera frustrar el avance del ensayo.
El presidente como fiel intérprete de estos momentos políticos seguramente ya estará pensando en crear los mecanismos necesarios para regar al país con la sabia socialista con el fin de hacer germinar por toda la patria esa visión. ¿Como incorporar a Alcaldes, Gobernadores y Legisladores en ese proceso? La vanguardia debe estar al frente, el asunto se plantea en los siguientes términos ¿Cual vanguardia? Si desde las propias comunidades está surgiendo la fórmula ¿Como hacer para que no se produzcan los "secuestros" naturales en medio de un momento histórico en donde en el aspecto político no se ha podido aún romper con esa vieja forma de hacer política? He allí lo difícil de la situación, he allí en donde nos toca recordar al comandante Chimiro "el camino es largo y tortuoso, pero es el camino". No será sencillo llegarle a un gobernador y decirle, transfiere todos los recursos a las comunidades organizadas y comienza desde ya a derrumbar esa vieja estructura burguesa que ocupas por voluntad del pueblo, incluso, aún estando este alcalde o gobernador conciente de su tarea no debe ser fácil para el mismo romper con el cordón umbilical que lo ata a la maquinaria burguesa creada en esas instancias y el conjunto de intereses que en torno al poder se acumulan.
Sin duda que la tarea no será para nada sencilla, sin embargo, a todas luces llegó la hora de seguir dando el debate y enriquecerlo con todas las iniciativas que se llevan a cabo a lo largo y ancho del país. Esto pasa también por decisiones políticas que causarán incomodidades en grupos enquistados en regiones y espacios que cada vez se anquilosan más; las revoluciones tienen esas características, como los cambios son tan rápidos y permanentes, lo que antes ocurría en 10 años ahora ocurre en dos semanas y una arremetida en este sentido que vaya en función de profundizar la revolución requiere de diseñar nuevos equipos políticos en las regiones conservando los que se adapten a estos cambios, los comprendan y los impulsen y fortalecerlos con sangre nueva preferiblemente si ya tienen alguna experiencia en este tipo de ensayo de participación y protagonismo, no obstante, una acción de este tipo generará refriegas y conflictos que serán inevitables y donde debemos estar claros y no permanecer petrificados ante el avance de los hechos. Igualmente habrá que enfrentar las manipulaciones de grupos infiltrados, de intereses, de concepciones erradas y desviadas...todo indica una batalla fuerte incluso puertas adentro, pero creo llegado el momento de darla.
El papel de Chávez será sin duda alguna determinante en este punto, de su carisma, capacidad, inteligencia y habilidad dependerá enfrentar este reto...no es cualquier cosa lo que se ha hecho, no obstante, empoderar al pueblo requiere de conciencia del colectivo y unas condiciones objetivas y subjetivas adecuadas para impulsar uno de nuestros principios constitucionales, la democracia participativa y protagónica y en esta batalla la presencia del líder claro y conciente como Chávez inclinará a un lado u otro el resultado de esta batalla.
Sin duda el sistema capitalista recibirá una herida de muerte en el corazón a medida que se profundice la transferencia del poder al pueblo y que éste lo asuma, en ese caso, veremos ejemplos como los de Gramoven esparcidos a lo largo y ancho de la patria y estaremos viendo el renacer de la misma y el salto cualitativo ya será indetenible, el pueblo aprenderá haciendo el ejercicio del poder, se podrá articular para aportar en aquellas zonas en donde por distintas circunstancias el nivel político y organizativo del pueblo no haya alcanzado el nivel óptimo de “tomar el cielo por asalto”.